El gobierno porteño otorgó un aumento salarial adicional del 10% a los docentes
Se dispuso un adicional del 10 por ciento de lo que se había acordado en marzo, a pagar en dos tramos, para paliar la inflación. Fue aceptado por la mayoría de los gremios del sector.
El Ministerio de Educación de CABA convocó este miércoles a los sindicatos docentes porteños para analizar la situación de los ingresos del sector y se anunció un nuevo incremento del 10 por ciento, a pagar en dos veces, en agosto y noviembre.
Como sucede en la provincia de Buenos Aires, en los últimos días los gremios estatales porteños comenzaron a presionar para que se reabra la discusión salarial, ya que por los efectos de la inflación –se espera que la tasa de junio esté alrededor del 3 por ciento– las paritarias quedaran retrasadas.
Desde la cartera educativa de la Ciudad indicaron que además de estos aumentos, si se suma el fondo de incentivo que se otorga en el mes de septiembre y la paritaria firmada en marzo, «el total del incremento salarial ascenderá ahora a un 44,5 por ciento».
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17 organizaciones aceptaron la nueva suba adicional, en tanto que UTE, el gremio mayoritario, anunció que llevará la propuesta a discusión de sus asambleas. Por su parte, el secretario general, de UDA-Capital, Norberto Cabanas, resaltó: «el salario del cargo testigo sin antigüedad va a promediar un 44,6%» a lo que «debe añadirse aquello que acuerde la paritaria nacional docente respecto el Fondo Nacional de Incentivo Docente». Y, en un comunicado, completó: «Un docente que asume un cargo que recién inicia va a percibir en diciembre $52.127 por jornada simple y $104.254 por jornada completa».
Por su parte, el sindicato Ademys consideró «ridículo» el ofrecimiento y negó que el aumento total alcance el 44,5 por ciento, como anunció el gobierno de la Ciudad.
«Rechazamos el ofrecimiento por insuficiente, porque a partir de los datos estadísticos de la Ciudad de Buenos Aires creemos es necesario llevar a 65 mil pesos el salario inicial docente», confirmó la secretaria Gremial de Ademys, Amanda Martín. El gremio no había firmado la paritaria original, porque se basaba en una pauta salarial “bastante ridícula”, basada en las primeras previsiones inflacionarias.
«Nosotros teníamos el dato que íbamos a tener una inflación del 40 al 50 por ciento, por eso lo rechazamos en su momento», recordó Martín, el diálogo con Gestión Sindical. «Se trata de un refuerzo salarial de la paritaria, distinto a lo que pasó en la provincia de Buenos Aires, que se adelantaron cuotas para negociar más adelante», explicó Martín.
Retraso salarial
El nuevo acuerdo salarial de los docentes se dio al mismo tiempo que la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio a conocer cuánto se necesita en territorio porteño para no ser considerado clase baja. Con el incremento, dijeron desde el Ministerio de Educación, «el salario inicial neto de un maestro de grado sin antigüedad ascenderá a 52.127 pesos para jornada simple y 104.254 pesos para jornada completa, mientras que el salario con antigüedad será de 63.973 pesos para jornada simple y 122.960 pesos para jornada completa».
Pero desde Ademys rechazaron esos cálculos, ya que en primero lugar afirmaron que los aumentos se dan «siempre a partir del salario de febrero, por eso hay que ver un 5 por ciento de aumento de qué monto».
En la actualidad, dijo Martín, «el salario con la cuota de julio es de 44 mil pesos por maestro de jornada simple hasta 12 años de antigüedad, y puede superar los 50 mil pesos con cerca de 20 años de antigüedad, que no son la mayoría». «El gobierno suma el 34 por ciento más el 10 por ciento y lo hace llegar al 44,5 por ciento. En cuanto al salario, presenta el salario de dos cargos, y así a diciembre llega a los 100 mil pesos. Pero con la escala de inflación siempre estamos corriendo de atrás», recalcó la dirigente sindical.
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