Peretta apuntó contra Kreplak: «Lo peligroso es politizar los centros de testeo con La Cámpora»
El líder del gremio de Farmacéuticos y Bioquímicos cruzó al ministro de Salud bonaerense, quien había considerado que los autotest son riesgosos.
El secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta, cruzó duramente al ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien había expresado que el uso del autotest de Covid-19 es «peligroso». Al respecto, el gremialista planteó que «el autotesteo no es peligroso, peligrosos son los funcionarios totalitarios».
Y apuntó que «peligroso es politizar los centros públicos de testeos administrados por personal de La Cámpora».
Peretta enfatizó que «uso la palabra ‘peligroso’ porque es el término que empleó el ministro de salud de la provincia de Buenos Aires».
E insistió: «Peligroso es creer que solo el Estado puede hacer las cosas bien» y también pensar que «la gente no va a saber usar la tecnología o no va a informar los resultados».
Peretta y un mensaje directo a Kreplak
Además, señaló que no hay que «discriminar a los médicos, farmacéuticos y bioquímicos del subsector privado, que estudiamos igual que los compañeros del subsector público». «Fuimos a las mismas universidades y estamos igualmente capacitados», apuntó.
Y envió un mensaje directamente a Kreplak: «Ministro, no insista con un sistema de salud ineficiente. Permita que el subsector privado se desarrolle en el lugar que el subsector público y que la gente decida. Eso es lo mejor».
También expresó que «tiene que entender que el mundo utiliza esto y la gente tiene derecho, él tiene que entender que no puedo prohibirlo».
Y criticó la demora en la aprobación: «Hace dos años que se utilizan en todo el mundo. Demoraron muchísimo en traerlos».
Respecto al uso de los autotest, reconoció que «no quiere decir que esto resuelva el problema», y aclaró que «hay que emplearlos bien y son para personas que tienen síntomas».
El pedido de «descentralizar» los controles
Sin embargo, hizo hincapié en que serán importantes «para descomprimir la situación que estamos viendo de colas de siete horas de personas bajo el sol».
En ese sentido dijo que los test de Covid-19 se pueden descentralizar fácilmente si se realizan en «4.000 de las 11.000 farmacias que hay, o en los 2.000 laboratorios de análisis clínicos, de los 6.000 existentes, que los pueden hacer».
Y remarcó: «La idea siempre fue que el subsector privado pudiera colaborar con los testeos y que no se hicieran solo en el sector público y administrados políticamente, como pasa especialmente en la Provincia con La Cámpora».
Además, Peretta aseguró que los autotest pueden servir «para prevenir el ausentismo laboral», porque «el trabajador tiene un elemento para controlarse y quedarse tranquilo».
Por eso, ante la demora que señaló que hubo en su implementación consideró que «el Gobierno impulsa el ausentismo y el parate de la economía».
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Respecto a la afectividad de los autotest, aseguró que «cuando la persona tiene síntomas, yo diría que supera el 90%». E insistió en que «es importante que si no tenés síntomas no te hagas el test, porque sino se pierde un recurso que es limitado».
En cuanto al precio de las pruebas dijo que «en principio estarían alrededor de $2.500», aunque «mientras más se aprueben, habrá mayor competencia y por eso bajarán los precios».
Un Estado «socialista, totalitario y neocomunista»
Al respecto, informó que «la ANMAT ya aprobó cuatro y hay en fila unos 20 más. Por suerte hay muchas marcas». Y dijo que «hay que decirle a Kreplak que haga que las obras sociales cubran el 40% por lo menos».
Por último, consideró que «la gente se haría más test y se vacunaría más si fuera voluntario. Es decir, si no se los mandara a un lugar específico, donde decide el Gobierno. Es como el pase sanitario, que la gente reacciona en contra».
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Por ese motivo es que, evaluó, «si quieren que haya más cuidados y más vacunación, tienen que liberar las bocas. Que por otra parte en las farmacias es donde todo el mundo se vacuna cada año».
Y apuntó: «El Estado debe dejar de ser socialista, totalitario y neocomunista. Y debe entender que el sistema de salud de la Argentina es mitad público y mitad privado».
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