Moyano le bajó el pulgar al pedido de Larreta de recortar salarios de los recolectores
Por escrito, el líder camionero le dejó en claro al Gobierno porteño “porque no vemos que exista alguna justificación para reducir el salario de los trabajadores”. Picante, recordó que cuando Macri le aumento los fondos indiscretamente a Larreta “los trabajadores cobraban lo mismo y nunca se vieron beneficiados”.
El secretario general del Sindicato de Camioneros (Sichoca), Hugo Moyano, rechazó este fin de semanas el «pedido de ajustar el salario de los trabajadores» recolectores de residuos realizado por la ministra de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, al señalar que «no vemos ni creemos que exista alguna justificación» para aplicar una medida de ese tipo.
«Hugo Moyano rechazó el pedido de ajuste del Gobierno porteño a los recolectores», mediante un documento escrito que dirigió a Muzzio y fue reflejado por las cuentas oficiales de la redes sociales de Camioneros.
En ese sentido, sostuvo que «por notificación escrita por el secretario general del sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, rechazó el pedido de Muzzio, de ajustar el salario de los trabajadores».
El posteo tenía una foto de la nota de Moyano a Muzzio, en la que el dirigente sindical manifestó en uno de los párrafos: «La solicitud que plantea en su nota no es aceptable dado que no vemos ni creemos que exista alguna justificación para reducir el salario de los trabajadores».
«Sería negativo para nuestros representados como se pretende, y menos aún que se trate de hacerles pagar las consecuencias de una baja en la Coparticipación Federal, mucho menos cuando la Ciudad en 2016 multiplicó sus ingresos por este mismo concepto», advirtió Moyano en la nota que envió a Muzzio.
Dura réplica
En marco, recordó que «cuando el Gobierno de la Ciudad contaba con mayores ingresos los trabajadores cobraban lo mismo y nunca se vieron beneficiados».
Asimismo, le remarcó a la ministra que «es su obligación como funcionaria la eficiente prestación de los servicios», debido a que «los contribuyentes los pagan de sus bolsillos mediante impuestos y tasas correspondientes, los cuales no sólo no han bajado sino que se han incrementado recientemente».
Una reunión donde el macrismo buscó convencer del ajuste
Dos semanas atrás el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunió con el líder camionero para tratar de convencerlo sobre el recorte con la excusa lacrimógena de la quita de fondos de coparticipación, que en su momento Macri había aumentado indebidamente.
El alcalde cambiemita insistió ante Moyano en la necesidad de avanzar con ese tipo de medidas y le aseguró que no habrá despidos durante una reunión que mantuvieron el martes pasado en la sede del Sindicato de Camioneros, en San José 1781, en el barrio de Constitución.
El líder sindicalista escuchó el planteo, prometió analizar el tema y dar una respuesta.
La discusión que se estableció con Camioneros es por el llamado “séptimo día” de trabajo, el pago de los feriados y la frecuencia del servicio. En la actualidad, las firmas operadoras trabajan todos los días, mientras que los sábados se lleva adelante un servicio reducido del 50% en la Ciudad.
Cabe recordar que ni bien Larreta había insinuado su intención, el clima se fue recalentando con el Sindicato de Camioneros: “Que Larreta no le toque un peso al gremio de los Camiones porque va a haber una reacción”, advirtió Pablo Moyano, secretario adjunto de la organización que encabeza su padre y que amenazó con medidas de fuerza si concretaban los recortes de días de trabajo.
Un enojo en aumento
Las protestas llegaron el 23 de febrero, cuando el gremio de los Moyano comenzó un paro sorpresivo en la recolección de basura y el barrido de la Ciudad porque las empresas no les estaban pagando a 520 empleados que son considerados grupo de riesgo el bono de $25.000 en cuatro cuotas acordado en las paritarias. La huelga se levantó cuando se les abonó esa suma, pero fue el anticipo de la tormenta sindical que se perfilaba.
A mediados de diciembre pasado, la Legislatura porteña votó el presupuesto 2021 de la Ciudad de Buenos Aires, que, como definieron en el gobierno porteño, se trata de un “presupuesto de contingencia” con la excusa de la quita de fondos de la coparticipación, en el que hay recortes en distintos rubros y suspensión de obras de infraestructura, revisión de grandes contratos vigentes y la aplicación del impuesto a los sellos para las tarjetas de crédito.
Luego vino la mencionada reunión, donde el calvo alcalde pensó erróneamente que podía llegar a imponer, en parte su deseo. Pero la respuesta de Moyano en las últimas horas fue furibunda: no está dispuesto a negociar que se le quite un solo peso a los trabajadores.
Veremos cómo sigue el siguiente capítulo de esta historia, que promete ir incrementando la tensión entre el sindicato y el gobierno porteño cambiemita.
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