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El polémico fiscal Scalera y una obsesión: «No descartamos insistir con el pedido de detención de Pablo Moyano”

07. 05. 2019

De «pinche» del fuero laboral a fiscal general adjunto de Lomas, en los tribunales del sur describieron al hombre que insiste con la detención del líder camionero como un «fanático del poder de turno» que responde a Conte Grand.

«Acomodaticio. Un fanático del poder de turno que hoy se está tatuando a (Julio) Conte Grand. Exacerba su fanatismo pendular, se va de un lado al otro. Es un esclavo de Conte Grand para ascender». Así definieron casi al unísono desde los tribunales de Lomas de Zamora y de Avellaneda a Sebastián Scalera, el fiscal general adjunto lomense que, por segunda vez, nuevamente tiene la idea fija de meter preso a Pablo Moyano en el marco de la causa por supuesta asociación ilícita para defraudar al club Independiente.

«No descartamos insistir con el pedido de detención, pero tenemos que esperar el resultado total de los allanamientos para evaluar si corresponde. Sí, en cambio, existe premura para resolver la situación procesal de las personas que están detenidas hace más de un año y elevar la causa a juicio oral», sostuvo el integrante del Ministerio Público.

En declaraciones a radio Metro y al canal TN, Scalera recordó que «en octubre del año pasado la Fiscalía había pedido la detención de Pablo Moyano y una serie de allanamientos que fueron denegados por el juez Luis Carzoglio«.

El fiscal aseguró que «el resultado de los allanamientos fue positivo», ya que remarcó que se secuestraron celulares, computadoras y pendrives con información para la causa.

¿Quién es realmente Scalera?

Scalera saltó a la escena pública nacional a mediados del año pasado, cuando impulsó una polémica redada judicial con allanamientos y show mediático que terminó con Jorge Castillo, “El Rey de La Salada», en la cárcel.

Sin embargo, Política Argentina pudo rastrear su origen. El número dos de las fiscalías lomenses en nombre del Ministerio Público bonaerense empezó su camino judicial como «pinche» en la justicia laboral para luego dar el salto al fuero penal. «Cuando arrancó, su vocación era en lo laboral», recordaron fuentes de la justicia de ese distrito del sur del conurbano.

En lo que hace a su actualmente reiterada intención de considerar a Moyano como el jefe de una asociación ilícita y meterlo preso, las referencias que funcionarios judiciales lomenses y avellanedenses dieron a este medio son un problema para Scalera. «Es un fanático del poder de turno. Acomodaticio. Hoy se está tatuando al (procurador general de la provincia de Buenos Aires, Julio) Conte Grand. Exacerba su fanatismo pendular, se va de un lado al otro. Es un esclavo de Conte Grand para ascender», sentenciaron.

Según diversas fuentes judiciales , Scalera «quiere ser fiscal general de Lomas de Zamora», es decir subir un puesto hasta el cargo que actualmente tiene Enrique Ferrari.

«Con la promesa de que lo van a echar a Ferrari y lo van a mandar a fiscal general, se anotó en el concurso para fiscal general de San Isidro. Pero desaprobó el examen. Se anotó para fiscal general de San Isidro con el objetivo de pasarse a Lomas, pero fracasó», relataron respecto del documento que prueba que el fiscal que quiere meter preso a Moyano se sacó en un 93 cuando necesitaba como mínimo un 120 y como máximo un 200 para conseguir el ascenso.

Es que si un aspirante aprueba un examen para acceder a determinado cargo judicial en un distrito, puede utilizarlo para eventualmente pasarse a otro ante la apertura de un espacio vacante. En este sentido, desde los tribunales lomenses aseguraron que el objetivo de Scalera a finales de octubre de 2017 en el examen era, cuando hubiera un espacio en Lomas, ahorrarse el test y presentarse con el de San Isidro.

Según revelaron a este medio, Scalera intenta usufructuar que la relación entre Ferrari y Conte Grand no es buena. «Scalera le está serruchando el piso. Conte Grand llama a Scalera, no a Ferrari. Lo puentea. Scalera oficia de fiscal general», precisaron.

La «manoseada» causa para meter preso a un «enemigo público»

Si bien la embestida judicial bonaerense contra Pablo Moyano -y también su padre, Hugo- no comenzó con este pedido de prisión de Scalera, las actuaciones de este último y los señalamientos respecto de su obediencia al procurador de María Eugenia Vidal no ocurren en un momento aleatorio.

El propio Mauricio Macri, cuando hace unas semanas se conoció el primer pedido de detención ordenado por el fiscal, comenzó su serie de disparos a mansalva contra la familia sindicalista. «Hay que dar las batallas sin tener miedo, no es un momento para dudar», dijo el Presidente ayer, cuando también apuntó contra «los comportamientos tramposos» e instó a enfrentar a aquellos que «se creen por encima de la ley».

Sin embargo, en los tribunales de Lomas y Avellaneda no son ajenos a la operatoria. «Está todo re contra manoseado, demasiado manoseado. Un quilombo. Demasiado manoseo. No se ordena más», sentencian.

«Lo que está en duda es por qué interviene Scalera, porque la fiscalía natural es la UFI 3 del Polo Judicial de Avellaneda», le explicaron.

Según relataron a este medio esas fuentes judiciales, la causa Independiente con la llave para ir contra Moyano «le cayó a Scalera» luego de que el fiscal general de Lomas de Zamora apartara en marzo a los fiscales Viviana Giorgi y José Luis Juárez, que, aún cuestionados, venían siguiendo pasos procesales más «prudentes» que quien actualmente lleva la pesquisa.

Giorgi fue enviada a la división de Drogas Peligrosas del distrito mientras que Juárez a una fiscalía de juicio. «Los apartó hace como seis meses, cuando la causa todavía estaba en Lomas, los sacó de la fiscalía diciendo que estaban amenazados y no podían trabajar libremente», precisaron las mismas fuentes.

«Los dos fiscales lo negaron, y Conte Grand no los recibió y ahí viene todo el quilombo donde se pierde la notificación de Moyano, del artículo 60», recordaron, en una versión muy diferente a la difundida en aquel entonces, cuando se apuntaba que aquella determinación de Ferrari beneficiaba a los Moyano.

Tras las conocidas actuaciones del actual fiscal del caso, la mirada es diferente: según pudo saber Política Argentina, hoy en los tribunales lomenses y avellanedenses explican lo ocurrido a través de presiones de Conte Grand a Ferrari, ahora innecesarias debido al ascenso de Scalera.

Luego, la causa recayó en los fiscales lomenses Sebastián Bisquert y Santiago Vadillo, hasta la llegada final a las manos de Scalera. Según las mismas fuentes, «tendría que haber una resolución del fiscal general que diga por qué se la saca a los fiscales de acá para dársela» a Scalera. «No sé por qué en la UFI 3 de Avellaneda, de los fiscales Elbio Laborde y Solange Cáceres y que es la natural, no podrían hacer el trabajo», concluyeron.

La grave situación que atravesó la investigación generó «enojo» y «malestar» en los funcionarios judiciales de Lomas de Zamora y de Avellaneda. «Actúan mal, hacen mal las cosas. Porque están queriendo quedar bien para ascender en futuros cargos, y eso produce malestar en jueces, secretarios, fiscales. Los Scalera buscan cumplir órdenes del Ejecutivo a través del Procurador para conseguir ascensos. Quedan bien ellos, hacen desastres y se cagan el código procesal penal para subir», dispararon.

 

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