Ficción versus realidad: la inflación se mide mal y el Gobierno evita ajustar su cálculo
Mientras baja el IPC, los precios siguen subiendo. Hace ya cuatro meses el INDEC reconoció que se debían cambiar las mediciones.
El Gobierno de Javier Milei esgrime permanentemente como mayor logro de su gestión (¿acaso el único?) la baja de la inflación. Pero la realidad es que eso no se ve reflejado en los precios, y la razón es muy simple: la medición del IPC está mal hecha, algo que en la Casa Rosada saben perfectamente. Sin embargo, claro, demoran ajustar su cálculo para poder sostener un relato que ya nadie cree.
Recientemente se conoció que la inflación de diciembre fue de 2,7%, y la acumulada en el año llegó a un 117,8% interanual. Pero todos los argentinos, quienes ven cómo el poder adquisitivo se deteriora permanentemente, saben que hay una desconexión total entre esos datos y lo que viven a diario.
El conflicto radica en las bases y las ponderaciones que se utilizan. El propio Marco Lavagna, titular del INDEC, reconoció tiempo atrás que se debían hacer cambios en la medición. “Está bajando el peso de los alimentos y subiendo el de las tarifas, dado el aumento”, dijo en una entrevista radial en septiembre del año pasado.
Y en ese momento dijo que para noviembre de 2024 esperaba “poder salir con el nuevo IPC, con canasta actualizada. De 320.000 a 500.000 precios. Y de 16.700 informantes, a 24.000. Estamos en las pruebas finales”. Sin embargo, eso todavía no ocurrió y todo indica que seguirá sin pasar, por conveniencia de la administración de Milei.
Cómo se mide la inflación en Argentina
Según el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de CABA, “la inflación es un fenómeno que involucra la suba generalizada de todos los precios de una economía». Afecta tanto a los bienes y servicios que se consumen en el país como a los importados. También impacta en los insumos que se usan en las industrias y en las inversiones.
Pero como es imposible relevar todos los precios de una economía, cada país utiliza su metodología para medir la inflación. En Argentina, el INDEC, con apoyo de las direcciones provinciales de estadística, calcula el IPC, que es lo que se conoce como “el número de la inflación”.
El IPC mide la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios representativos del gasto de consumo de los hogares residentes en áreas urbanas. Sus resultados se publican como índice nacional; y para Cuyo, GBA, Noreste, Noroeste, Pampeana y Patagonia, como índices regionales.
Atentado contra un dirigente de ATE Capital: sospechas y “clima de violencia” por Milei
Este índice no solo sirve para comparar la evolución de precios en distintos sectores de la economía o como indicador del cambio en el poder de compra de los consumidores, sino que es importante para determinar políticas económicas y monetarias, obligaciones contractuales, tasa de interés y remuneraciones, entre otras cuestiones.
El INDEC toma como base la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHO) 2004-2005, una encuesta a nivel nacional en la que se compararon ingresos y gastos de las familias en todo el país (qué y dónde compraban). Con esa información se armó una canasta de consumo cuya evolución de precios es la que define el IPC.
Las “ponderaciones”, la base del problema
El ente estadístico releva unos 320.000 precios todos los días hábiles en más de 500 supermercados, 16.200 negocios de cercanía y empresas prestadoras de servicios, ya sea de manera presencial, telefónica o digital.
Para calcular el IPC, el INDEC divide los bienes y servicios en 12 rubros, los cuales a su vez tienen subdivisiones y dentro de ellas productos particulares. Por ejemplo, Alimentos y Bebidas incluye, entre otros, Frutas, y allí dentro se calculan por separado los precios de la banana, la manzana y la naranja.
En cada una de las regiones mencionadas anteriormente (GBA, Patagonia, Cuyo, etc), el INDEC calcula la evolución de precios de esos 12 rubros y sus respectivos desagregados. El promedio de todas las zonas da como resultado el número final del IPC a nivel nacional.
Mercado laboral: de la esperanza del gobierno, a miles que no llegan a fin de mes
Pero no todos los bienes y servicios tienen el mismo peso, sino que existen ponderaciones. Estas fueron actualizadas en diciembre de 2016 y determinan que, por ejemplo, en GBA los hogares gastan en promedio 10,46% de sus ingresos en Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, mientras que Alimentos y Bebidas representa un 23,44%.
De esta manera, los aumentos en la comida tienen un peso mucho mayor a la hora de calcular el IPC que los relacionados al alquiler y al pago de servicios como agua, luz y gas.
Estas valoraciones son claves para explicar el desfasaje entre los datos del IPC y lo que perciben los trabajadores en sus bolsillos. Lo que más aumenta de precio es lo que menos pondera el INDEC.
Parámetros de hace 20 años
«El cambio de ponderaciones de 2016 se hizo al revés de lo que debería haberse hecho», explicó Fabián Amico, economista de CITRA (UMET-CONICET) y director del Instituto Estadístico de los Trabajadores de UMET.
Y agregó: «El gobierno de Mauricio Macri aumentó mucho las tarifas y por ende se podía presumir que en proporción los hogares iban a destinar más dinero a pagar esos servicios», agrega.
Es evidente que las ponderaciones del INDEC no reflejan los consumos de los argentinos. Además, la canasta está hecha en base a los consumos de 2004/2005 y en estos 20 años han cambiado muchas cuestiones. Un ejemplo de ello es el aumento del consumo de servicios, teniendo en cuenta internet, telefonía, servicios de streaming, etc, y la disminución, en porcentaje, del de bienes.
Los deja en la calle y además se burla: Javier Milei celebró 1.400 despidos en Salud
El Gobierno cuenta con datos más recientes, provenientes de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-18, que se utilizarían para los cambios que anticipó Lavagna, si es que se hacen.
Allí cambia la canasta y baja un poco el peso de Alimentos y suben bastante el de Vivienda y servicios y Transporte. Lo mismo pasa con Comunicación, que casi que se duplica.
Si se utilizaran esas ponderaciones, más cercanas a la realidad de estos últimos meses, la inflación estaría varios puntos por encima de la actual.
Hacé tu comentario