Se agrava la crisis industrial: una importante siderúrgica paralizó su producción y podría cerrar
La empresa Acerbrag, el mayor generador de empleo de la ciudad de Bragado, sufre una gran caída de ventas. Hay 600 trabajadores en riesgo.
La crisis industrial atraviesa una crisis profunda, que parece no tocar fin. Y una nueva muestra de cómo está afectando al sector las políticas de Javier Milei es lo que sucede con la siderúrgica Bragado Acerbrag, que ante la gran caída de ventas que viene padeciendo decidió paralizar su producción, lo que desembocaría en una ola de despidos.
La empresa privada es la siderúrgica más importante de la localidad bonaerense de Bragado. Su crisis tiene en vilo a 600 trabajadores, que no saben qué pasará con sus puestos laborales. Y el impacto económico y social es muy grande, ya que los 46.000 habitantes de la ciudad dependen en gran parte de esta planta como motor productivo.
Una crisis industrial casi total
Desde principios de 2025, la compañía viene enfrentando una fuerte caída en las ventas y una baja sostenida en la demanda de sectores clave como la construcción, la agricultura, la industria automotriz y la línea blanca.
Así fue que en febrero ya había paralizado temporalmente las áreas de laminación y acería, mientras que en julio logró producir cerca de 23.000 toneladas de acero, cifra considerada “aceptable” por los propios operarios, aunque insuficiente para revertir la crisis financiera.
La situación de Acerbrag se enmarca en un panorama más amplio que afecta a otras grandes industrias del sector, como Ternium, Tenaris y Acindar, que también han reducido fuertemente su actividad en medio de un contexto económico desfavorable.
En Villa Constitución, por ejemplo, Ternium mantiene su planta trabajando a media capacidad con un solo horno desde finales de julio, mientras que la paritaria metalúrgica de 2024 sigue sin homologarse, generando incertidumbre salarial.
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En Bragado, el impacto económico y social de la suspensión es inmediato. Comercios, servicios y contratistas que dependen de la actividad siderúrgica ven amenazados sus ingresos, y las familias de los trabajadores afrontan un futuro incierto.
La negociación paritaria de 2024 ya había mostrado las dificultades para llegar a acuerdos en un escenario de alta inflación y deterioro del poder adquisitivo, mientras que el acuerdo de 2025 todavía espera la aprobación oficial de la Secretaría de Trabajo.
A principios de este mes la UOM logró que se homologara el último aumento que había firmado para la rama metalúrgica, algo que sólo sucedió luego de dos meses de lucha.
El riesgo del cierre definitivo
Voceros de Bragado Acerbrag señalaron que “frente a la falta de expectativas de mejora en la demanda y ante la sostenida crisis industrial, la empresa debe parar sus operaciones”.
En paralelo, desde el ámbito sindical se advierte que la medida podría convertirse en un cierre definitivo si no se adoptan políticas económicas que reactiven el consumo interno y fortalezcan los mercados que demandan acero.
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El futuro de Acerbrag y de sus 600 trabajadores dependerá, en gran medida, de la evolución de la economía nacional y de las decisiones que se tomen en el corto plazo para apuntalar al sector industrial.
Precisamente eso es lo que provoca mayor incertidumbre, ya que desde la administración de Milei no vienen demostrando ningún interés por sostener el entramado productivo del país.
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