La maniobra del Gobierno para eludir la resistencia a la reforma laboral e imponerla
El jueves será la primera reunión del comité de “expertos” para retocar los proyectos originales. Se suman «gordos» y crece puja en la secretaría de Trabajo. Por ahora, el Gobierno viene “perdiendo” contra textiles, camioneros, metalúrgicos y marítimos, que salieron los tapones de punta para negarse a pérdida de derechos laborales adquiridos.
El Gobierno pondrá en marcha el próximo jueves el “Consejo Asesor del Trabajo” para relanzar la polémica reforma laboral y eludir la renovada resistencia a la revisión de los convenios colectivos encabezada por los gremios industriales y el sindicalismo más combativo liderado por Hugo Moyano.
Se trata de la nueva estrategia impulsada por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, con el doble objetivo de “emprolijar” los proyectos laborales elaborados por la gestión previa de Jorge Triaca y, a la vez, “mostrar” una señal de respaldo a los cambios exigidos por el FMI, en vistas de una nueva misión del organismo que llegará este lunes a Buenos Aires.
El grupo de “expertos” presidido por Julio Simón, un excamarista del Trabajo vinculado al gastronómico Luis Barrionuevo y al sindicato metalúrgico UOM, tendrá entre sus principales tareas asesorar a Sica en torno al régimen de contrato de trabajo, las tendencias locales y globales en el ámbito laboral y conflictos, así como en los planes de empleo y capacitación.
Lo acompañarán magistrados retirados, académicos y letrados con trayectoria en el sector privado y sindical, un gesto que ya empezó a cosechar apoyos por igual entre el empresariado, el sindicalismo “dialoguista” y la justicia del Trabajo.
De esa forma, el ministro buscará “neutralizar” las derrotas que empezaron a experimentar en las últimas semanas las mesas sectoriales, en donde los sindicatos textiles, metalúrgicos, camioneros y marítimos salieron en cascada a patear el tablero, al oponerse a una serie de cambios.
Los mismos comprenden el abaratamiento del régimen de indemnizaciones, la reducción del pago del aguinaldo, la flexibilización de la jornada laboral y la modificación de las categorías y estructuras salariales, entre otros puntos que ya fueron contemplados en su momento por la dura reforma implementada en Brasil.
El esquema oficial preveía que, a cambio de una modificación de los convenios, las empresas se comprometerían a sostener el empleo como en Vaca Muerta, o a conceder mejoras salariales en paritarias, el camino seguido por Capitanes de Ultramar.
Pero la Asociación de Obreros Textiles (AOT) denunció la semana pasada que la iniciativa representa una reforma «encubierta» de la Ley de Contrato de Trabajo, similar a los proyectos que hoy están frenados en el Senado. La reacción no tardó en ser seguida por los otros gremios de la actividad y las propias cámaras empresarias del sector, más preocupadas por la ausencia de medidas destinadas a reactivar el mercado interno.
Frente a ese escenario adverso, el consejo de notables encabezado por Simón se reunirá hasta dos veces cada 15 días para elaborar dictámenes no vinculantes.
Una de sus principales tareas será la de generar “propuestas” para perfeccionar los proyectos legislativos presentados en su momento por Triaca, cuyo equipo terminó de ser barrido sin miramientos la semana pasada en una señal de la urgencia que tiene Sica por avanzar en el reordenamiento del área laboral, ahora encabezada por Lucas Fernandez Aparicio.
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