Metrodelegados negaron que medidas gremiales hayan paralizado la Línea C de subtes
El sindicato aseguró que la paralización del servicio que une Retiro y Plaza Constitución se debió al “peligro de derrumbe”, luego del descarrilamiento que se produjo el viernes. “Queremos que el gobierno porteño garantice la seguridad”, dijo enrique Rossito. Luego de una inspección, se normalizó el servicio. Además, dieron su versión sobre los hechos del pasado domingo en la estación Carabobo, donde se produjo un tiroteo.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
La mañana del lunes, los miles de usuarios que utilizan diariamente la Línea C de subtes, que una Plaza Constitución con Retiro, debieron utilizar medios alternativos, ya que el servicio estuvo paralizado casi toda la jornada. La situación, que se extendía del viernes cuando una formación sin pasajeros descarriló, generó cruces entre la empresa Metrovías y el gremio de los trabajadores del sector. Es que los conocidos metrodelegados desmintieron la información oficial, que daba cuenta de una suspensión del servicio “por medidas gremiales”. La dirigencia sindical aseguró que esa información no era exacta, y que el real motivo del problema era “el peligro de derrumbe” en el túnel principal de Constitución. Además, dieron sus versiones de los hechos ocurridos en la estación Carabobo el pasado domingo, cuando se registró un tiroteo, y la interrupción posterior del servicio.
Durante toda la jornada de lunes, en los carteles informativos de las estaciones, la empresa Metrovías remarcaba que la suspensión de la Línea C se debía a “medidas gremiales”, y sin nombrarlos le apuntaba a los gremios del sector, en especial a los mayoritarios metrodelegados. “A raíz del incidente ocurrido el día viernes, en el que por un error humano la formación se descalzó de las vías e impactó en la infraestructura, durante el sábado y domingo un equipo técnico y especialistas de Metrovías realizó todas las tareas necesarias para restituirla a su condición original. Producto de esto hoy la línea comenzó operando en toda su extensión sin riesgo alguno para los usuarios y sus empleados”, explicó la empresa mediante un comunicado de prensa.
Pero desde la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) desmintieron la versión, y le apuntaron a los problemas que se generaron en el accidente del viernes pasado. “Parte del túnel de la estación Constitución se encuentra bajo peligro de derrumbe luego del grave accidente ocurrido el pasado viernes”, sostuvo el gremio. Durante el descarrilamiento, afirman los metrodelegados, la formación “golpeó la estructura de la estación”, y hasta el hoy “las obras de reparación no se encuentran terminadas”. Por esto, el gremio consideró que “la línea no es segura para el transporte de pasajeros y para los trabajadores”.
“Lo que exigimos desde un primer momento es que alguien del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se haga presente en el lugar, para controlar que la obra de reparación esté en condiciones”, le dijo a Gestión Sindical Enrique Rossito, secretario de Prensa y Comunicación de la (AGTSyP). En horas de la tarde, ante el pedido de los trabajadores, personal de Defensa Civil porteña se acercaron al lugar, y labraron un acta para determinar el estado del túnel. “Lo que quiso hacer Metrovías es ‘auto habilitarse’, cuando en una casa hay peligro de derrumbe uno no decide cuándo se puede volver al lugar, tiene que ser la autoridad. En este caso Defensa Civil”, agregó Rossito.
El descarrilamiento que mantiene paralizada la Línea C se produjo el viernes pasado en horas de la mañana, lo que obligó a limitar el servicio entre las estaciones de Retiro y San Juan durante el fin de semana. Durante estos días, según la empresa, “un equipo de técnicos apuntaló y aseguró la zona, además de reparar daños de infraestructura”. Sin embargo, los metrodelegados aseguran que hasta el lunes por la tarde “no están las condiciones dadas para reanudar el servicio desde la estación cabecera de Constitución”. “Pusieron unos tirantes, hubo gente trabajando, pero queremos que haya garantía de que el tema está resuelto, para seguridad de los trabajadores y los pasajeros”, subrayó Rossito.
Durante la inspección, se labró un acta, formada por dos profesionales de la dirección general de Auxilio y Emergencia del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Según puso saber Gestión Sindical, en la misma los firmantes determinaron que “no se observan signos que indiquen peligro de colapso estructural inminente”. En la misma se confirma que se reemplazaron cinco columnas, y que en la inspección ocupar se vieron “desprendimiento del recubrimiento de las armaduras metálicas”. Cuando se labró el acta, estuvo presente personal de Metrovías y el Ministerio de Trabajo porteño, así como delegados de la AGTSyP, encabezados por el secretario Adjunto Néstor Segovia. Cerca de las 18 del lunes se normalizó el servicio.
Este hecho se sumó al sucedido el domingo pasado, cuando se produjo un tiroteo en la estación Carabobo de la línea A. Ese día, un grupo de delincuentes asaltó a pasajeros que viajaban en una formación de esa línea, en su mayoría extranjeros. En el vagón viajaba un policía de civil, que se tiroteó con los asaltantes, que huyeron por los túneles, según las versiones periodísticas. Por esto, el servicio se suspendió hasta la tarde, cuando los metrodelegados reclamaron mayores condiciones de seguridad. Luego de que la empresa y la Policía Metropolitana garantizaran la presencia de personal policial y las condiciones de seguridad, se reanudó la actividad de la línea.
“Las cámaras de seguridad que deben llevar estas formaciones no funcionaban, el guarda no tenía comunicación con el conductor para informarle lo que sucedía”, informó Rossito. El metrodelegado dijo que “lo que pedimos es condiciones de seguridad, para nosotros y los pasajeros, que pudieron terminar heridos. Las balas no distinguen entre empleados y pasajeros”. Para Rossito, este y el peligro de derrumbe de la Línea C “son situaciones muy graves, que no las provocamos, sino que las padecemos”.
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