Plaini, sobre la interna en la CGT: «Hay bronca, pero la unidad siempre es superior al conflicto»

El líder de los Canillitas defendió a Pablo Moyano, quien amenazó con renunciar a la central obrera. Pero aseguró que la ruptura nunca estuvo cerca.

El secretario general del Sindicato de Vendedores de Diarios (SIVENDIA) de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, Omar Plaini, se refirió a la interna en la CGT y reconoció que «hay bronca, pero la unidad siempre es superior al conflicto».

Así se refirió el referente del moyanismo a lo sucedido este martes, cuando Pablo Moyano amenazó con abandonar el triunvirato de la central obrera. Además, aseguró que la ruptura de la central obrera nunca estuvo cerca y remarcó que «el dirigente tiene que saber cuándo enfriar la cabeza».

En declaraciones a AM 550, apuntó que «Pablo es un hombre muy inteligente, está ejerciendo un liderazgo fuerte y va a seguir trabajando por la unidad».

Y contó que «ayer conversamos (con el referente de los Camioneros) y evaluamos nuestras diferencias, pero no había motivo de naturaleza tal para que irresponsablemente alguien se fuera de la CGT».

Plaini fue uno de dirigentes gremiales de la facción cegetista llamada Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) que ayer se reunió en la sede central de Camioneros, en el barrio de Constitución.

Tanto él como Mario Manrique (SMATA), al finalizar el encuentro, fueron quienes hablaron con la prensa y dieron a conocer la continuidad de Moyano hijo en la conducción de la CGT.

«Hicimos un acuerdo de unidad y sabemos que eso es lo fundamental, más allá de las diferencias y los matices. No vamos a negar esas diferencias, pero nunca estuvo por quebrarse la CGT», reafirmó.

El camionero se encuentra enemistado con los otros dos triunviros –Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio)- y con los sectores que les responden a ellos: los «gordos» y el «barrionuevismo», respectivamente.

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Además, tampoco cuenta con el aval del grupo de los «independientes», liderado por Andrés Rodríguez, de UPCN; Gerardo Martínez, de UOCRA, y José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias.

Y las diferencias se acrecentaron tras la reunión que los miembros de la «mesa chica» mantuvieron con el presidente Alberto Fernández en la quinta de Olivos. De la misma formaron parte tanto Daer como Acuña, pero Pablo Moyano no fue invitado.

Al respecto, Plaini dijo que no sabe si la reunión la organizó «el Gobierno o un sector de la CGT». Y también destacó el vínculo del sector de Fresimona con dirigentes del gremialismo alternativo, más cercano al kirchnerismo.

«Hace muchos años que tenemos unidad de acción con la CTA, más en particular con la de Hugo Yasky, y ojalá algún día podamos unificar», puntualizó.

Caló también se refirió a la interna

Por otra parte, el secretario general de la seccional porteña de la UOM, Antonio Caló, también se refirió a las peleas dentro de la CGT y, al igual que líder de los Canillitas, descartó la posibilidad de una ruptura.

Más allá de expresar que en la central obrera hay «distintos matices», remarcó que todos los dirigentes reconocen que si no están «todos juntos, no se logra nada».

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Además, añadió: «El que se va, su silla la ocupa otro. Pablo tiene que ser inteligente y todos los demás compañeros, porque la gente quiere que la CGT esté unida».

Y concluyó: «La gente la está pasando mal, tiene problemas económicos, no le alcanza la plata para comer y si encima ve que sus dirigentes están divididos, perdemos el respeto todos».