Nuevo fracaso de la reforma sindical: Pichetto, clave en la caída del proyecto

La reforma sindical de la UCR que busca limitar la reelección indefinida no obtuvo dictamen de comisión y no llegará a Diputados.

El proyecto de reforma del modelo sindical argentino que impulsa la UCR volvió a fracasar. La reforma sindical propuesta por Martín Tetaz e impulsada por el bloque radical proto-oficialista no logró reunir las 16 firmas que necesitaba para poder ingresar al recinto de la Cámara de Diputados de la Nación. 

Tras la caída de la propuesta -que entre otras cuestiones busca poner un límite a la reelección indefinida en los sindicatos-, el diputado de Encuentro Federal (EF) Miguel Ángel Pichetto quedó en el centro de la escena por haber sido quien «se guardó la lapicera» de la firma clave para llegar a las 16, y así bloquear el tratamiento de la iniciativa conocida como Democracia Sindical.

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Cuando tomó la palabra durante la reunión de la Comisión de Legislación del Trabajo, Pichetto consideró que “el Gobierno se planteó un objetivo ambicioso”, y advirtió que “no alcanza con un debate meramente parlamentario”.

De esa manera dejó en claro su satisfacción por la frustrada propuesta que apunta contra la cantidad de períodos en los que pueden ser elegidos los representantes sindicales, la forma de dicha elección, la participación de las minorías, la perspectiva de género, la libertad de obra social, y la forma de financiamiento de los sindicatos, incluida la discusión de las cuotas sindicales.

Por su parte, el diputado nacional de Unión por la Patria Sergio Palazzo se expresó en la misma dirección, al evaluar que “es un tema que tienen que resolver los afiliados y no nosotros con una ley”.

Y agregó: “No acompañamos la posición del proyecto presentado porque entendemos que se vulnera el principio de autonomía sindical consagrado en el convenio 87 de la OIT”.

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Además, el titular de La Bancaria remarcó que “las asociaciones sindicales pueden libremente pactar cuota solidaria porque el sistema sindical argentino, inclusive, es distinto al sistema sindical en otros lugares del mundo”, ya que “defiende no sólo al afiliado, sino también al no afiliado. Y los comprende a todos en un convenio colectivo”.

La caída del proyecto generó un gran fastidio no sólo entre los impulsores de la iniciativa sino en el propio Gobierno nacional, que estaba decidido a apoyarla.

Pichetto y su postura

Según se supo, el oficialismo había aceptado aportar sus cinco rúbricas, pero eso no alcanzó para avanzar. El texto sólo obtuvo 15 firmas de las 31 que tiene la comisión. 

La decimosexta iba a provenir de la cordobesa Alejandra Torres, de EF, pero a último momento salió Torres y entró Pichetto, quien llegó con la clara decisión de voltear la iniciativa. El otro representante de ese bloque en la comisión fue el sindicalista Jorge Ávila, de Chubut, quien tampoco firmó.

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Pichetto siempre dejó en claro su posición, al igual que se ocupó de recordar los cambios a la legislación laboral que se incluyeron en la Ley Bases. 

“Vengo a plantear mi rechazo. Este Congreso ha hecho un refuerzo extraordinario, con el abordaje de las primeras relaciones laborales. Hemos eliminado las multas, extendido el período de prueba e incorporado el sistema voluntario (cese laboral). Son tres elementos muy importantes”, argumentó.

E insistió en que “para abordar este tema no alcanza con el debate parlamentario. Hay experiencias de gobiernos que fueron frustrantes. Basta recordar la Ley Mucci (que también buscaba reformar los sindicatos) que fracasó en la primera salida del Gobierno de (Raúl) Alfonsín con esta cuestión”.