Hugo Moyano es dialoguista en la CGT, pero en Camioneros «no se jode»: tensión por la falta de acuerdo paritario

En la primera reunión por las paritarias de los Camioneros, las diferencias entre las partes fueron muy grandes. El gremio advirtió: “No resignaremos nada”.

La primera audiencia para negociar la paritaria de los Camioneros fue negativa y ya generó tensión. Luego de que las cámaras empresarias hicieran un ofrecimiento que fue considerado muy escaso, el gremio conducido por Hugo Moyano advirtió: “Con nuestros salarios no se jode”.

En el primer encuentro formal llevado a cabo en la Secretaría de Trabajo, el sindicato reclamó aumentos mensuales en torno al 5% y el tradicional bono de fin de año que, si se actualiza por inflación lo que se cobró en 2023, ahora debería alcanzar los 650 mil pesos.

La contrapropuesta, que estuvo lejos de ser bien recibida, fue otorgar incrementos que están por debajo de la inflación proyectada en base a los números del INDEC. En cuanto a la gratificación extraordinaria, desde el sindicato dejaron saber que sí podría haber un acuerdo. Sin embargo, en términos generales la diferencia fue amplia.

Camioneros, firmes: “Les vamos a tirar con todo”

De cara a la próxima reunión, que será el martes que viene, el secretario adjunto de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, Jorge Taboada -el elegido por Hugo Moyano para ocupar el lugar que abandonó su hijo Pablo en la CGT-, remarcó que el gremio busca “cerrar una paritaria para diciembre, enero y febrero de 5 puntos por mes y un bono de $650.000 a pagar en tres veces”.

Y agregó, en tono amenazante: “A la hora de discutir los salarios les vamos a tirar con todo lo que tenemos porque con eso no se jode. Es el plato de comida de un millón de personas y no estamos dispuestos a resignar nada”.

Además el dirigente que secunda Hugo Moyano en la Federación afirmó que están «dispuestos a llevar la pelea salarial a la instancia que sea necesaria”.

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Luego apuntó que “los empresarios tienen que entender que los gobiernos pasan y los sindicatos quedan”. Y si bien consideró que “las discusiones son difíciles porque hay argumentos necesarios de los dos lados”, dejó en claro que el principal argumento del sindicato es que «el trabajador no está llegando a fin de mes”.

El también líder del Sindicato de Camioneros de Chubut insistió en que lucharán para que “ningún trabajador pierda poder adquisitivo”. Respecto del bono de fin de año dijo que “ya es un derecho adquirido y una ayuda a la obra social de un determinado monto, porque se hace casi imposible sostenerla con los montos que se manejan actualmente”.

¿Se rompe el techo que pone el Gobierno?

Taboada anticipó que si en la audiencia del martes no logran un acuerdo tomaán «las medidas de fuerza que correspondan”. Y se tomó un tiempo para criticar al Gobierno: “Dibuja una inflación que no es real. Los elementos básicos de la canasta de los trabajadores aumentan todos los días y no tiene nada que ver con los índices inflacionarios que dice Nación. Todos sabemos que el sueldo cada vez alcanza menos”.

En ese sentido, remarcó que “el consumo en la Argentina bajó y es responsabilidad del Gobierno y de los empresarios hacerse cargo de las necesidades de los trabajadores”.

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El Gobierno siempre sigue de cerca las paritarias de Camioneros porque se trata de un sindicato que puede generar conflictos que compliquen el desarrollo de la economía y porque, a diferencia de otros que también tienen alto poder de fuego, suelen volverse una referencia para otras negociaciones salariales.

En esta ocasión la negociación preocupa especialmente a la Casa Rosada, ya que el aumento del 5% mensual pedido rompe por mucho con el techo salarial que se busca imponer.

En el Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo la postura parece más flexible que hace unos meses, cuando el ministro pretendía acuerdos que no superaran el 2% mensual y la inflación le volvió imposible ganar esa batalla. Pero tampoco es tan diferente y ningún acuerdo que pase del 3% de aumento mensual y que pretenda que los trabajadores recuperen algo de lo que perdieron contra la inflación tendrá buena recepción.