21 de Noviembre
de 2024
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Metrovías reconoció la existencia de material cancerígeno en subtes

23. 08. 2019

En una comunicación interna, la concesionaria aseguró que se trata de tres trabajadores afectados por asbesto. Los metrodelegados exigen que la totalidad de los empleados sean sometidos a estudios médicos.

La empresa Metrovías, concesionaria de los subtes de la Capital Federal, admitió que hay trabajadores de la Línea B afectados por asbesto, el material cancerígeno que puede causar muertes ante la exposición prolongada. Hace tiempo que los metrodelegados denuncian esta situación.

Según confirmó el diario Página/12, la empresa reconoció en una comunicación interna que tres trabajadores fueron afectados por el material termoeléctrico también conocido como amianto. Desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) aseguraron que se trata de empleados de los talleres a quienes les diagnosticaron placas pleurales producto de inhalación de fibras de asbesto.

En la reseña publicada por el matutino, Metrovías dice que “la detección resultó positiva en un 50 por ciento de los elementos analizados”, que “se realizaron tomas de muestra y análisis de calidad del aire” y “dosimetrías al personal para medir la presencia de asbesto”. En tanto, asegura que “en todos los casos los valores obtenidos fueron muy inferiores a los admitidos por la normativa y similares a los que se obtienen en la vía pública”.

Los empleados a quienes se les realizaron estudios pertenecen a los talleres de Rancagua y Villa Urquiza, lugar en el que trabajan 160 personas. A estos se le deben sumar los conductores y guardas de la Línea B, que conforman un total de 300 personas que deberán realizarse estudios.

“La ART incorporó a los trabajadores de los talleres de la Línea B y a los conductores y guardas en el Registro de Agentes de Riesgos (RAR). Ese agente es el amianto. Se los mandó a hacer estudios específicos para detectar si les produjo algún tipo de enfermedad”, dijo el secretario general del sindicato, Roberto Pianelli.

“La exposición a las fibras de amianto causa enfermedades que afectan la pleura, como el mesotelioma, que es un cáncer, o la asbestosis, una fibrosis pulmonar. Y la aparición de engrosamiento pleural, en ausencia de otra enfermedad, es grave”, desarrolló el presidente de la fundación Soberanía Sanitaria, Nicolás Kreplak.

La alarma inicial por la presencia de asbesto en la Línea B la dio el sindicato, luego de la muerte de un oficial de mantenimiento del Metro de Madrid, España, producto de asbestosis. Sucede que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires compró en 2011 a la empresa española los vagones Mitsubishi, luego sacados de circulación.

En paralelo, la AGTSyP mandó a realizar un estudio a la Universidad Nacional del Sur, que determinó la presencia de amianto no sólo en dichos vagones sino también en las placas de contacto de luces de los trenes Nagoya de la Línea C, y las tapas apagachispas de los trenes CAF-GEE de la Línea E.

El material está prohibido en la Argentina desde el año 2000 a través de varias resoluciones, debido a que puede provocar cáncer con alta tasa de mortalidad.

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