Reforma sindical: aunque pidió una sesión especial para intentar tratarla, Tetaz ya piensa en 2025
Fue la reacción tras no obtener el dictamen en la Comisión Laboral. Martín Tetaz dijo que si vuelven a fracasar insistirán con la reforma sindical “el año que viene”.
El radicalismo no se rinde a que fracase su proyecto de reforma sindical en la Argentina y, luego de no obtener el dictamen en la Comisión Laboral, decidió pedirle a Diputados una sesión especial, para tratar de meter “por la ventana” la iniciativa de Martín Tetaz.
El miércoles pasado la propuesta conocida como Democracia Sindical fue bloqueada al no obtener la mayoría necesaria: de los 31 miembros de la Comisión del Trabajo, los cuales estuvieron todos presentes, sólo 15 votaron a favor.
Tras eso, y en la tarde de ayer, la UCR planteó que se realice una sesión especial que tendría fecha el próximo martes. De esta forma busca desconocer una resolución de 2010 de Diputados, que fuerza a conseguir el acompañamiento de la mayoría de los presentes de cada comisión para aprobar un dictamen.
Tetaz, obsesionado con la reforma sindical
El propio Tetaz ya dejó en claro que si vuelven a fracasar igual seguirán insistiendo. «Si no tuviéramos éxito con este planteo que le vamos a hacer a la presidencia de la Cámara habrá que insistir el año que viene», señaló.
El diputado también se refirió al peso que en el no-dictamen tuvo Miguel Ángel Pichetto, quien reemplazó en la Comisión Laboral a la diputada cordobesa Alejandra Torres, quien le había dado a entender que iba a acompañar el proyecto: “Entró Pichetto a la Comisión y fue quien dio el voto que necesitaba el kirchnerismo para frenarlo».
El texto sólo obtuvo 15 firmas de las 31 que integran la Comisión. La decimosexta iba a ser la de la diputada de Encuentro Federal, pero a último momento salió Torres y entró Pichetto, quien llegó con la clara decisión de voltear la iniciativa.
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“El Gobierno se planteó un objetivo ambicioso”, dijo. Y remarcó que “no alcanza con un debate meramente parlamentario”. El otro representante de ese bloque en la comisión fue el sindicalista Jorge Ávila, de Chubut, quien tampoco firmó.
Los puntos más polémicos del proyecto
El proyecto de Democracia Sindical -que tiene el respaldo del Gobierno nacional- implica el desfinanciamiento de las organizaciones gremiales al limitar los aportes sindicales y la intromisión en las elecciones internas de dirigentes que hacen los propios trabajadores, al legislar sobre quiénes pueden ser elegidos y quiénes no.
De esa forma pone en riesgo el único acuerdo al que, se supone, habría llegado el Gobierno nacional con la CGT, ya que desde la Casa Rosada habrían prometido que no avanzarían en el tema.
La iniciativa de la UCR contiene medidas que complementan los cambios en materia laboral que ya cobraron vigencia a partir de la reglamentación de la ley Bases, como la extensión del período de prueba a un rango de entre 6 y 12 meses.
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Otros puntos que ya rigen son la eliminación de multas por no registración laboral, legalización del despido por razones de discriminación (doble indemnización), fondo de cese por desempleo optativo, y régimen de trabajadores independientes con hasta tres colaboradores.
A todo eso se les sumarían, si finalmente el radicalismo tuviera éxito con su propuesta, otras cuestiones muy rechazadas por el sindicalismo, como la limitación a las reelecciones a los secretarios generales y la eliminación de la obligatoriedad de las cuotas solidarias sindicales, cortando una de las principales arterias del financiamiento de las estructuras gremiales.
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