El salario mínimo, en su nivel más bajo de los últimos 14 años
Para fin de año la caída interanual habrá sido la más importante desde el año 2002, y el monto del salario real será el más bajo desde el 2004, según un relevamiento que dio a conocer el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma.
El Gobierno nacional ha vuelto a fijar el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) de forma unilateral, estableciendo un monto que estará, una vez más, muy lejos de cubrir las necesidades mínimas que posee un trabajador. A partir de junio del próximo año se elevará a $ 12.500, lo que implica un incremento de sólo el 25% anual en cuatro cuotas. De esta manera, al igual que en el 2017, el Gobierno nacional va nuevamente en contra de las disposiciones del artículo 14 bis de la Constitución Nacional, de la ley de contrato de trabajo y de la ley nacional de empleo.
La fijación de incrementos nominales que persistentemente se encuentran por debajo de los niveles de inflación ha afectado significativamente el poder adquisitivo del SMVM, tendencia que se acentúa cada vez más. Como ejemplo de esto alcanza con mostrar lo que está ocurriendo en este 2018: para fin de año la caída interanual habrá sido la más importante desde el año 2002, y el monto del salario real será el más bajo desde el 2004, según un relevamiento que dio a conocer el Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma. En otras palabras, en los últimos tres años el SMVM habrá sido una de las variables que habrán experimentado el mayor ajuste en el mercado de trabajo.
En términos porcentuales, “la caída real en el 2018 estará en torno al 8,6%, un porcentaje que se eleva al 15,4% si se comparan los valores actuales con los del 2015, y al 22% con relación al 2011 (el valor más alto de la serie). De esta manera, el SMVM ha perdido en los últimos años todo valor virtuoso como referencia para el mercado de trabajo, al ser usado por el Gobierno nacional como una herramienta para contener los reclamos salariales.
Además, al ser considerado como un mecanismo para determinar el valor del salario mínimo docente y del salario social complementario, su actualización por debajo de los niveles de la inflación también impacta negativamente sobre estas variables”, consigna el informe.
El SMVM en la actualidad está cada vez más lejos de cumplir con su función de garantizarle a un trabajador sin cargas de familia la remuneración mínima que requiere para asegurarse una alimentación adecuada; vivienda digna; educación; vestuario; asistencia sanitaria; transporte y esparcimiento; vacaciones y previsión (artículo 116 de la ley de contrato de trabajo). Además, se posiciona muy distante del monto que el propio Estado reconoce como línea de pobreza para un grupo familiar, y se encuentra apenas por encima del monto requerido para acceder a los alimentos mínimos necesarios para superar la línea de indigencia, concluye el relevamiento de la CTA Autónoma.
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