La CGT de Caló “en alerta” por la idea de pacto social impulsada por el gobierno
Desde la central que comanda el metalúrgico aseguran que no recibieron ninguna invitación al diálogo, pero advierten que “en los términos actuales la idea de un pacto social enciende una luz de alarma”. Además, se mostraron preocupados por los aumentos de precios y de tarifas, que “impactan en el bolsillo de los trabajadores”.
Con la difusión de su documento “Emergencia estadística y pacto social”, la CGT Azopardo hizo pública su opinión respecto a la idea de una mesa de tres patas –gobierno, gremios y empresarios –que fija las pautas de la discusión salarial, entre otras cuestiones. Si bien no hay todavía demasiada información respecto a esta convocatoria, varios funcionarios deslizaron la posibilidad de esta iniciativa, que a lo largo de la historia tuvo varios intentos con resultado dispar. En estos días, dirigentes de la CGT Alsina tienen charlas informales para fijar postura respecto al llamado a un posible pacto social. Si bien adelantaron que todavía no tienen postura fijar se mostraron “en alerta” por la actual situación. Preocupación por el impacto de los aumento en el poder adquisitivo de los trabajadores.
La central que comanda Antonio Caló todavía no tiene una opinión definitiva respecto al posible pacto social, ya que no tuvieron ninguna convocatoria formal. “Hasta ahora no hay nada concreto, no tuvimos ninguna comunicación oficial desde el gobierno”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente de esta CGT. Pese a esto, los integrantes de la central están teniendo “conversaciones informales casi todos los días”, sobre la realidad del país, y el posible invite a un encuentro tripartido. “Sólo escuchamos versiones periodísticas, pero en los términos actuales la idea de un pacto social enciente una luz de alarma”, agregó el dirigente consultado.
La idea de juntar a empresarios, sindicatos y gobiernos en una mesa que fije las pautas de discusión salarial y otros elementos de la economía fue sugerida por funcionarios de primera línea del gobierno, empezando por el Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay. Pero lejos de entusiasmar, la mayoría de la dirigencia mira con recelo esta posibilidad, sobre todo después que el propio titular del palacio de Hacienda hiciera una amenaza vedada a los gremios, advirtiendo que un pedido desmedido en paritarias puede significar un aumento del desempleo.
En este contexto, en la CGT de Caló ven con preocupación la situación que atraviesa el poder adquisitivo de los trabajadores. “Estamos en alerta por los aumentos de precios, que en las últimas semanas se dispararon. Además, van a subir los servicios públicos, y eso va a tener un fuerte impacto en el bolsillo del laburante”, subrayó el mismo el mismo dirigente. Por eso, la dirigencia de esta central entiende que las paritarias buscarán paliar esta realidad: “nadie va a pedir aumentos por debajo de esta realidad, eso seguro”.
El posible pacto social fue uno de los temas de la campaña de Cambiemos, y luego del triunfo de Mauricio Macri comenzó a tomar fuerza entre los funcionarios del gobierno nacional. Pero hasta el momento no hubo un llamado formal. Pese a esto, los gremios se fueron pronunciando, en la mayoría de los casos en contra. Además de la alarma de la CGT Alsina, su par Azopardo expuso sus dudas respecto a la iniciativa. En su documento público, la central de Hugo Moyano afirmó que “el nuevo gobierno se ha manifestado interesado en llamar a un pacto social. De sus propias declaraciones y actitudes, surge con claridad que se trata de uno de características muy distintas al que nos hicimos la idea”. “Si realmente lo que se busca es un genuino pacto social, siempre nos encontrará abiertos a la discusión franca y superadora, claro que sin agendas restrictivas que pretendan, conculcar nuestros legítimos derechos”, destacó el documento de la central obrera.
Además, en tono crítico, la CGT Azopardo habló de los primeros 30 días de gobierno macrista: “en los escasos 30 días de ejercer el poder, vimos que los problemas del sector agrícola-ganadero y, por extensión, de la agroindustria encontraron respuesta casi inmediata, al igual que los sectores industriales independientes del complejo rural. Simultáneamente, una devaluación violenta produjo una transferencia de recursos causando un deterioro mayúsculo en los ingresos de los trabajadores”. “Esta saga de malas noticias continúa para los trabajadores argentinos, con los anuncios de fuertes ajustes en las tarifas de servicios públicos, a pesar de que los cortes de energía son una constante; cancelación de contratos laborales… en una palabra, el Estado ajusta, transfiere ingentes recursos al agro y la industria, devalúa y favorece el descontrol de precios, y a los trabajadores ni siquiera se nos convoca para conocer nuestra opinión”, concluyó el documento cegetista.
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