Balance 2020: en el año de la pandemia, el mundo sindical levantó viejas y nuevas banderas
Con la “nueva normalidad”, los gremios tuvieron que adaptarse a las nuevas circunstancias, que generaron problemáticas inéditas hasta este momento. Los trabajadores esenciales fueron la primera barrera de contención contra el coronavirus. La CGT respaldó las políticas del gobierno, con matices. La caída de los salarios, las paritarias a la baja y los despidos, los temas más frecuentes a atender.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
El 2020 no fue un año más. La pandemia sacudió y cambió todo. Las restricciones iniciales impuestas por el aislamiento necesario para frenar los contagios hicieron derrumbar las economías, con el impacto que generó en el mundo del trabajo. La crisis destruyó millones de empleos, al punto que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó por la “post pandemia”. En este contexto, los gremios tuvieron que levantar viejas y nuevas banderas en la lucha, en especial para defender a los trabajadores esenciales, que enfrentaron la pandemia. De los pedidos de reincorporación de los estatales despedidos en el macrismo a la suspensión de las elecciones de la CGT, de los paros por contagios de Covid-19 a la preocupación por las paritarias congeladas, Gestión Sindical realiza un breve repaso del año en las principales noticias gremiales.
Enero
El año comenzó con reingresos masivos en el INTI, en el marco de la promesa del presidente Alberto Fernández de reincorporar a los más de 35 mil estatales despedidos por Mauricio Macri. “Hay una voluntad política de resolver la situación”, dijeron desde el gremio. La gestión del ministro Claudio Moroni formalizó la habilitación de unas ocho organizaciones en los primeros días del año, lo que fue tomado como un “cambio de actitud” de las nuevas autoridades, luego de cuatro años de mucha parálisis al respecto. Un fallo ordenó revisar todas las formaciones del subte, ante las denuncias de los metrodelegados por la presencia de asbesto. También en la Ciudad de Buenos Aires, los agentes de tránsito denunciaron persecución por pedir mejores condiciones de trabajo.
Febrero
El segundo mes del año el gobernador bonaerense Axel Kicillof inició su primera ronda de paritarias con los estatales, otra promesa de campaña. Luego de los encuentros con docentes, estatales y médicos, no hubo oferta salarial para este año, donde los gremios plantearon sus reivindicaciones, pero no se llevaron propuestas concretas. Un informe alerta que la informalidad en el país podría alcanzar a la mitad de la masa trabajadora. Los monotributistas salen a escena con las primeras protestas para intentar que se atiendan sus demandan. En febrero también se produce el primer cruce entre los gremios y Claudio Moroni, que habló de cambiar de la edad jubilatoria, aunque luego se desdijo. Desde la CTA de los Trabajadores consideran que “el horno no está para bollos” para hacer cambios regresivos.
Marzo
Llega el coronavirus a la Argentina, se declara la pandemia y cambia radicalmente el escenario. Las primeras reacciones son los pedidos de los gremios para que se garanticen las medidas de seguridad de los trabajadores esenciales, que en ese momento no se sabían bien cuáles eran. Además, las obras sociales sindicales se declararon en “máxima alerta” por el impacto de un pico de casos en la seguridad social, por lo cual piden recursos para afrontar el delicado momento. “Estamos muy preocupados”, admiten referentes del sector. Este mes aparecen dos reclamos sindicales que se repetirán en toda la pandemia. Por un lado, un bono salarial para todos aquellos que mantengan las actividades, desde el personal de salud a los trabajadores municipales. Además, gremios educativos pidieron que se garantice Internet para docentes y estudiantes, para garantizar las clases virtuales. En este punto, el gremio FEDUN analizó el impacto de la educación a distancia para alumnos y estudiantes.
Abril
En el primer mes entero en cuarentena, comienzan las proyecciones respecto de la destrucción de empleo, que según un informe de la consultora Analytica por la pandemia y el aislamiento se podrían perder en el país más de 12 millones de puestos de trabajo, ya que más del 60 por ciento de la fuerza salarial del país corre peligro. De este universo, 5.500.000 empleados informales, monotributistas y cuentapropistas son “de alto riesgo”. Además, la industria redujo salarios, suspendió personal, y hubo abusos contra los empleados que debían quedarse en su casa. En este contexto, comienza a hablarse de la regulación del teletrabajo, la modalidad en auge. Se estima que en ese momento poco más de 3 millones de empleados están en condiciones de adoptar esta modalidad. Además, aparecieron los primeros focos de coronavirus en puestos de trabajo, como sucede en el subte porteño y los frigoríficos.
Mayo
En este mes, se comienza a instrumentar el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), la ayuda a las empresas para que puedan pagar salarios. Pero se conocieron denuncias por abuso del uso, que incluye el pago a CEO’s y despidos pese a la prohibición. En subsidiaria de Techint, mientras reciben ayuda estatal descuenta el ítem por productividad. Por su parte, unas 40 organizaciones gremiales de todo el país realizaron ese mes una jornada nacional de lucha, para pedir que se incluya a unos 120 mil empleados de la salud en el pago del bono de 20 mil pesos anunciado a médicos y personal sanitario. Además, en los primeros meses de pandemia se vencieron los convenios colectivos de 2 millones de empleados registrados, que quedaron congeladas por la crisis.
