Trabajadores de Coto le enviaron un desesperado pedido de ayuda al Papa Francisco: “Estamos en condiciones inhumanas en pleno siglo 21”
Denuncian más de 1.500 contagios de Covid-19, “muertes evitables, despidos encubiertos y causas inventadas”. Señalan persecución por parte del empresario Alfredo Coto a través de su ladero, el dirigente sindical Ramón Muerza. “Sicarios disfrazados de trabajadores aplican violencia contra cualquier persona que pida un mínimo de respeto”, describen en relación a los grupos de choque del titular de la Agrupación Granate Morada.
Por Matías Tagliani / Director de Gestión Sindical
El colectivo sindical Trabajadores y Delegados Autoconvocados de la cadena de supermercados Coto envió una desesperada carta al Papa Francisco, suplicándole que interceda por ellos ante graves maltratos cotidianos que vienen sufriendo por parte de la empresa y mediante grupos de choque que responden a Ramón Muerza –según vienen denunciando hace meses-, dirigente opositor a Armando Cavalieri en el Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal.
“Más de 1.500 contagios en esta empresa, muertes evitables, despidos encubiertos y con causas inventadas, persuaden mediante violentos mensajes a madres y compañeros que son grupos de riesgo que presten tareas exponiendo su vida como si fueran una mercancía más”, describe el tramo más duro de la misiva que le enviaron al Santo Padre.
Según le informaron a Gestión Sindical, le mandaron la misiva a la Nunciatura Apostólica Argentina en el Vaticano, y llegaría a las manos del jefe de la Iglesia Católica en “la segunda semana de enero”.
El texto suplica una “intersección ante Dios y las autoridades que usted determine” y luego enfatiza: “Nos vemos en una situación de vulnerabilidad y desesperanza, de mano de uno de sus más fieles verdugos Ramón Muerza a fuerza de violencia, matones rentados y amenazas de todo tipo hasta llegar a terribles golpizas tapan el trato cruel que recibimos”.
Y aseguran que “la pauta publicitaria invisibiliza los contagios y las evitables muertes, no solo por covid si no por la violencia misma que estos sicarios disfrazados de trabajadores aplican contra cualquier persona que pida un mínimo de respeto y trato humanamente decente”.
Desperado pedido de intercesión a @Pontifex_es por parte de trabajadores y delegados Autoconvocados de la cadena Coto Denuncian trato inhumano del empresario Alfredo Coto, perpetrado a través de patotas que responden al dirigente @MuerzaRamon pic.twitter.com/ERn8MHUEsC
— Gestión Sindical (@GSindical) January 1, 2021
No es la primera denuncia pública que realizan sobre los maltratos que sufren por parte de la empresa de Alfredo Coto y grupos de choque que responden a Ramón Muerza.
Ya en junio del año pasado y en plena explosión de casos de coronavirus en tiendas de Capital Federal, tal como informó Gestión Sindical, le habían mandado una carta al presidente Alberto Fernández.
En el texto que recibió el Presidente y al cual este portal tuvo acceso, los empleados perseguidos aseguraban que “como trabajadores esenciales ponemos lo mejor de nosotros para cumplimentar y acompañar con responsabilidad cada una de las medidas adoptadas por el ejecutivo nacional”. Pero no así “la empresa COTO CICSA”, que incumple “protocolos, tapando casos, amenazando a trabajadores para que no se diga nada al respecto de los casos de COVID-19 positivos que se dan en la cadena”.
A continuación, el texto relata episodios de violencia. Tales fueron los casos de Héctor Castro (sucursal Retiro) y Natalia Galeano (sucursal Floresta), que denunciaron golpizas por reclamar que se respeten los controles sanitarios y que se hagan más testeos. Rodolfo Ibañez, del Coto 25 de San Telmo, por su parte, está en conflicto porque no le pagan el sueldo “por reclamar”. También manifestaron hostigamiento y persecución Darío Perrone y Luis Giménez, ambos de la tienda ubicada en el barrio de Belgrano.
Volviendo a la carta que le enviaron al Papa Francisco, en el cierre especifican que son “más de 20 mil trabajadores que estamos en condiciones inhumanas en pleno siglo 21, donde se pone más en importancia la avaricia y se nos trata como mercancía descartable, quedaron niños sin su madre, familias rotas por la impunidad y este año que comienza muchos son los lugares vacíos en la mesa de los hogares de nuestros compañeros”.
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