El avance del Gobierno contra la AFIP descolocó a la CGT, que por ahora cerró el diálogo
Se reactivó el Frente de Gremios Estatales y la CGT suspendió los encuentros previstos para hablar sobre la reforma laboral.
La tensión entre la CGT y el Gobierno volvió a resurgir debido a dos decisiones que tomó el oficialismo, dos determinaciones, en la AFIP y los ferrocarriles, que llevaron a líderes sindicales a levantar la guardia y prepararse para la pelea, con una reunión con las altas esferas de La Libertad Avanza que quedó en punto muerto.
Aunque parezca increíble a esta altura, en la calle Azopardo generaron sorpresa y decepción los avances de la administración libertaria contra la AFIP, con un recorte de más de 3 mil personas que complicará el funcionamiento del organismo recaudador de tributos, y la privatización del Belgrano Cargas.
Por eso se reactivó una reunión del Frente de Gremios Estatales, este miércoles por la tarde en la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), el sindicato de estatales que dirige Andrés Rodríguez y que viene teniendo una relación ultra-cordial con el Gobierno.
Qué es el Frente de Gremios Estatales
Este Frente es un colectivo que agrupa a todas las primeras figuras gremiales estatales, que se conformó para rechazar los primeros despidos que se realizaron en el Estado ni bien asumió Milei y que hoy, como asegura una fuente sindical a Gestión Sindical, “está mas fuerte que nunca”, para dar batalla a nuevos ajustes de personal.
Allí aparece, entre otros, José Luis Lingeri, del gremio de Obras Sanitarias, integrante de la mesa chica cegetista.
“Estamos convencidos que los ataques permanentes tanto al Estado como a las organizaciones sindicales, se deben a que esas instituciones son la última barrera contra la implementación de un capitalismo salvaje sin medidas”, señalaron desde el Frente con un comunicado contra el Gobierno.
Allí aseguraron que habrá respaldo total a las luchas que cada gremio encare. En esa línea, apuntaron que apoyarán “las luchas llevadas a cabo por los trabajadores de la AFIP, las universidades, los poderes legislativo y judicial y de la administración pública” y se expresaron tanto en contra de las privatizaciones “como de la eliminación de organismos públicos en forma indiscriminada e irracional”.
La CGT cortó los canales de diálogo
Bajo este marco de conflicto, la CGT se encargó de suspender un encuentro con miembros del Gobierno y los empresarios más importantes nucleados en el G6.
La idea del cónclave era avanzar hacia una instancia administrativa, vía decreto o resolución, que se conforme con abogados de los ejecutivos y del sector sindical además de la Secretaría de Trabajo, para determinar qué sucede cuando un trabajador bloquea o toma una fabrica o emprendimiento comercial, un tema que está plasmado en el artículo 94 de la reforma laboral de la ley Bases y que fue motivo de disputa entre la central y los empresarios.
Aunque la UTA habla con el Gobierno, los colectivos están cada vez más cerca de parar el 30
En la Casa Rosada, había seguridad de inaugurar un diálogo “productivo” y pese a la oposición de los empresarios, que no quieren cambios sobre el apartado bloqueos, apostaban a un entendimiento, tras varias charlas informales previas y una reunión en el despacho del jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
De hecho, en el oficialismo hay dirigentes que quieren acordar con la CGT el tema bloqueos, porque consideran que no pueden existir despidos arbitrarios, algo que permitiría la normativa que está en el Boletín Oficial y que, a la vez, abriría las puertas a infinidad de juicios.
Pero los puentes de contacto explotaron esta semana y no hay todavía señales de acercamiento de las partes. Los hombres del G6 levantaron el pulgar: quieren dilatar tiempos y que no se produzcan modificaciones.
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