02 de Diciembre
de 2024
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Gremio médico y un duro diagnóstico de la salud en la era Macri: “Es un genocidio sanitario”

14. 09. 2018

Desde la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) repudiaron la degradación del Ministerio de Salud y los recortes a programas nacionales. Además, denunciaron que los nuevos despidos en el Posadas responden a una política digitada por el banco Mundial. “Es una verdadera retirada del Estado en su obligación de garantizar la salud”, sostuvieron.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

En medio de la jornada nacional de lucha que realizaba la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) anteayer, contra la degradación del Ministerio de Salud nacional, los 30 despidos en el Hospital Posadas y el cierre del área del servicio cirugía cardiovascular pediátrica aumentaron el malestar de los médicos, que desde hace tiempo se enfrentan a las políticas sanitarias del gobierno de Mauricio Macri. Por esto, las actividades que realizó la federación tuvieron eco en al menos 14 provincias, que reclamaron que se reviertan las últimas medidas, como la baja de la dosis de la vacuna contra la meningitis, que Nación dejó de girar hace unos días. “Estamos ante un genocidio sanitario”, denunciaron desde FESPROSA, que vincularon estas últimas medidas al modelo que quiere imponer el FMI y el Banco Mundial.

La federación viene articulando con otros sectores medidas para rechazar el modelo que se quiere imponer, y se prepara una gran “marcha de la resistencia sanitaria”. “Es una verdadera retirada del Estado en su obligación de garantizar la salud”, sostienen. En cuanto a los despidos del Posadas, la dirección habló de “incumplimiento de horarios”, pero los gremios y los propios trabajadores rechazaron esos argumentos.

El paso a la categoría de secretaría del Ministerio de Salud fue la última de las medidas tomadas por el gobierno de Macri cuestionadas por la FESPROSA. La implementación de la Cobertura Universal de salud (CUS), la baja de vacunas del Calendario Obligatorio, la restricción en la entrega de insumos a las provincias y el desguace en el hospital Posadas son algunos de los puntos criticados por los médicos, que este miércoles se movilizaron en todo el país. “Tenemos una gran preocupación por las políticas de salud que se están desaplicando, y una clara direccionalidad del ex ministerio de Salud que hacen retroceder los derechos sanitarios de la población”, sostuvo María Fernanda Boriotti, secretaria general de FESPROSA.

En diálogo con Gestión Sindical, la dirigente agregó que “llevar adelante las políticas del Banco Mundial termina en casos como el del Posadas, con despidos, o el desmantelamiento de programas que hace que lleguen menos vacunas y medicamentos a las provincias. Todo esto ya lo estamos viendo es una verdadera retirada del Estado en su obligación de garantizar la salud de la población, que no puede estar librada a lo que es el mercado”.

Ante estas políticas, FESPROSA organizó junto a entidades científicas y de pacientes un abrazo a la sede del ex Ministerio de Salud, para defender “un modelo que con todos sus bemoles da respuesta a las necesidades de las personas”. En este sentido, recordaron que el sector público absorbe el 75 por ciento de la atención pediátrica de todo el país y el 80 por ciento de la formación del recurso humano especializado. “Estamos muy cerca de un genocidio sanitario, de un escenario de esas características”, remarcó Boriotti.

“Si en el hospital Posadas por ejemplo por los despidos quedan resentidos servicios de atención pediátrica, sumado a la falta de entrega de vacunas o los rebrotes de ciertas patologías, estamos hablando de una política de genocidio, que la población tiene que empezar a reaccionar y enfrentar, más allá de lo que venga el 2019, estamos en una situación sanitaria que afectará y mucho a las personas”, agregó la dirigente, titular del Sindicato de Profesionales Universitarios de la Salud de la provincia de Santa Fe (SIPRUS).

El rechazo a las políticas sanitarias del gobierno de Macri no sólo viene del gremio médico. Diversas entidades manifestaron su rechazo a la puesta en marcha de la CUS, el proyecto más ambicioso para el sector, que ya tiene un par de pruebas en Mendoza y Corrientes. Quienes no acuerdan con este plan, vinculado al Banco Mundial, firmaron el denominado Movimiento por el Derecho a la Salud (MDS), que formó parte del abrazo contra la degradación del Ministerio de Salud. Además, para el futuro estos espacios trabajan en una “gran marcha federal sanitaria” para rechazar la CUS y el modelo que intenta imponer el gobierno. Además, mañana viernes 14 de septiembre a partir de las 11.45 la comunidad hospitalaria del Posadas decidió realizar una nueva marcha de silencio contra los despidos.

Además, distintas entidades aseguran que esta tendencia se profundizará el año que viene, con el recorte de partidas previsto en el proyecto de presupuesto que se consensua con los gobernadores y que se espera tratar en octubre en el Congreso. Uno de los casos más dramáticos se da en los medicamentos para personas con HIV. Un informe de la fundación GEP, que trabaja con pacientes con Sida y hepatitis virales, asegura que a partir de la devaluación y el recorte de fondos, el año que viene un tercio de las personas que reciben tratamientos contra el HIV por parte de la Dirección Nacional de Lucha contra el Sida y ETS no tendrá acceso a sus fármacos.

“Durante este año el presupuesto en dólares de la dirección fue de 120 millones de dólares. Si se aprueba el recorte propuesto por el gobierno nacional, el presupuesto del año que viene será de 60 millones de dólares”, sostuvo el trabajo de la entidad, al que tuvo acceso Gestión Sindical. Teniendo en cuenta que la mayoría de los medicamentos se compran a laboratorios transnacionales y se pagan en dólares, agregó la Fundación, “esto significará que al menos el 30 por ciento de las personas con VIH no podrán acceder a sus tratamientos”.

Despidos y rumores de cierre

En medio de las críticas a las políticas sanitarias, y cuando al menos 14 provincias realizaba distintas acciones, en el hospital Posadas se confirmaron nuevos despidos. A fines de agosto, una tanda de 300 cesantías ubicada en mil los desplazados desde que la actual dirección comenzó la poda de empleados. Este miércoles, hubo otros 30, que según las autoridades fueron cesanteados por “incumplimiento de horarios”, aunque los telegramas hablaban de “restructuración de personal”.

Incluso, hubo versiones sobre un posible cierre, ya que muchas áreas dejaron de atender, como cirugía cardiovascular pediátrica, cuyos profesionales renunciaron ante el nuevo recorte. “No creo que lleguen al cierre del hospital, pero si a la imposición de la CUS, y dar una canasta mínima de atención en los servicios públicos de salud”, adelantó Boriotti. Para esa canasta, explicó, “no hacen falta todos los servicios, que serían derivados al sector privado, y el que pueda pagar tendrá atención, y el que no, perderá”. La CUS genera rechazo porque en otros países la aplicación generó restricciones en el acceso a la salud de la población. En Colombia, por ejemplo, desde que se puso en marcha esta cobertura se cerraron 20 hospitales. “Esperemos que todos estemos a la altura de las circunstancia, que todas las fuerzas podamos actual en unidad defendiendo algo tan central como la salud de la población, este derecho humano fundamental”, concluyó Boriotti.

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