El INCAA sigue el camino de Télam: por ahora el Gobierno paga sueldos pero para que no funcione

Igual que en la agencia de noticias, los trabajadores del INCAA fueron «dispensados» de sus tareas. Se cerró la recepción de proyectos.

El INCAA desde el 10 de diciembre está en serios problemas: la administración de Javier Milei está decidida a cerrar el instituto a toda costa y a ese objetivo dedica esfuerzos y resoluciones. Este lunes, el Gobierno informó que todos sus empleados quedaron suspendidos hasta nuevo aviso bajo una reorganización que piensa implementar. No obstante, los trabajadores prometen resistencia.

Como ya pasó en Télam, la resolución 64/2024 publicada en el Boletín Oficial deja bien claro que lo que se busca el cierre del organismo. El instituto ya entró en plan de desguace a principos de marzo, sin políticas de funcionamiento y con el mismo presupuesto de 2023.

La diferencia con lo ocurrido en la agencia estatal de noticias es que en el Instituto de Cinematografía ya, hace poco más de un mes, hubo 170 despidos.

Hablan de «reestructuración»

Luis Pirovano, el economista sin ninguna experiencia en gestión cultural que el Gobierno designó presidente del INCAA, indicó que se tomó la decisión ante “el contexto de la crisis económica general e importante déficit fiscal que atraviesa el país desde hace décadas”.

Por eso, se avanzó hacia “la supresión de Unidades Operativas de primero, segundo, tercero y cuarto nivel operativo, y con ello de las Funciones Ejecutivas y de Jefatura correspondientes a los cargos oportunamente creados, una readecuación general de acciones y una posterior revisión de la dotación del personal afectado”, tal como figura en el texto oficial.

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Hay más: la disposición incluye la supresión de “toda Unidad Organizativa creada en el ámbito del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales que no se corresponda con la presente resolución”.

Desde Balcarce 50 dicen que, pese a todo lo realizado, no habrá un cierre definitivo. Se limitan a hablar de forma extraoficial de “reestructuración para los tiempos que corren”.

“La nueva organización responde a una realidad, el INCAA no va a seguir regalando dinero. Esa etapa terminó. Cambia la modalidad de fortalecimiento de la industria”, aclararon.

Trabajadores del INCAA en pie de guerra

La delegada gremial del INCAA, Ingrid Urrutia, indicó que en el marco del plan de lucha de ATE realizarán “semaforazos”.

Según la representante sindical, la gestión busca aniquilar todo lo que sea público: “Como todos los asesinos o genocidas de lo público, los mandan primero para matar lo público y después, privatizar y hacer negocios con lo que queda: fue la historia del menemismo que terminó con las privatizaciones. Para hacerlo no tienen problema en pisotear sus propios dichos».

Urrutia, profundizó: “La función principal del INCAA, institucionalizada en la Gerencia de Fomento, ha sido reemplazada por una subgerencia de ‘Promoción’, debajo de una ‘Gerencia de Políticas Públicas’, con solo dos objetivos específicamente declarados: concursos y créditos bancarizados.

«Sin exageraciones -advirtió-, esto haría desaparecer a la producción independiente de cine argentino, a la producción de documentales y a cualquier otro tipo de realización ajena a las lógicas del mercado”.

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Algunos datos que hablan de lo que pasa en el INCAA: tiene 645 empleados y unos 500 son de planta permanente. En 2022 -último dato disponible-, el sector audiovisual contribuyó a la economía total con 967.241 millones de pesos, lo que representa 5,2% de la economía argentina.

A comienzos de este mes, en la Libertad Avanza marcaron un horizonte al suspender, en principio por un plazo de 90 días, “la recepción de todo tipo de proyectos que se realicen mediante el sistema de ventanilla continua, en los que se soliciten ayuda financiera del organismo».