Trabajadores de cooperativas venden cítricos a $650 el kilo, «más baratos que los importados»: ¿dónde?
Las cooperativas cuestionan la apertura de importación de alimentos dispuesta por el Gobierno, que no sirvió para bajar precios. Dónde están las ferias.
La Empresa Cooperativa de Alimento Soberano (ECAS) decidió avanzar con sus «citricazos» en conjunto con las cooperativas productoras de cítricos agroecológicos provenientes de la de la provincia de Entre Ríos, ProCitrus, y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Es en la Ciudad de Buenos Aires -en los barrios de Almagro y Villa Crespo- y el partido de Esteban Echeverría, en el conurbano bonaerense.
¿El motivo? Mostrar que la importación de alimentos no es el camino para bajar los valores que hoy paga el consumidor.
El pedido no es nuevo: en ECAS hace meses que se habla de la necesidad de reforzar el consumo de producción nacional. La denuncia concreta que hace la entidad es que la apertura de las importaciones lejos está de bajar los precios de la comida, y que además se pone en riesgo la continuidad de las Economías Regionales, que abarcan tanto el trabajo como la educación, la salud y toda la organización territorial.
Qué dicen las cooperativas
«Argentina ya abrió la importación de alimentos desmedidamente y terminó mal. Una cosa es traer bananas de Bolivia, Paraguay, Brasil e incluso Ecuador, porque no producimos el volumen que consumimos, pero otra cosa muy distinta es traer pomelos de Egipto o naranjas de Israel”, relató Juan Pablo Della Villa, referente de la Federación por la Soberanía y coordinador de la cooperativa.
«Vamos a redoblar los esfuerzos para sostener la comercialización justa, con una mirada federal, responsable y solidaria con el conjunto, tanto los que producen como los que consumen», agregó.
Todas las semanas ECAS realiza lo que se denomina “citricazo”, con ofertas y ferias en conjunto con la UTEP para que los vecinos y vecinas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires puedan acceder al “alimento sano y de calidad a precio popular», como destacan.
En la feria se pueden conseguir dos kilos de cítricos agroecológicos de variedad como mandarina, limón, pomelo o naranja a $1300, o un kilo de banana a $650, en los Abastos Soberanos de Almagro (avenida Díaz Vélez 3761), Villa Crespo (Serrano 461) y Monte Grande (Arana 293, Esteban Echeverría).
La decisión del Gobierno
A fines de marzo, la Casa Rosada decidió favorecer la importación de 150 productos de consumo masivo adelantándoles la entrega de dólares a los importadores y eliminando el IVA adicional y el Impuesto a las Ganancias.
De este modo se buscó impulsar la importación de carne, verduras, frutas, lácteos, café, yerba mate, cereales, harinas, aceites y productos de limpieza e higiene personal, con el objetivo de bajar los precios, algo que no ocurrió más allá de casos marginales y porcentajes insignificantes.
Así, como lo sostuvo Luis Caputo al comunicar la medida, el que quiere importar alimentos tiene los dólares al tipo de cambio oficial en 30 días, mientras que quien quiera comprar maquinarias o insumos industriales para transformarlos dentro del país deberá esperar al menos cuatro meses.
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En efecto, este estímulo importador generó el descontento del sector productivo. Ocurre que frente a la posibilidad de que sean desplazados por productos con precios más competitivos se encendieron las alarmas en la industria de la alimentación.
“La apertura debe hacerse de una manera racional e inteligente. Esto quiere decir que las condiciones de competitividad de la industria local tienen que ser similares a la de los países desde donde importamos”, destacó el presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Luis Macario.
De lo contrario, de haber “asimetrías, como las hay hoy”, la competencia se da en “desigualdad de condiciones”, reclamó.
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