Prácticas laborales: los gremios docentes de CABA adelantan que habrá protestas
Se quejaron de que se anunciara la medida prácticamente al final del ciclo lectivo, lo que impide las protestas. «El 2022 empezará con conflicto», adelantaron desde Ademys.
Luego de expresar su rechazo explícito a la propuesta de que los estudiantes secundarios de CABA realicen prácticas laborales obligatorias, el gremio Ademys fue más allá, y adelantó que el tema generará que el año que viene el ciclo lectivo comience «con conflicto».
La entidad se quejó del momento en que se anunció el proyecto, el cual es parte de un plan para el sector educativo, a pocos días del ciclo lectivo. El rechazo se basa en la forma en que se realizarán estas pasantías, que afirman que promueve «la precarización laboral».
Además, los propios estudiantes se pronunciaron contra el programa, que cosechó un fuerte repudio de diversos sectores.
Las primeras expresiones de los gremios docentes al plan del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta fueron de rechazo, apuntando a una vieja práctica de pasantías, no remuneradas, que tuvieron su auge hace unas décadas, pero que luego se dejó de usar.
«Es explotación laboral», sostuvo el secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, ante el anuncio del programa. En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente recordó que el gobierno porteño «ya quiso poner en marcha este tipo de pasantías, que lo único que hace es sacar a 30 mil pibes a trabajar gratis para garantizarle ganancias a las empresas».
Luego de la reacción en contra, el gremio –que junto a UTE son las organizaciones más combativas en la Ciudad de Buenos Aires– adelantaron que este plan traerá conflictos en el 2022.
«No es casual que hayan comunicado este programa en este momento, cuando la escuela media está por finalizar las clases, en medio de los exámenes», explicó Adaro, que dijo que en estas circunstancias «es muy difícil movilizar».
Pero en el 2022, el conflicto seguramente «nos encontrará en la calle». «El 22 es el último día del ciclo lectivo, se tuvo que adelantar las vacaciones porque el Ministerio de Educación adelantó el inicio de clases, allí vamos a empezar con un plan de lucha», recalcó Adaro.
Polémica medida
El plan para que los alumnos de quinto año de la secundaria realicen estas práctica fue anunciado en medio de un programa que busca modificar algunos aspectos de los planes de estudio.
«A partir del ciclo lectivo 2022, el Gobierno porteño implementará las prácticas educativas en ámbitos laborales, obligatorias para todos los estudiantes del último año de secundaria. El plan se pondrá en marcha para 29.400 chicos de 442 establecimientos educativos de gestión pública y privada», informó el gobierno de CABA mediante un comunicado.
Las prácticas educativas «tendrán una duración de 120 horas cátedras que se distribuirán a lo largo del año» y, se explicó, les permitirán a los estudiantes «desarrollar nuevas capacidades, tomar decisiones con autonomía, y estimular su creatividad, su pensamiento crítico y su potencial de trabajar en equipo».
Según la cartera educativa, son diferentes a una pasantía, ya que «forman parte del diseño curricular de la Secundaria del Futuro y comenzarán el año próximo en coincidencia con la primera camada de alumnos de 5° año, desde su creación en 2018».
Igual que Ademys, el gremio UTE se manifestó en contra de la medida. Mediante un comunicado de prensa, la organización que forma parte de la CTERA aseguró que el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta «intenta nuevamente sacarles horas de clases a los estudiantes de los últimos años del secundario para que, en lugar de estudiar y aprender en la escuela y desde la escuela, sean mano de obra barata y precarizada de empresarios vinculados al Jefe de Gobierno».
«Una vez más, con anuncios mediáticos y unilaterales encubre la reducción del presupuesto educativo mientras financia la precarización juvenil a costa de la pérdida de días de clase de los estudiantes secundarios», agregó la entidad.
Los estudiantes también se quejan
En tanto, estudiantes de secundaria consideraron como «nefasta» la medida, y a través de distintas organizaciones se mostraron en contra de estas prácticas. Amparo López, vocera del centro de estudiantes del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, aseguró que esta iniciativa es un «guiño a los empresarios» y que no harán más que «generar mayor precarización».
«Hoy nos despertamos con esta noticia inconsulta, obviamente a través de medios de comunicación, como suele suceder con este tipo de anuncios educativos», manifestó la estudiante, que acaba de pasar a quinto año.
La vocera rechazó la «decisión política» del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, de «cerrar las instancias de diálogo» con las comunidades educativas, que «somos quienes transitamos a diario las instituciones educativas y que sabemos qué es lo mejor para nuestra educación».
Por su parte, Luz Schiffmacher, vocal del centro de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), aseguró que -contrario a lo que se argumentó- esta «no es una respuesta válida» ante la demanda de empleo para las juventudes.
«El problema del desempleo joven no está en falta de formación, sino en que no se está creando empleo porque siempre buscan abaratar la mano de obra», expresó la vocal.
Si bien esta medida no afecta al CNBA por depender de la Universidad de Buenos Aires, la estudiante anticipó que «nos puede afectar después de que pase por todas las escuelas modelo» y que es necesario «dar una lucha en conjunto con todos los centros de estudiantes secundarios».
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