Roberto Pianelli, de Metrodelegados: «Emova tiene una actitud canalla y actúa ilegalmente»
El secretario general arremetió contra la empresa concesionaria del subte por no comprar formaciones libres de asbesto y por oponerse a la reducción de la semana laboral.
El conflicto entre la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) y la empresa concesionaria del subte, Emova, fue escalando en las últimas dos semanas. El sindicato le reclama a la firma que compre formaciones libres de asbesto, un material cancerígeno, y también busca lograr una reducción de la jornada laboral y tener dos francos semanales. Para analizar la situación, Gestión Sindical dialogó con el secretario general del gremio, Roberto Pianelli.
«La empresa tiene una actitud canalla. Viven diciendo que no puede prestar servicio por un conflicto gremial, cuando en realidad lo que tienen es un conflicto penal, porque es ilegal que funcionen las formaciones actuales de la línea B», explicó. Y anticipó que los paros y aperturas de molinetes que se realizaron esta semana en las diferentes líneas del subte se repetirán en los próximos días si las demandas no son atendidas.
–Emova asegura que una reducción de la jornada laboral es inviable porque afectaría una operación adecuada del servicio. ¿Qué opina al respecto?
–No es cierto. Hay que tener en cuenta que en todo el mundo el desarrollo de las sociedades, a partir del uso de la tecnología, está llevando a una reducción de la jornada laboral. Acá todavía estamos atrasados en eso, pero ya pasa por ejemplo en Finlandia, Suecia, España, Portugal y en varios países más. Y además hay que tener en cuenta que trabajamos con material cancerígeno, así que lógicamente mientras menos tiempo estemos expuestos, mejor.
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Nosotros somos una actividad que tiene un solo franco y que funciona todo el año. En esos casos en otros países hay jornadas compensatorias, o días extras de vacaciones. Acá no pasa. Y algo más: dentro del transporte somos el único sector que no cuenta con jubilación anticipada. Ya presentamos un proyecto de ley para que se avance en ese tema, aunque ese no es el eje del conflicto hoy en día.
–Respecto a la presencia de asbesto en la línea B, ¿hay algún avance en la solución de ese problema?
— Nada. La empresa siempre promete que van a cambiar las formaciones, pero no cumplen. Y es algo que lo descubrimos nosotros, nadie nos informó. Hasta ahora solo logramos sacar la mitad de ese material, pero sigue contaminando el túnel y afectando a los trabajadores y también a los pasajeros, que están expuestos a eso.
–¿Cuál es la postura del Gobierno de la Ciudad en este punto?
–Ya le planteamos la cuestión y ellos labraron dos actas para la compra de las formaciones pero sigue sin efectivizarlo, porque todavía no sacaron la licitación. Así que por ese lado tampoco hay avances.
–Entrando en el tema político, ¿cómo ve las chances del Frente de Todos en las elecciones del próximo año?
–Acá hay algo claro, y es que todo lo que hizo la administración del PRO sin ninguna duda fue un desastre. Y nosotros sabemos para qué lado jugamos. Pero más allá de eso la realidad es que en estos tres años del Frente de Todos no se cumplieron las expectativas. Claramente los salarios no le ganan a la inflación. Y tememos que esto genere un descontento que permita que vuelva la derecha más rancia de la Argentina.
–¿Y cómo se hace para que eso no pase?
–Hay que modificar políticas. Necesitamos políticas valientes y vamos a seguir peleando para que esto pase, pero esperemos que Alberto Fernández y Cristina Kirchner estén a la altura.
El país está creciendo hace más de un año, pero como dijo Cristina en su momento lamentablemente esa ganancia se la llevan cuatro vivos, que son los mimos que salieron beneficiados en la pandemia.
–¿Qué posición tiene respecto al bono de fin de año que anunciaría el Gobierno?
–Lo del bono sirve. Toda ayuda es importante. Pero nosotros somos más partidarios de que se otorgue una suma fija que lleve hacia arriba las paritarias. Además, en esto hay que tener en cuenta que hay sectores populares que no tienen poder de negociación, y el Gobierno tiene que ponerse de ese lado, justamente, porque es la premisa del peronismo.
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