Junio
El mes del aguinaldo trajo malas noticias en el pago de este beneficio: varias provincias anunciaron que lo pagarán en cuotas, incluyendo Buenos Aires. En materia de interna sindical, la cuarentena suspendió las elecciones en la CGT, que debía renovar autoridades. En ese momento, la actual conducción consolida su liderazgo, y buscará mantener el poder. El Frente Sindical pierde adhesiones, pero no descarta competir en el futuro congresal. Un informe de la oficina argentina de la Organización Internacional del Trabajo proyectó que la crisis por el coronavirus generará la destrucción de entre 750.500 y 852.500 puestos de trabajos, dependiendo la caída final de PBI. Por su parte, según SUTEBA, más del 90 por ciento de los docentes trabaja más horas diarias durante la cuarentena.
Julio
En pleno invierno, los contagios se multiplican y afectan a los trabajadores esenciales. Con más de 13 mil casos de Covid-19, gremio médico afirma que el personal de salud está “al límite”, al punto que en varios hospitales se cerraron servicios y derivaron pacientes, ante la falta de profesionales y personal de enfermería, contagiados con coronavirus o aislados por la enfermedad. Piden al Ministerio de Salud testeos masivos y reemplazos para evitar la fatiga extrema de los trabajadores. “Los planteles en general están disminuidos, diezmados”, alertaron desde la FESPROSA. Otro colectivo golpeado es el de los empleados de supermercados: un informe de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) remarcó que los empleados de sector contagiados de coronavirus son 485, y denunció la falta de medidas preventivas por parte del gobierno porteño. Por los problemas sindicales, comienzan las primeras protestas y marchas, con distanciamiento, como sucedió con los gastronómicos. Además, la cámara de Diputados aprobó la ley de teletrabajo, un intento de regular la actividad que se expandió mucho en pandemia.
Agosto
Los efectos de la crisis de empleo se comienzan a ver con fuerza en agosto: más de un millón de puestos de trabajo destruidos se reportaron ese mes, según los datos de la Universidad Católica Argentina (UCA), en su habitual informe de indicadores sociales. Esto lleva al índice de desocupación a una cifra por encima de los 15 puntos. Además, desde que se firmó el pacto CGT-UIA, se firmaron más de 40 acuerdos de suspensión de personal. Las protestas gremiales se vuelven más habituales, como las de médicos y enfermeros, que insisten con sus pedidos por salarios dignos a la tarea titánica que hacen. Se suman los repartidores de app, que por la cuarentena se popularizan, y dejan al descubierto la precarización que sufren. Ese mes, explotó la interna de la CGT: Héctor Daer resiste las críticas de un Pablo Moyano casi en campaña.
Septiembre
La crisis de la seguridad social se profundiza, por lo cual la mesa chica de la CGT le pidió al presidente Alberto Fernández una reforma de las obras sociales. El tema fue adelantado a las pocas horas por el ministro de salud Ginés González García a prestadores de la seguridad social. “Algunas obras sociales no deberían existir”, sostuvo el funcionario. Ante la extensión de las medidas de aislamiento, se comienzan a descongelar las paritarias. La más importante del país, la de comercio, se firma con rebelión de seccionales y agrupaciones opositoras, que rechazan el acuerdo. Además, siguen las consecuencias de la nueva normalidad: un trabajo realizado en conjunto por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y el Centro de Estudios Atenea determinó que más de la mitad de los docentes admiten que bajó la calidad educativa, y se complicó la interacción con los alumnos.
Octubre
En el mes del 17 de octubre, la CGT muestra su interna, que volvió al tiempo de las tres fracciones. Con actos separados, la dirigencia comienza a dar señales que la unidad será muy difícil. Siguen los efectos de la pandemia: la tasa de desempleo subió más de dos puntos en los primeros tres meses de aislamiento, según datos oficiales, más por el cierre de las actividades que por los despidos. En el Estado se genera ruido un proyecto de ley para tratar de que los estatales vuelvan a la modalidad presencial de las tareas. Para ATE, se busca generar “malestar social” contra los trabajadores, y aclaró que por el momento no hay novedades de cambios en la modalidad de actividades. Los médicos bonaerenses realizan nuevas protestas, para insistir con la necesidad de mayores datos de trabajadores sanitarios infectados, y que se otorguen las licencias a los grupos de riesgo.
Noviembre
Ya con el distanciamiento social instalado, los conflictos se multiplican, en especial en el sector salud. Hay grandes marchas de médicos en las provincias contra las malas condiciones laborales. La enfermería lanza un intenso plan de lucha en la Ciudad de Buenos Aires para lograr su reconocimiento. Ante esto, el Observatorio del derecho Social, la entidad de la CTA Autónoma alertó que la conflictividad laboral “fue incrementando su intensidad al tiempo que los problemas de los y las trabajadoras se fueron agravando”. Ante supuestos cortocircuitos de la cúpula de la CGT y el gobierno nacional, el moyanismo salió a la calle a mostrar apoyo al gobierno y celebrar el Día de la Militancia. “Tienen otros intereses”, afirmaron desde el entorno de Pablo Moyano por la conducción cegerista.
Diciembre
El último mes del año la conflictividad sigue en crecimiento, en especial entre los trabajadores de la salud, que siguen pidiendo un reconocimiento laboral y salarial al esfuerzo que hicieron al enfrentar la pandemia. Además, denunciaron que a fin de año se terminan las llamadas “becas Covid” y otros tipos de contratos, que se crearon para atender la crisis, y que vencen el 31 de diciembre. En las provincias no hay certeza de si habrá continuidad, y piden que se mantengas. En la Ciudad de Buenos Aires, La Organización Internacional del Trabajo anunció que creará una comisión tripartita para investigar las denuncias realizadas por los gremios estatales, que presentaron pruebas sobre las deficiencias en la prevención de la seguridad y la salud de los empleados porteños durante la crisis del coronavirus.
Hacé tu comentario