Puertas adentro, los popes de la CGT dan por descontada una nueva gestión de Juntos por el Cambio desde 2023
Lo expresaron en las reservadas reuniones que mantuvieron en los últimos días, donde analizaron con preocupación el actual escenario del país.
Las malas noticias económicas que no paran de acumularse y la durísima interna entre el presidente Alberto Fernández y su vice Cristina Kirchner que precipitó la renuncia de Martín Guzmán tuvieron un fuerte impacto en el seno de la cúpula de la CGT.
Tal es así, que la mayoría de los líderes de los grandes e influyentes gremios coinciden en su pronóstico: la situación de crisis es casi irremontable para la actual gestión, lo cual irremediablemente le abrirá las puertas a una segunda experiencia de Juntos por el Cambio en la Presidencia a partir de diciembre de 2023.
En lo que refiere a la gestión de Fernández, pese a la «desilusión» que hay tras haber apostado fuerte por él en la guerra silenciosa con la ex mandataria (guerra bastante ruidosa actualmente), seguirán «bancándolo» para que termine su mandato como corresponde.
Pero en la plana mayor cegetista ven como una quimera que el peronismo se mantenga en la Casa Rosada en el próximo período. Creen que la mayoría de la sociedad «le pico el boleto» al mandatario y que el próximo candidato o candidata del espacio cargará con la pesada mochila del malhumor social de los últimos años.
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Consideran que podrán seguir haciendo mil discursos más contra el ex presidente Macri pero que la mayoría de los votantes le enviarán la factura al peronismo por las actuales penurias económicas y el desorden político-institucional.
Todo esto lo hicieron saber en las reservadas tertulias que mantuvieron en los últimos días, en las que analizaron con preocupación e impotencia el devenir de la interna oficialista y de la crisis política y económica en la que se está hundiendo el país, según pudo reconstruir Gestión Sindical en estricto off the récord a través de hombres que participaron de las mismas.
Algunos jóvenes dirigentes moyanistas que estuvieron en esos encuentros, al escuchar el escenario planteado por los jefes cegetistas, expusieron la necesidad de «dar pelea y trabajar para que el peronismo pueda seguir» conduciendo los destinos del país en el próximo turno presidencial. Pero los veteranos referentes se mostraron escépticos e insistieron en que, a estas alturas, la suerte está echada.
En ese marco, como ya se imaginan negociando en el futuro con Juntos por el Cambio, siguen de cerca la interna de la principal alianza opositora, que debe dirimir si Macri tendrá su «segundo tiempo» o el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tendrá su oportunidad en el Sillón de Rivadavia, ya habiendo cumplido el máximo de dos mandatos gobernando la CABA.
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La relación con Fernández ya está bastante desgastada, lo cual quedó claro tras el sainete del acto que se hacía o no se hacía en la sede de la calle Azopardo. Finalmente, se mostró misericordia y la ceremonia se hizo, con muchas caras largas y poca festividad.
En tanto, el dirigente más amigo de Fernández, Héctor Daer, tuvo una reunión con Cristina Kirchner, pedida por él. En los gremios, imaginan que lo que suceda en el futuro del peronismo de cara a 2023 está más cerca de ella que del actual jefe de Estado.
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