El industricidio no se detiene: la caída de la industria argentina en 2018 fue la mayor del planeta
Un informe del Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior (OCIPEX) con datos oficiales de la ONU determinó que entre el año pasado la actividad industrial del país se desplomó 7,2 por ciento, el peor a nivel mundial. La brutal caída del consumo local, el ascenso astronómico de las tasas de interés y la devaluación, la explicación de la entidad. El 4 de abril, los gremios marcharán contra esta realidad.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
En noviembre del año pasado, el país experimentó la caída de la actividad industrial más importante desde la crisis de 2002. Según las cifras oficiales del INDEC, ese mes el sector de desplomó un 13,3 por ciento, lo que marca la magnitud del “industricidio” que vive el país desde hace unos años, cuando las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri configuraron este escenario. La retracción generó que, por ejemplo, el año pasado se cerraron 25 pymes por día, una destrucción de empleo casi sin precedentes.
Esto hizo que la Argentina ganara “el mundial de la destrucción industrial”; un informe del Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior (OCIPEX) determinó que el desplome nacional fue el más importante del planeta. El descenso interanual argentino del 7,2 por ciento fue el más alto del mundo, superando a otras naciones en crisis, como Kazajistán, Jordania o Burundi.
Los datos oficiales se suman a otros indicadores internacionales que ponen al país al tope de los problemas económicos y sociales, como ocurre con la inflación, la más alta de la región sin contar a la arrasada Venezuela. Por la crisis de producción, el próximo 4 de abril se prepara una gran marcha sindical, que promete ser multitudinaria, y que en las últimas horas sumó más participantes, como la propia CGT.
Realidad desastroso
El informe de OCIPEX se conoció este lunes, y a partir de datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) armó una tabla de los países con mayor desplome de la actividad manufacturera. El trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical, analizó los datos de la actividad en el período que va del tercer trimestre del 207 al tercer trimestre del año pasado.
La argentina tuvo en ese lapso del tiempo una caída del 7,2 por ciento, la más alta del planeta. Detrás quedaron Kazajistán (5,6 por ciento), Jordania (5,3), Malta (4,1) y Burundi (3,2). La tabla se elaboró con datos de 80 países, en la cima del crecimiento está el vecino país Uruguay, con una crecimiento del 16,1 por ciento, seguido por Mongolia (11,4), Bangladesh (11,2), Albania (10,1) y Ecuador (8,7).
“Como para conjurar de antemano cualquier apelación a ‘tormentas globales’ o a escenarios de crisis generalizadas, el reporte de ONUDI señala que la producción industrial en países en desarrollo y emergentes transita su etapa más dinámica de los últimos trimestres, anotando una tasa de crecimiento global del 3 por ciento”, destacó el informe del observatorio internacional.
“En ese sentido, lejos de obedecer a dinámicas globales o regionales, puede decirse que el triste primer puesto que le toca ocupar a la industria argentina en este ranking mundial no tiene otras causales que la brutal caída del consumo local, el ascenso astronómico de las tasas de interés y la devaluación de casi 80 por ciento entre mayo y agosto de 2018, la cual impactó de lleno en el poder adquisitivo y en la capacidad de importar bienes intermedios y de capital para la producción”, analizó el informe de OCIPEX.
Dolor de cabeza
El desplome de la actividad es una de las principales preocupaciones de la actualidad. El 2018 será recordado como uno de los más nefastos, con números similares a los de la crisis del 2001 y 2002.
En el último Estimador Mensual Industrial elaborado por el INDEC, que mide 12 rubros, 10 presentaron retrocesos superiores al 10 por ciento, incluyendo el desastroso 32,2 por ciento de la industria textil, uno de los sectores más golpeados por el “industricidio” iniciado en 2015.
Por su parte, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) denunció que desde diciembre de 2015 ya han cerrado sus puertas más de 9.600 pymes, “en una situación que pone en jaque miles de trabajos ya que ese sector representa, aproximadamente, el 70 por ciento del empleo privado registrado”. Esto hace que 25 pymes por día cerraron desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. Estos datos se corroboran con los que maneja la ONUDI, la agencia especializada de las Naciones Unidas que promueve el desarrollo industrial.
Sube el desempleo
La caída industrial empujó la suba de la desocupación, que el INDEC ubicó la semana pasada en el 9,1 por ciento. Desde los gremios, los sectores más combativos conformados alrededor del Frente Sindical para el Modelo Nacional comenzaron a organizar una marcha a favor del trabajo argentino, en una marcha que promete ser multitudinaria. A partir de la presión de estos sectores, en los últimos días comenzaron a sumarse nuevos participantes, como las dos CTA 8que son parte del frente), la fracción perón de la CTA Autónoma, y otros. Incluso la conducción de la CGT decidió adherir a la protesta, aunque no se sabe la intensidad de este apoyo.
Fuentes de Azopardo consultadas por Gestión Sindical indicaron que “esta semana se harán consultas a los dirigentes que forman la confederación, tanto los que están en el consejo directivo como quienes no forman parte de la conducción. La idea es consensuar la participación”. En el seno de la central obrera no quieren “ponerle el cuerpo” a una actividad que el Frente Sindical “intentará capitalizar”.
Pero no quieren quedar expuestos por no acompañar. “No queremos que pase lo del 8 de marzo”, dijo una de las fuentes, recordando los reproches que recibieron durante el acto central del día de la Mujer, porque supuestamente no aportaron los fondos y la organización que habían comprometido. La crítica apuntó también a las dos CTA, que se defendieron de las quejas.
Suma de voluntades
En cuanto a las nuevas adhesiones, en los últimos días la fracción Perón de la CTA Autónoma se reunió con dirigentes metalúrgicos y confirmó su participación en la jornada. Esto se cristalizó a partir de un plenario de la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria (CNTI), donde la conducción de la central obrera ratificó lo que había acordado la conducción, encabezada por Ricardo Peidro.
En ese plenario, la dirigencia presentó un informe del Observatorio del Derecho Social, donde asegura que “130.000 puestos de trabajo se perdieron en el sector privado registrado en 2018 y la caída del salario real fue del 12 por ciento”.
“Se ha notado en la industria por las políticas anti-industriales del gobierno, cuyos números negativos duplican los del resto de los rubros de la economía”, agregó el trabajo. Además, esta central obrera (que se desprendió del espacio que conduce hablo Micheli) acodó realizar una jornada de lucha propia, antes que cierre abril, con marchas en todas las provincias, que pedirá entre otras cosas el pedido de una ley que declare la “emergencia tarifaria”.
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