CGT: rechazo a la reforma laboral pero apertura a «consensuar una modernización»
 
  
    La mesa chica ampliada de la CGT se reunió durante casi cuatro horas, con presencias y ausencias muy significativas.
La cumbre de la CGT realizada en la sede de la UOCRA dejó dos grandes conclusiones. Por un lado, la existencia de una postura definida contra la reforma laboral pero sin un rechazo absoluto sino con la idea de «consensuar» -algo que en la propia CGT consideran poco probable- antes de oponerse con medidas de fuerza. Por otro lado, la muestra de que la interna de cara a la renovación de autoridades en la central obrera, que debe resolverse en menos de una semana.
Luego de un debate de casi cuatro horas se coincidió en impulsar un mix de acciones en relación con el proyecto de reforma laboral flexibilizadora del Gobierno, incluyendo la negociación en el Consejo de Mayo, los contactos con los gobernadores y los legisladores, la eventual impugnación ante la Justicia y la realización de medidas de fuerza.
En la reunión de mesa chica ampliada, de la que participaron representantes de unos 64 sindicatos, también se avanzó con la organización del Congreso del 5 de noviembre, en el estadio de Obras Sanitarias, donde se elegirá la nueva conducción que tendrá mandato hasta 2029.
Reunión de la CGT: quiénes estuvieron y quiénes no
La ausencia más notoria en el encuentro, en el que estuvieron casi todos los principales dirigentes de la CGT, fue la del sector alineado con Luis Barrionuevo, ya que ni siquiera concurrió Carlos Acuña (estaciones de servicio), uno de los actuales secretarios generales de la central obrera. Otros barrionuevistas ausentes fueron Argentino Geneiro (gastronómicos), Daniel Vila (Carga y Descarga) y Oscar Rojas (maestranza).
El motivo es que están en desacuerdo con la postulacion de Cristian Jerónimo (sinicato del Vidrio) para ser uno de los nuevos secretarios generales, como proponen Gerardo Martínez, José Luis Lingeri y un bloque de unos 30 gremios. También se ausentaron Mario Calegari (UTA) y Omar Maturano (La Fraternidad), que apoyan la posición barrionuevista.
En cambio, sí participaron representantes del sindicalismo kirchnerista enfrentados de manera expresa con la conducción de la CGT y que nunca aparecen en estas reuniones: Abel Furlán (UOM) y Mario Manrique (SMATA), quien renunció a la secretaría gremial de la central en octubre del año pasado, estuvieron en la UOCRA.

Del encuentro formaron parte, entre otros, el anfitrión Gerardo Martínez, los secretarios generales Héctor Daer (Sanidad) y Octavio Argüello (Camioneros), candidatos a la secretaría general como Jerónimo, Jorge Sola (Seguros) y Maia Volcovinsky (Judiciales), y dirigentes de sindicatos de peso como Hugo Moyano (Camioneros), Armando Cavalieri (Empleados de Comercio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Felipe Carrillo (UPCN) o Amadeo Genta (municipales).
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También estuvieron Sergio Romero (docentes), Víctor Santa María (encargados de edificios), Omar Plaini (canillitas) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza), entre otros, además de Alejandro Gramajo (UTEP) como invitado.
Una reforma laboral «acordada»
Durante el debate, Martínez, quien participa en nombre de la CGT del Consejo de Mayo del que recientemente amagó con irse, tuvo que explicar que allí nunca se plantearon propuestas como la reducción de las indemnizaciones, los cambios en la jornada laboral y las vacaciones o la limitación de la ultraactividad de los convenios, a diferencia de lo que sí circuló en estos días como borrador del Gobierno para llevar al Congreso.
Lo que salió de la reunión fue una postura crítica, en contra de la reforma laboral, pero no de rechazo absoluto, sino con la idea de «darle batalla al Gobierno» si pretende avanzar en una reforma «no consensuada con el sindicalismo» y otros sectores.
Las alternativas de la CGT contemplan en principio mantener las negociaciones en el Consejo de Mayo con la idea de avanzar en un proyecto de ley que sea fruto de una conclusión conjunta, pero también la realización de un plan de lucha con paros y movilizaciones en caso de que se quieran imponer cambios que “afecten los derechos de los trabajadores”.
Además, se impulsarán reuniones con los gobernadores y con los bloques legislativos en procura de rechazar una reforma laboral sin consenso y, a la vez, ir en busca de una propuesta acordada de “modernización laboral”.
Al margen del tema de la reforma laboral, se aprobó el padrón de organizaciones que elegirán la nueva conducción de la CGT (hay un total de 1.200 congresales registrados) y, aunque sería una sorpresa que no se mantenga el esquema de triunvirato, todavía no se terminaron de definir los nombres. Sin embargo, trascendió que se mantendrían firmes las candidaturas de Jerónimo y Sola, mientras que el tercer lugar podría ser para Argüello o Volcovinsky.
 
									 
									 
									



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