Trabajadores de la actividad aerocomercial «en alerta» por reclamo de las compañías: Piden evitar más «casos Latam»
Los gremios del sector dijeron estar «atentos» a los movimientos de las empresas, que se quejaron de las limitaciones de vuelos impuestas por el Covid. Piden una mesa de negociación para evitar «otro caso Latam».
En el marco de la polémica generada por las restricciones impuestas por el Gobierno nacional para ingresar al país para evitar el ingreso de la variante Delta de coronavirus, esta semana se anunció el aumento del cupo diario de pasajeros que podrán llegar en los vuelos autorizados.
Más allá del debate generado por los varados, la iniciativa cayó muy mal en las empresas del sector aerocomercial, ya que se cancelaron numerosos arribos. Este jueves, mediante un documento, la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) formalizó sus preocupaciones, y aseguró que el Gobierno «no midió ni cuantificó cuál es la pérdida económica que implica operar los escasos vuelos autorizados»,
Al respecto, se advirtió que esto «pone en riesgo su continuidad y la conectividad actual del país con el resto del mundo». Ante esto, los trabajadores aeronáuticos se mostraron alerta a la situación, y admitieron que el sector está «al límite operacional». Pensando en el futuro, estar atentos a los movimientos y afirmaron: «no queremos otra Latam«, en referencia a la compañía que se retiró del país afectada por la crisis sanitaria.
La carta de la JURCA puso de relieve el malestar del sector empresarial, y alarmó a trabajadores y gremios. La misma fue dirigida al jefe de Gabinete Santiago Cafiero, que firmó la Decisión Administrativa 683/2021 publicada el pasado 9 de julio que establece las limitaciones del ingreso al país de argentinos en el mundo.
Si bien hubo un aumento de vuelos autorizados por la Administración Nacional de Aviación Civil (AVAC), la cantidad de pasajeros no vario demasiado. “Encontramos con sorpresa que a pesar de haberse incrementado la cantidad de vuelos, en muchos casos se ha reducido aún más la capacidad de ocupación de las aeronaves. Se aprueban vuelos pero se limita la cantidad de pasajeros que pueden abordarlos a un número menor aún que con la norma anterior”, recalcaron las empresas del sector.
La JURCA recalcó que las empresas Emirates, Air New Zealand, Qatar y Latam ya dejaron de operar en el país, y otras nueve suspendieron sus operaciones por los cierres de fronteras. “Debido a la falta de previsibilidad y planificación, otros asociados están analizando que, de mantenerse las condiciones de operatividad actuales, deberían definir la suspensión de su actividad en nuestro país”, advirtieron.
Ante este pronunciamiento, los trabajadores del sector no ocultaron su preocupación. “La actividad aerocomercial está al límite operacional”, admitió una fuente del sector, ante la consulta de Gestión Sindical. “Ya venía golpeada la industria antes de la pandemia, sobre todo por el tema del dólar, lo que hace muy complicado el mantenimiento de las aeronaves, sobre todos las nacionales, la realidad es esa”, agregó la misma fuente.
Los gremios marcan que desde que comenzó la crisis las empresas realizaron suspensiones del personal, y redujeron las horas de trabajo, lo que generó “rebajas salariales encubiertas”. Ante la posibilidad de nuevas restricciones y cierres, se mantienen alerta: “No queremos más casos como Latam”.
Falta de diálogo
Una de las cosas que reclamaron desde la JURCA en su documento es una mesa para dialogar esta y otras medidas, algo que hasta el momento no lograron. “Una vez más, la industria aeronáutica no ha participado en la planificación, distribución y asignación de las nuevas frecuencias, realizándose una implementación sin coordinación previa ni trabajo conjunto de las autoridades locales y los organismos de aviación (ANAC) con las compañías aéreas en Argentina”, subrayaron las empresas del sector.
Al respecto, en el sector creen que a esa mesa deben integrar además a los gremios. “No hay espacios de discusión política para que todos los actores nos sentemos, los sindicatos, las empresas, el Estado, no existe eso”, sostuvieron las mismas fuentes. Una de las propuestas de la dirigencia es crear una especia de “secretaría de la actividad aerocomercial”, en el ámbito del Ministerio de Transporte, para atender estos temas. “Hay secretarias y subsecretarias de trenes, de la actividad marítima, pero del transporte aéreo no hay. Esta la ANAC, pero es un organismo técnico, que presta servicio, no un lugar donde se defina la política aerocomercial”, recalcaron.
Lo que generó sorpresa entre los trabajadores fue que Aerolíneas Argentinas firmara la carta junto a las empresas internacionales y nacionales que forman esta cámara. La firma de bandera nacional es parte de esta entidad, y en pie del documento aparece su adhesión. “Llama la atención, porque la conducción de la empresa está en manos de un sector del Frente de Todos, y que sea parte de esta crítica no deja de sorprender”, le dijo a Gestión Sindical otro dirigente del sector consultado.
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En este sentido, se recordó que la entidad la preside Pablo Ceriani, “alguien que responde al ex titular de la firma, el senador Mariano Recalde, muy cercano al kirchnerismo”. Esta situación podría generar algún cortocircuito con la conducción de la ANAC, también en manos de alguien puesto por Recalde, Paula Tamburelli.
Con estos componentes políticos, la JURCA afirma que no puede dar «una fecha cierta de vuelo para los ciudadanos y residentes argentinos que están imposibilitados de regresar a la Argentina, ya que solo se autorizaron vuelos y capacidades hasta el 31 de julio». «La norma publicada el 9 de julio ahora menciona un cupo de pasajeros semanales y lleva el mismo a 742 diarios para la primera semana de aplicación, y a 900 y 1.000 pasajeros en las semanas subsiguientes. Está claro que estos montos siguen siendo insuficientes para resolver el problema ocasionado», advirtieron desde la cámara.
Según publicó la ANAC la semana pasada, del 10 al 16 de julio se permitieron 5.200 ingresos del extranjero a la semana, con una media de 742 diarios. En tanto, del 17 al 23 de julio se pasa a los 6.300, es decir, 900 diarios y, por último, del 24 de julio al 6 de agosto serán 7 mil a la semana, un millar diarios.
Otra Latam
El temor más grande entre los trabajadores de la actividad aeronáutica es el cierre de operaciones, que derive en suspensiones y despidos, como paso en cuatro firmas nombradas por la cámara sectorial. De las cuatro empresas, por sus dimensiones y por la lucha de sus empleados, el caso de Latam se volvió un símbolo de los despidos en pandemia.
Desde que en mayo del 2020 la firma de bandera chilena anunció el fin de sus operaciones de cabotaje, sus cerca de 2 mil empleados comenzaron una larga lucha que todavía sigue, con el compromiso de absorber a quienes no se sumaron al plan de retiros voluntarios.
«A la JURCA poco le importó los trabajadores de Latam, que despidió a su personal en un contexto de pandemia, que facilitó planes que ya tenían pensados», afirmó respecto del posicionamiento de la cámara empresarial el delegado de los cesanteados de Latam, Martín Tomé. En diálogo con Gestión Sindical, recalcó que el planteo de todos los trabajadores del sector es “la continuidad laboral, entendemos que el panorama muy complejo, y que hoy hay tres aerolíneas locales operando”.
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La compañía aérea Latam Airlines Argentina anunció el año pasado el cese de sus operaciones en el país, tanto de pasajeros como de carga, por tiempo indeterminado y presentó ante el Ministerio de Trabajo un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) para determinar la desvinculación de más de 1.700 trabajadores, de los cuales poco más de 200 siguen en la pelea por sus puestos laborales.
Hasta el momento, Lan Argentina en conjunto con otras filiales sigue volando desde nuestro país a Estados Unidos, Brasil, Chile y Perú, a través de personal extranjero. “Lo ridículo de la situación es que la empresa sigue operando, ahora menos por las limitaciones, pero se desentiende de los trabajadores, que llevamos un año y medio de lucha, con distintas medidas en medio de una pandemia”, recalcó Tomé.
En este tiempo, una de las alternativas que se pensó para salir de la crisis es que los cesanteados sean incorporados a otras empresas del sector, que incluso tuvieron algunos contactos en el Ministerio de Transporte para conocer la posibilidad y predisposición de las firmas. Pero esta situación podría complicar esa posibilidad.
«Nuestro propósito está puesto en la apertura progresiva de la actividad, priorizando al personal de Latam, el compromiso asumido de Transporte y Trabajo es tener prioridad en la reinserción», dijo el delegado. En todo momento, los trabajadores de la empresa chilena denuncian que los despidos fueron «ilegales», ya que viola el decreto «anti-despidos» que anunció el gobierno nacional al inicio de la pandemia, y que se extendió a fin de este año. «No vamos a parar hasta trabajar nuevamente en la actividad», concluyó Tomé.
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