Después de negarse a reincorporar a 5 despedidos durante la caurentena y recibir una multa, la tradicional empresa Dánica cerró su planta en Llavallol
En la firma productora de margarinas trabajan unas 150 personas. La medida fue dispuesta luego de que no se acatara una conciliación obligatoria.
Es el caso de la tradicional marca Dánica, con unos 80 años de historia, que esta semana cerró su planta en Lavallol, en el conurbano boanerense, luego de un conflicto gremial. En ese predio, donde fue fundada a fines de la década del ’30 trabajaban unas 150 personas y se producían margarinas de origen vegetal.
“El cierre de la planta, que impacta en la comunidad en un contexto agravado por la recesión económica y por la emergencia de COVID-19, tiene su origen en un desmedido reclamo salarial de los gremios de Federación Aceitera”, señaló la empresa, que es propiedad del Grupo Beltrán, una firma cordobesa que se dedica principalmente a la faena ganadera, con ocho plantas frigoríficas. Según explicaron, los gremios exigen pautas salariales propias del mercado exportador y que resultan «excesivamente onerosas” para su actividad.
El conflicto que llevó al cierre de comenzó cuando la empresa se negó a acatar la conciliación obligatoria, por la que debía reincoporar a cinco empleados que habían sido despedidos, según relataron fuentes del Gobierno de la provincia de Buenos Aires. “Se dictó una conciliación obligatoria y la empresa decidió no acatar y poner un candado a la planta, por lo cual, el resto de los trabajadores no pueden ingresar”, señalaron.
El Gobierno bonaerense puso en marcha un proceso para la aplicación de una sanción que de 3 millones de pesos. Pero aún restan varias instancias: la empresa presentó un recurso y si el Ministerio lo rechaza —que es lo más probable—, aun pueden presentar un descargo. “Hay tiempos de procedimientos, pero se trata de una falta grave y le cabe una sanción”, explicaron.
A través de un comunicado publicado el miércoles, la empresa Dánica argumentó que tomaron la decisión frente a “costos laborales excesivos” que no pueden afrontar y por el efecto de un quite de colaboración que realizaron los sindicatos en plena cuarentena.
Por ser una firma alimenticia, Dánica está dentro del grupo de actividades esenciales. De acuerdo a su explicación, dentro de las medidas dispuestas para minimizar el riesgo de contagio del coronavirus, dieron licencia a 24 trabajadores que estaban dentro de los grupos de riesgo y realizaron una reorganización interna con jornadas de trabajo suplementarias. Los trabajadores que se negaron a estas jornadas fueron desvinculados y los despidos provocaron protestas del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera (Soeia).
“El Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires dispuso una conciliación obligatoria que no fue acatada por los propios dirigentes gremiales que la solicitaron, todo lo cual redundó en un jaque operativo para el establecimiento”, de acuerdo con el comunicado de los directivos de Dánica. La empresa intenta ahora que el conflicto se resuelva en el marco del Procedimento Preventivo de Crisis que venía tramitando ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
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