19 de Abril
de 2024
Fuera de Megáfono.

“Macrisis” profunda: la tenebrosa cantidad de empleos que se pierden por mes

12. 07. 2018

Un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) contabilizó un total de 26.208 cesantías parciales y definitivas en todo el país en lo que va del año, lo que significa un aumento del 17 por ciento respecto del año anterior. La cifra representa un promedio de despidos 4.368 mensuales. Estatales y trabajadores industriales, los más perjudicados por esta tendencia. Los gremios más duros piden declarar la “emergencia ocupacional”.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Todos los días, tanto en el sector público como privado, se multiplican los casos de despidos y suspensiones, que van desde las sangrías masivas como las que vive hoy la agencia de noticias estatal Télam hasta despidos personales, en plantas Pymes, que no pueden sostener las actuales condiciones económicas. Juntos, todas las cesantías –parciales o definitivas –representan una enorme masa de desocupados que elevaron en el segundo trimestre del año el índice de desempleo por lo menos dos puntos. Un relevamiento le puso número a esta realidad en la primera mitad del 2018: en total, se registraron 26.208 despidos, lo que representan un 17 por ciento más de los sucedidos en el mismo período del año anterior.

Del total, casi no hay diferencia entre el sector público y privado, siendo el área industrial el más afectado. En el Estado, los despidos masivos dejaron semi paralizadas lugares claves como el SENASA o el INTI. En muchos casos la justicia fallo a favor de los trabajadores, pero no siempre estas órdenes no se cumplen. “Esperamos más desocupación”, afirman en sectores sindicales, como la Corriente Federal. Vinculan el acuerdo del gobierno con el FMI con la suba del desempleo, que en su último informe del INDEC fue confirmado por los propios datos oficiales.

El trabajo de la CEPA, denominado “Sin rebote en el empleo. Análisis de los despidos en 2018” analiza el mercado laboral en los primeros seis meses del año, que están marcado por el aumento de las cesantías y los problemas derivados de la actual situación económica. El informe, al que tuvo acceso Gestión Sindical, aseguró que en este semestre se produjeron “un promedio de 4368 trabajadores y trabajadoras despedidos o suspendidos por empresas públicas o privadas”. Hasta el 30 de junio el CEPA contabilizó 26.206 despidos y suspensiones (a un promedio de 4368 por mes), que implican 3837 más que los del primer semestre de 2017.

En el desagregado, los más perjudicados son los empleados estatales, que representan el 46 por ciento del total de los despedidos, seguidos por los trabajadores del sector industrial, son el 38 por ciento. De los 26.206 afectados registrados por el CEPA, “13.924 casos corresponden a despidos, 3.529 a despidos derivados de cierres de empresas o plantas, 1.092 a retiros voluntarios, en tanto 3.179 fueron suspensiones, la mayoría en el sector industrial (2.458)”. En el segundo trimestre, destaca el trabajo, “uno de cada seis despidos se relacionaron con el cierre de plantas o empresas, porcentaje aún mayor (uno cada cuatro) en el caso de la industria”.

Los despidos en el sector estatal se multiplican en los últimos meses. En enero y febrero se dieron casos con mucha repercusión, como las cesantías en el hospital Posadas, en INTI o el SENASA. Luego de un tiempo de cierta calma, lo sucedido en Télam o el Ministerio de Agroindustria recalentaron la bronca por las bajas en el sector público. Pese a la movilización de gremios y otros sectores, la situación se mantiene en muchos casos inalterable, lo que genera prejuicios en las áreas involucradas. “Los despidos se mantuvieron altos en estos meses, sobre todo entre los contratados, que fueron los más perjudicados. Pese a las medidas de fuerzas y las negociaciones, la política general en las dependencias estatales es la de achicar personal”, le dijo a Gestión Sindical una fuente del gremio ATE, que se puso al frente de la lucha contra los despidos. En varias dependencias los despidos generaron parálisis de actividades, como en el SENASA, donde las oficinas del interior del país fueron prácticamente desmanteladas. En este contexto, los fallos judiciales a favor de los estatales no parecen hacer mella en esta política de achicamiento. Así sucede en el Posadas, por ejemplo, donde los enfermeros reincorporaos por un recurso de amparo siguen reclamando que las autoridades cumplan con la medida.

En cuanto al sector privado, el trabajo del CEPA remarcó que “la rama industrial encabeza el listado de cesantías con 9.872 trabajadores, 38 por ciento del total, incluidos 2.466 suspendidos, seguida por el sector de servicios con 3.593 afectados”. El estudio permite observar “una continuidad en el proceso de expulsión de obreros de la industria, con un promedio de 1.645 expulsados por mes”. La suma total de despidos en la industria desde noviembre de 2015 asciende a 76.359 trabajadores, calcula el CEPA, cifra que se corresponde con los 74.320 que computó el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) hasta abril último. “La cantidad de despidos y suspensiones en la industria no se ha detenido desde la asunción de Cambiemos”, destaca la consultora que encabeza el economista Hernán Letcher, que contabiliza 76.359 desde noviembre de 2016 hasta fines de junio último.

“Esperamos más desocupación en los próximos meses”, dijeron en un reciente encuentro dirigentes de la Corriente Federal, que alertaron que el acuerdo con el FMI “aumentará esta tendencia”. El sector industrial viene sufriendo las consecuencias de las políticas económicas, que incluyen la apertura indiscriminada de las importaciones. Por eso, este espacio, que lidera el bancario Sergio Palazzo, reclama a la CGT “un plan de lucha”. “Hay que frenar los despidos, declarar la emergencia ocupacional y evitar nuevas suspensiones”, alertó un dirigente de este espacio, ante la consulta de Gestión Sindical. El espacio está cada vez más enfrentado al triunvirato de la CGT, al que acusan de ponerse al frente de la pelea contra el modelo del gobierno nacional. Por eso, impulsan la fórmula Pablo Moyano-Palazzo para reemplazar la conducción tripartita.

Los datos del CEPA pueden corroborarse a partir de las estadísticas oficiales, que ofrece el INDEC. En su último informe, el organismo admitió que la tasa de desocupación nacional llegó al 9,1 por ciento, casi 2 puntos más que la registrada a fines del 2017. Los picos de esta tasa se dan en el conurbano bonaerense (11,3 por ciento) y el gran Córdoba (10,3 por ciento). Las estadísticas oficiales indican que el 23,4 por ciento de los desocupados son jefes de hogar, el 18,3 por ciento cónyuges y el 48,6 por ciento de los desocupados son hijos del jefe del hogar, mientras que el restante 9,7 por ciento sin trabajo son otros componentes del hogar.

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