Elecciones en Sanidad: después de que se bajó Héctor Daer, impugnan a listas opositoras
Héctor Daer dijo que no habrá reforma laboral si lo que en realidad quiere el Gobierno es recortar derechos.
La Lista Bordó, referenciada en la izquierda denunció que la conducción de Daer la proscribió. La Junta Electoral rechazó sus avales.
El 7 de agosto se llevarán a cabo las elecciones sindicales en la filial Buenos Aires de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) que conduce el secretario general de la CGT Héctor Daer. La contienda tendrá, por el momento, lista única porque la Junta Electoral sostuvo que la oposición representada por la Lista Bordó, no presentó los avales los requeridos, lo que motivó la reacción de los integrantes de la agrupación referenciada en la izquierda.
Ante la consulta de Gestión Sindical, César Latorre, principal figura de la Bordó y su candidato a secretario general -en caso de que finalmente haya elecciones- afirmó que entregaron 2.500 avales, más de los 1.500 exigidos, pero la Junta Electoral sólo validó 600. Ante este cuadro de situación, el referente sindical adelantó que habrá apelación y recorrido judicial para revertir la decisión.
“No sólo la actual conducción convoca las elecciones a escondidas con métodos del siglo pasado. Aprietan y patotean a las y los compañeros que se quieren organizar de manera independiente, no muestran los padrones electorales, sino que también pretenden correr solos. Directamente no quieren que haya elecciones. Se creen los dueños del sindicato”, denunció.
Un sugestivo comunicado
Formalmente, la lista Celeste y Blanca de Daer -que después de 24 años como secretario general no se postulará para un nuevo mandato- difundió un sugestivo comunicado en el que rechazó la impugnación de la Junta Electoral a la lista Bordó y la observación que se le hizo a la Azul, la otra lista participante en el proceso electoral.
“Consideramos que, más allá de las observaciones técnicas que pudieran realizarse, es fundamental priorizar la participación y el respeto por la pluralidad de voces dentro de nuestro organización”, dice el texto.
“Por tal motivo -concluye-, solicitamos a la Junta Electoral que, en ejercicio de sus facultades, evalúe la posibilidad de oficializar todas las listas presentadas”.
En otro orden, Latorre opinó acerca de las condiciones a la que llegan los afiliados a la próxima contienda electoral: “Son deplorables, hemos tenido una caída del poder adquisitivo vertical. Es más, aún no han siquiera firmado la actualización paritaria para el sector asistencial que tiene básicos por debajo de la línea de pobreza”.

“Hace 40 años que conducen el gremio y son los responsables de esta situación. En un panorama así la posibilidad de que una lista opositora y consecuente como la Bordó capitalice la bronca acumulada los hace tomar esta decisión totalmente antidemocrática”, agregó en referencia a la gestión de Daer.
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Por último, el postulante de la Bordó concluyó: “Es una verdadera vergüenza la proscripción. Con esta decisión solo confirman un curso de descomposición interna que se va tornando irreversible. Llamamos a todos los trabajadores y trabajadoras de sanidad a presionar para que dejen participar a la oposición y para poder tener la posibilidad de elegir”.
La decisión de Daer
Al frente del gremio desde hace 24 años, Héctor Daer decidió no presentarse para encarar otro mandato, si bien podía hacerlo, pero aclaró que continuará ligado al sindicato. Daer celebró la postulación de Javier Pokoik como secretario general y Norberto Maschio como adjunto.
«Dejo la Secretaría General de Sanidad pero no me bajo de la militancia. Después de años dejando parte de mi vida en este sindicato, me voy feliz sabiendo que la Celeste y Blanca sigue fuerte y cuidando a nuestra organización”, sostuvo el líder sindical.
Según se sabe, no es improbable que Daer siga el mismo camino en la CGT. De acuerdo con palabras de su entorno, es el propio dirigente quien le comunicó a la mesa chica de la calle Azopardo que no quiere continuar al frente del colectivo gremial, pero es una versión que también niegan los representantes de la izquierda en Sanidad, y dicen que lo que en realidad ocurre es que tiene «el boleto picado», sin consenso para continuar.




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