Gremios suben la apuesta en paritarias por rechazo al bono de fin de año
El razonamiento de los gremialistas es que con una inflación en alza, derivada de la devaluación y la liberación de retenciones en el agro y la industria, y sin un bonus salarial, no están dadas las condiciones para afrontar un entendimiento tripartito.
La relación entre el Gobierno y el sindicalismo comenzó a tensarse alrededor de la política salarial. Las señales negativas de los funcionarios al otorgamiento de un bonus de fin de año para compensar el alza inflacionaria de las últimas semanas encendieron las alarmas en los gremios, que advirtieron de un escenario conflictivo para la ronda de paritarias en caso de persistir esa posición. Mañana se concretará en la Capital Federal la primera movilización contra el Gobierno para reclamar ese adicional.
La reacción en ascenso de los gremios en los últimos días cubrió de incertidumbre la convocatoria prevista por la gestión de Mauricio Macri a un acuerdo social entre empresarios y dirigentes sindicales, que podría incluir un andarivel de precios y salarios. El razonamiento de los gremialistas es que con una inflación en alza, derivada de la devaluación y la liberación de retenciones en el agro y la industria, y sin un bonus salarial, no están dadas las condiciones para afrontar un entendimiento tripartito.
«Si el acuerdo social se limita a precios y salarios no cuenten con nosotros», dijo ayer Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria y uno de los últimos en incorporarse a las gestiones por la reunificación de la CGT. De hecho, el plenario de gremialistas de las tres versiones de la central obrera que se reunió en la sede de Azopardo el viernes último dio muestras de que el movimiento obrero peronista pondrá severas condiciones a un eventual escenario de diálogo social.
Las advertencias giran en torno del movimiento de precios. Mientras Palazzo estimó «una expectativa inflacionaria alta, de entre 36 y 40 por ciento» para el año que viene, producto de las alzas posteriores al balotaje y a las previstas como consecuencia de la devaluación y la quita de subsidios, Facundo Moyano, jefe del gremio de peajes y diputado nacional, y Gerardo Martínez, líder de los albañiles (UOCRA) dijeron que el piso de discusiones salariales estará en torno del 30 por ciento.
«Va a ser una paritaria durísima», anticipó Palazzo en diálogo con radio América, al referirse a la postura de los gremios ante el rechazo manifestado por los funcionarios al bonus reclamado por las distintas ramas de la CGT y por la CTA de Pablo Micheli, como había anticipado este diario el viernes. Durante el fin de semana, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, confirmó que «no está en agenda» debatir un adicional para todos los trabajadores y jubilados, que desde el sindicalismo estimaron en un rango de 3.000 a 5.000 pesos. En la misma línea se pronunció el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.
En ese escenario, mañana la CTA de Micheli, gremios de base y partidos políticos de izquierda confluirán por la tarde en una marcha al Ministerio de Desarrollo Social y luego a la Plaza de Mayo que tendrá como bandera principal el reclamo por el adicional de fin de año. Participarán agrupaciones sociales ligadas al kirchnerismo, como el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico, que reclamarán también un aumento extraordinario de la Asignación Universal por Hijo. También la Asociación de Trabajadores del Estado advirtió de posibles medidas de fuerza. Hasta ahora sólo hubo algunos gremios que, de manera individual, negociaron adicionales de fin de año.
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