Empleo y salario en crisis: los ingresos de los trabajadores llevan 10 meses seguidos de caída.
Datos oficiales marcan que no solo se retrajo la cantidad de puestos de empleo sino también los sueldos. La industria manufacturera y la construcción, los más golpeados.
A pesar de las constantes declaraciones del presidente Javier Milei y todo su entorno más cercano, que dicen que lo peor “ya pasó”, la disminución de puestos de trabajo no se detuvo en los meses recientes y ya acumula una pérdida significativa de 200.000 puestos de empleo desde la asunción del libertario. Además, según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), los salarios del sector privado formal han experimentado diez meses consecutivos de descenso.
De acuerdo a las cifras, durante julio, el mercado laboral registró una reducción de 10.200 empleos en comparación con el mes anterior, afectando tanto al sector privado como al público, aunque con algunas excepciones.
El sector privado fue el más golpeado, perdiendo 8.900 empleos, lo que representó la mayor parte del retroceso en el mercado laboral. En el sector público, la disminución fue de 1.400 trabajadores.
Otro dato que podría ser positivo en un contexto distinto pero no lo es en el marco en el que todas las demás posibilidades de trabjo caen: en el empleo doméstico se observó un pequeño aumento de 1.000 puestos de trabajo, la mayoría ocupados por mujeres.
El sector privado no levanta
Si se comparan estos datos con noviembre de 2023, último mes de la gestión de Alberto Fernández, la pérdida acumulada de empleos alcanzó los 196.400. De esa cifra, casi 150.000 corresponden al sector privado, 41.300 al sector público y 8.700 al trabajo en casas particulares.
En los últimos días, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, intentó transmitir una visión más positiva sobre el panorama laboral, sugiriendo que la tendencia a la baja estaba empezando a revertirse.
«Los números muestran que desde hace unos tres meses estamos registrando con precisión la situación laboral. Aunque de junio a julio hubo una caída, el índice de empleo se mantuvo estable, y antes de esto, el nivel de desempleo no era alarmante», declaró. Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, el panorama laboral sigue siendo crítico.
Un 9% menos de gente con empleo
Luis Campos, economista de la CTA y un experto en datos de empleo, aportó una perspectiva clara sobre la situación. Señaló que las empresas privadas, en términos absolutos, tienen actualmente el mismo nivel de empleo que en 2015, a pesar de que la población ha crecido un 9% en ese lapso.
Esto significa que, a pesar de que hay más personas en edad de trabajar, el número de empleos privados en la actualidad es el mismo que el que había hace nueve años.
Campos también indicó que los sectores más afectados siguen siendo la industria manufacturera y la construcción. Desde los picos más altos, la industria ha perdido casi 35.000 trabajadores, lo que representa una disminución de poco menos del 3%. Por su parte, el sector de la construcción ha sido aún más afectado, con una pérdida de 100.000 empleos, lo que equivale a una caída superior al 21%.
A pesar de este complicado panorama, el economista señaló un pequeño avance en agosto, ya que las suspensiones laborales disminuyeron por segundo mes consecutivo. Aunque el número de suspensiones sigue siendo alto en comparación con números históricos, esta baja podría ser una señal positiva, aunque todavía insuficiente para revertir la tendencia general.
En definitiva, a pesar de algunos signos de mejoría, el mercado laboral argentino sigue enfrentando serios desafíos y la crisis parece no tener fin. La pérdida de empleos en el sector privado es particularmente preocupante, ya que impacta directamente en la economía y en la salud de cientos de miles de familias.
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