Docentes porteños rechazan la idea de volver a las clases presenciales en septiembre: “Es una locura”
El gobierno dejó trascender que el 7 de septiembre podrían volver algunos cursos, pero para la dirigencia sindical no están dadas las condiciones”. Desde Ademys afirman que ni las escuelas están en condiciones ni la pandemia está controlada para dar tal paso. Además, reclaman que se cumpla el acuerdo salarial de este año y se garanticen condiciones de conectividad para alumnos y docentes.
Diego Lanese / Especial para Gestión
Desde este lunes, distintas localidades de la provincia de San Juan volvieron a las clases presenciales, en el marco de un plan que busca que en las zonas del país donde hay muy poca circulación del coronavirus se puedan abrir las escuelas, con protocolo sanitario y limitado a pequeños grupos de alumnos. El caso sanjuanino es el primero, ya que Catamarca y Santiago del Estero, que pensaban dar este paso decidieron postergarlo por varios contagios. Por eso sorprendió que ayer jueves distintas versiones periodísticas indicaran que la Ciudad de Buenos Aires se analizara volver a abrir las aulas, de manera escalonada. Incluso se puso el 7 de septiembre como fecha tentativa, según la información que circuló, y apuntaría a los chicos que perdieron todo contacto con el sistema educativo, que según los datos son poco más de 5 mil.
Si bien a las pocas horas se puso en duda la información, el tema generó alarma en los gremios docentes, que consideraron “una locura” anunciar una noticia así cuando se acaba de informar la mayor cantidad de contagios de Covid-19 en el país. Además, la dirigencia sindical apuntó a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta por incumplir el acuerdo paritario de marzo, y por no facilitar a alumnos y docentes elementos para garantizar las clases virtuales en la primera mitad del año.
La versión de la vuelta a clases presenciales circuló en varios medios, y apuntó a un esquema de retorno que incluirá a los chicos que tuvieron “poco o nulo contacto a distancia con la escuela desde marzo” en una primera etapa, y en una segunda a los alumnos de los cursos “considerados prioritarios”, aquellos de los últimos años de cada nivel: tanto séptimo grado como quinto año.
“Oficialmente no tenemos ninguna novedad, oficialmente lo único que tenemos son las noticias periodísticas, aunque suele pasar que el gobierno porteño comunique antes con los medios que con los actores en este caso del sector educativo”, sostuvo Jorge Adaro, secretario Adjunto del gremio Ademys. El dirigente le comentó a Gestión Sindical que los dicentes tuvieron una reunión con la gestión de Rodríguez Larreta donde se habló de la vuelta de las clases presenciales, pero “se dijo que no había ninguna fecha confirmada, pero ahora surge este trascendido”.
Adaro afirmó que “este viernes el gobierno convocó a los supervisores escolares, no sabemos muy bien que las van a decir, pero ante esta información y esta reunión definimos nuestra oposición a esta medida, que es una locura”.
Para Ademys, “no están dadas ni las condiciones epidemiológicas ni de seguridad e higiene básicas para el retorno a las clases presenciales”. “Más allá de si las escuelas están en condiciones o no, cuando ni siquiera estás en una meseta de casos de coronavirus”, agregó Adaro.
Además, el dirigente criticó que “se comunica esta idea cuando se informan 200 muertos y se supera en 7 mil casos los infectados, con un promedio de 5 mil casos diarios. No se puede hablar de volver a los colegios, porque además hay que pensar que los chicos tienen que usar el transporte público, por ejemplo”.
Para el gremio, los protocolos de Nación como los de Ciudad pensados para la vuelta a clases presenciales “son absolutamente impracticables en las escuelas públicas porteñas, como ocurre en la mayoría del país”, ya que “no se han realizado las obras necesarias de reparación y acondicionamiento de infraestructura, ni se ha destinado el presupuesto necesario para la compra de insumos de limpieza básicos y la contratación de personal de limpieza de refuerzo”.
A las pocas horas, también por los medios, fuentes del Ministerio de Educación de la Ciudad salieron a desmentir la fecha, pero la idea quedó de alguna manera instalada en el sector.
Según el borrador que circuló por estas horas, el reinicio de clases apuntaba a los 5.134 estudiantes que según los datos que maneja la cartera educativa porteña no tuvieron ningún contacto con sus docentes desde marzo. Estos alumnos no tienen posibilidad de cumplir las clases virtuales, una dificultad que según los gremios la gestión de Rodríguez Larreta no hace nada para que puedan acceder a los contenidos educativos y las clases a distancia. “Es una nueva traición al sentido común, la Ciudad más rica del país no debería tener los mismos problemas en esa materia que el resto, pero no es así”, dijo Adaro.
Para el dirigente, por los problemas de conectividad “es muy difícil el sostenimiento de la tarea virtual, no hay elementos ni herramientas tecnológicas para esto, no todos los alumnos tienen computadora, lo mismo los docentes”. “El proceso que se viene dando para sostener esta modalidad es a costa incluso de las familias y los trabajadores, el gobierno no puso nada, no resolvió ni un solo problema para sostener la actividad educativa en estos meses de virtualidad”, insistió.
En tanto, la semana pasada, al inicio de la segunda mitad del ciclo lectivo 2020, Ademys y otros gremios como la UTE realizaron un “paro virtual” de actividades, para denunciar el incumplimiento de la paritaria por parte del gobierno porteño. “El viernes anterior del inicio del receso escolar el ministerio de Educación convocó a los gremios y anunció que no iba cumplir el acuerdo salarial firmado en marzo, lo que establece el congelamiento salarial para los docentes.
Por eso realizamos las 72 horas de protesta, y seguimos con nuestro plan de lucha para que se cumpla lo que ellos mismos firmaron”, explicó Adaro. Según el acuerdo firmado a comienzos del año, los docentes debían recibir una suba del 20 por ciento en dos tramos, un 13 por ciento hasta julio y un 7 por ciento en agosto. Ese segundo incremento es el que no se pagará. “Esto es también dentro del problema de la cuarentena y la pandemia es una señal muy clara de quien debe hacerse cargo según el gobierno porteño de los costos de la crisis: no nos grandes empresarios, sino los trabajadores”, remarcó Adaro. En este sentido, este mes muchos trabajadores de la educación de Ciudad de Buenos Aires todavía no recibieron el medio aguinaldo de junio, que fue pagado en cuotas.
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