Jubilaciones: cómo fueron los últimos años de la Ley de Movilidad que Milei quiere derogar de un plumazo
El Presidente propone aumentos discrecionales del Ejecutivo en lugar de fórmulas de cálculo que cambiaron con cada gobierno y dejaron a las jubilaciones casi siempre por debajo de la inflación. Un repaso de los resultados.
El presidente de la nación, Javier Milei, envió un proyecto de Ley Omnibus en el que modifica varias áreas sensibles del Estado. Una de ellas es el sistema de movilidad de las jubilaciones, algo que sufrió modificaciones desde su inicio en el 2008 con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero pocas veces permitió que los haberes no perdieran con la inflación. El libertario hace pie en esa situación para su apuesta a cambiar de plano, y moverse a su estilo.
En el proyecto que el Presidente envió a la Cámara de Diputados se busca derogar la Ley de Movilidad Jubilatoria que estipulaba un aumento trimestral para todos los jubilados y pensionados.
Ese último aumento de haberes había sido del 20,87% en diciembre, a lo que se sumó un bono de 55.000 pesos para quienes cobraran la mínima.
Si MIlei impone su idea, los aumentos pasarán a ser discrecionales; es decir que dependerá de la buena voluntad del Ejecutivo, que -por caso- hasta el momento no pautó ningún incremento para el conjunto de las jubilaciones sino solamente definió un bono para los beneficiarios de menores haberes, y ni siquiera lo actualizó para cubrir el avance de la inflación.
Por otro lado, los jubilados que cobran el haber mínimo y que accedieron a su jubilación sin moratoria ni Plan de Pago de Deuda Previsional, es decir acreditando 30 años de aportes efectivos, recibirán en enero el complemento del 82 por ciento del Salario, Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), estipulado por ley, que será de 22.207 pesos.
El último aumento dispuesto por el Consejo Nacional del Salario para el SMVM fue del 8,5 por ciento en diciembre, con lo cual ascendió entonces a 156.000 pesos. El grupo de jubilados mencionado debe por ley al menos cobrar el 82 por ciento de esa suma.
La ley de movilidad jubilatoria
Cristina Fernández dió inicio a la ley de movilidad jubilatoria en el 2008 con dos actualizaciones automáticas por año, en marzo y en septiembre, en base a una fórmula que contemplaba la evolución de los salarios y a la recaudación impositiva.
En 2017, bajo la gestión de Mauricio Macri y tras dos jornadas de protestas y represión en las inmediaciones del Congreso, se modificó el cálculo de la movilidad con la aprobación de la Ley Nº 27.426, pasando a actualizar su monto trimestralmente según una fórmula que tenía en cuenta a la inflación y a los salarios.
ENFERMEROS DE LA CIUDAD ESPERAN DEFINICIONES DE JORGE MACRI TRAS UN FALLO DE EQUIPARACIÓN SALARIAL
Esa nueva ley disponía que se contemplara el 70% del incremento de la inflación del trimestre y el 30% del aumento de los salarios privados de ese mismo período.
El cálculo se realizaba con una diferencia de 6 meses. Es decir, para calcular el aumento de junio, se tomaba como referencia el periodo entre septiembre y diciembre anteriores.
Cuando asume Alberto Fernández, elimina esa fórmula de movilidad y otorga cuatro aumentos trimestrales.
Llegado el 2021, el Congreso aprobó la fórmula actual, cuyo cálculo surge de la sumatoria del 50% del aumento trimestral en la recaudación de la ANSES y un 50% por la variación salarial del mismo período.
El poder adquisitivo de las jubilaciones
Con la nueva fórmula de Mauricio Macri, la jubilación mínima cayó un 14% en términos reales (considerando el efecto de la inflación) y casi un 20% en todo su gobierno, teniendo en cuenta que mantuvo el sistema de CFK durante los primeros dos años de su mandato.
Con respecto a la pérdida contra la inflación, Alberto Fernández también se vió afectado, solo que en menor medida.
Con el último aumento otorgado por la gestión de Fernández, la jubilación mínima más el bono fue de $160.713 en diciembre ($105.713 de haber y $55 mil de bono). Sin embargo, el resto de los jubilados que no cobran la mínima no recibió bonos y, por lo tanto, sufrió una mayor pérdida del poder adquisitivo. Teniendo así una caida del 0,4% real, considerando los efectos de la inflación y los diferentes bonos que otorgaron.
Los haberes superiores sufrieron una mayor caída del poder adquisitivo: una persona que cobra el equivalente a 2 haberes mínimos ( $145 mil mensuales promedio en 2023), la caída fue del 23,8%. Quien recibe 3 haberes mínimos (aproximadamente $214 mil mensual en 2023) perdió un 25,1% y quien recibe el haber máximo ($480 mil) sufrió una pérdida del poder adquisitivo del 35,6%.
A mi wue trabaja durante 47 años de aporte ininterrumpido no me pagan lo que me corresponde. Lo tengo en juicio y más allá de no pagar nos castigan sin darnos nada ni bono ni lo que corresponde por tanta antigüedad de dos trabajos eso se llama discriminación y no premio al sacrificio hecho durante tanto tiempo.