En el gobierno de Alberto Fernández, el 50% de las grandes ramas de actividad redujo sus empleados

Un informe del Ministerio de Trabajo reveló también que, en los sectores en los cuales el empleo formal creció, fue muy por debajo de los últimos promedios anuales.

Un informe del Ministerio de Trabajo arrojó resultados preocupantes respecto al empleo formal desde la asunción de Alberto Fernández. Por un lado, determinó que en los sectores en los que creció, lo hizo muy por debajo de los últimos promedios anuales. Y, además, el 50% de las grandes ramas de actividad redujo sus empleados en estos 27 meses del gobierno del Frente de Todos.

En el período señalado, el empleo total asalariado registrado por el Sistema Previsional Argentino (SIPA) creció 0,21% -unas 12.700 personas-, un porcentaje muy inferior al promedio equivalente anual que había acusado en las dos décadas precedentes.

La comparación marca que anteriormente había tenido un ritmo acumulativo por año de 1,42%, que representa unas 85.000 personas por año, sobre un total de poco más de 6 millones de trabajadores.

Es cierto, claro, que en las últimas dos décadas la economía no se enfrentó con fenómenos como la pandemia del Covid-19 o la invasión de Rusia a Ucrania, que impactaron de forma decisiva. Pero los resultados del informe no dejan de ser inquietantes.

Suba y baja de empleados por sector

Y si se analizan los números por grandes ramas de actividad se puede ver que, hasta mayo de 2022 y sobre 14 grandes ramas de actividad, solo la mitad registró aumento de la nómina respecto de noviembre 2019, y otro tanto la redujo, con un saldo neto de 99.185 incorporaciones.

En el primer caso, se ubicaron con alzas la industria, con 59.049 nuevos puestos (5,4%); actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con 56.003 (6,8%); comercio y reparaciones, con 31.003 (2,8%); construcción, con 12.999 (3,2%); servicios sociales y de salud, con 2.530 (0,8%); y, en menor medida, pesca; y suministro de electricidad, gas y agua.

En el segundo, por el contrario, se escalonaron en la lista de mayores bajas absolutas la actividad de transporte, almacenamiento y comunicaciones, con -17.287 (3,2%); hoteles y restaurantes, con -16.181 (6,1%); servicios comunitarios, sociales y personales, con -10.878 (2,9%).

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Y siguen en la lista agricultura, ganadería, caza y silvicultura, con -9.799 (3%); intermediación financiera, con -6.586 (4,1%); explotación de minas y canteras, con -1.486 (1,7%); y enseñanza, con -1.444 (0,3%).

El informe sobre un conjunto de 12 aglomerados urbanos, con 67.420 empresas y 3,42 millones de empleados en relación de dependencia en el sector privado, muestra también que en comparación con noviembre 2019 la proporción de empresas con puestos vacantes se elevó de 8,1% del total, al 12%.

600 mil trabajadores «en espera»

Las posiciones con más proporción de vacancias eran las de operarios, con 42,9% del total de los puestos sin cubrir -subió en 3,1 puntos porcentuales-; seguidas por la de técnicos 24,4% -aumentó en 11 puntos-; y profesionales 17,2%, -creció un 5,7%-.

Si se tiene en cuenta que la tasa de crecimiento intercensal equivalente anual de la población fue de 1,2468%, y que el máximo histórico del empleo asalariado privado registrado se anotó en diciembre de 2017, con 6,28 millones de personas, surge que en la actualidad existe un potencial de 600 mil trabajadores «en espera» de incorporarse a las empresas en relación de dependencia.

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Pero la perspectiva de su rápida inclusión al sistema de trabajo formalizado asalariado se mantiene lejana, si se toma en cuenta que la última Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo (realizada en junio 2022 y de cara al tercer trimestre) arrojó que apenas 1 de cada 24 empresas con más de 10 puestos de trabajo proyectaba aumentar la nómina.

Y, en términos netos -luego de restar la proporción que declaró que presupuestó reducción-, las incorporaciones se pronosticaron para apenas 1 de cada 36 establecimientos.