29 de Marzo
de 2024
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Los metalúrgicos se movilizaron y advirtieron al gobierno: o cambia o será un año “muy difícil”

15. 02. 2017

Organizada por la UOM, la movilización reclamó un cambio de políticas para el sector, y denunció 10 mil despidos en 2016. Luego de reunirse con el ministro Triaca, se avanzó en un plan para salvar los puestos de trabajo de Banghó, cuya conciliación obligatoria venció este martes. Fuerte apoyo a la movida de los sectores más combativos de la CGT.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Bajo una persistente llovizna que luego dio lugar a un incipiente sol, los metalúrgicos se movilizaron a dos ministerios, para repudiar la política económica, que generó una ola de despidos en el sector industrial. Con el antecedente de la Banghó como último gran conflicto, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), acompañada por sectores combativos de la CGT, rompió la tregua con el gobierno nacional, y criticó con dureza la realidad del sector. Luego de ser recibidos por el ministro Jorge Triaca, reclamaron medidas para defender el empleo nacional, y ratificaron que desde que el frente Cambiemos se hizo cargo del gobierno, se produjeron unos 10 mil despidos en este sector industrial clave, que se duplican si se tienen en cuenta las suspensiones y retiros voluntarios. “Si no cambia la política oficial, va a ser un año muy difícil”, coincidieron los dirigentes. Sectores de la CGT y del kirchnerismo, presentes en la jornada de lucha.

La manifestación comenzó cerca de las 14.40, en la Plaza de los dos Congresos, donde los metalúrgicos cortaron la avenida Entre Ríos. Con banderas de la UOM y de otros gremios que componen la denominada Corriente Federal de Trabajadores, iniciaron bajo una fuerte lluvia su marcha hacia la sede de la cartera laboral, donde los recibió una comitiva de funcionarios. Fuentes de la organización destacaron la participación de la movida, y le dijeron a Gestión Sindical que en total “hubo unos 5 mil trabajadores metalúrgicos movilizados”, que repudiaron “la política económica del gobierno, que atenta contra el empleo en el sector industrial”. La fecha elegida para la movilización no fue casual, ya que este martes se vence la conciliación obligatoria en Banghó, y corren peligro 180 puestos de trabajo.

En un breve contacto con la prensa, el secretario de Prensa de la UOM Emiliano Gallo se refirió a los números de la caída en la actividad de la industria metalúrgica. “La venta de heladeras cayó un 20 por ciento y la de lavarropas un 24 por ciento”, graficó. En lo político, sostuvo que “muchos compañeros votaron el cambio, pero se dieron cuenta de que no era lo que esperaban. Si no hay una decisión política de cambiar el rumbo, va a ser muy difícil”.

Durante la movilización, se pudieron ver dirigentes y referentes del kirchnerismo, que se acercaron a apoyar la marcha de los metalúrgicos. Uno de ellos fue el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada, que se fundió en un largo abrazo con Francisco “barba” