Vendedores ambulantes contra la «Ciudad Limpia» de Jorge Macri: «necesitamos trabajar»
Jorge Macri insiste: en las veredas porteñas no hay lugar para los vendedores ambulanes.
Feriantes, puesteros y manteros denuncian una política de “exclusión” por parte de Jorge Macri. Los detalles de una organización que empezó a crecer.
Vendedores ambulantes y feriantes que recorren los barrios de la Ciudad de Buenos Aires hace meses que empezaron a verse las caras para organizarse y plantar resistencia ante las limitaciones que tienen para trabajar. Denuncian que el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, hizo todo lo posible para “excluirlos” de sus lugares de trabajo y empezaron a generar acciones para visibilizar su situación.
En principio, el lunes dieron un primer paso que consideraron muy valioso: se reunieron frente al Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana ubicado en la avenida Martín García 346, en el barrio de Barracas, para reclamar ante la falta de respuesta del ministro Ignacio Baistrocchi.
El funcionario, dicen desde el lado de los trabajadores, ya sabe al detalle el panorama y los planteos que están a la vista: hace más de dos meses que los puesteros fueron desalojados de las calles y de los predios feriales que habían sido habilitados por el Gobierno de la Ciudad y para los cuales habían otorgado permisos de venta y establecido puestos señalizados para los vendedores.
Ciudad Limpia, «una política de exclusión»
“Esto responde a una política de exclusión llamada Ciudad Limpia que se enfoca en sacar de las calles a quienes menos tienen: vendedores ambulantes, feriantes, manteros e incluso gente en situación de calle, pero no contemplan una repuesta real para esta población que necesita seguir trabajando”, se quejaron las personas que se desempeñan en el día a día en las calles y ferias del distrito porteño.
Los trabajadores son en su mayoría mujeres jefas de hogar con hijos, discapacitados, jubilados pensionados y extranjeros, para los cuales la venta es lo que les permite sobrevivir día a día. Recalcan: “No hay mafias, no hay mas que personas, laburantes que quieren una navidad en paz, con comida en la mesa”.
Entre las críticas a Baistrochi, se destaca una en particular: no tuvieron ninguna propuesta de reubicación por parte de a administración Macri, pese a las reiteradas presentaciones de escritos.
La acusación es que el Gobierno de la Ciudad responde con “represión, persecución, discriminación y robo de la mercadería. El conflicto se da en un contexto de ajuste, crisis económica y social, hoy cientos de familias se ven afectadas por la criminalización por parte del gobierno y piden una respuesta urgente”.
Jorge Macri está contento
El objetivo de sacar a los vendedores ambulantes, puesteros y feriantes de las calles de la Ciudad de Buenos Aires nunca fue algo ocultado por Jorge Macri. El intendente está contento y cada vez que puede relata que los barrios ganaron “en tranquilidad y seguridad” y destaca que se trató de un “esfuerzo sostenido para mantener el orden”.
Además, según aseguran las autoridades porteñas, los comerciantes y vecinos expresan su satisfacción por la recuperación del espacio público, sobre todo en zonas como la de la avenida Avellaneda y Once, principales lugares en los que se desempeñan los trabajadores y que, más allá del punto de vista de la administración Macri, continúan teniendo una impronta caótica.
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“La usurpación del espacio público generaba inseguridad, desorden, suciedad y una competencia desleal para los comerciantes”, afirmó Macri. También destacó que el objetivo principal no es un cambio temporal, sino garantizar que las calles y veredas permanezcan libres de ocupaciones ilegales.
“Nuestro compromiso es el trabajo en conjunto con los vecinos y comerciantes, porque no se trata de venir un día, levantar y que después todo vuelva a ser lo mismo. Eso generó en el pasado mucha frustración en la gente”, sostuvo el jefe de Gobierno.
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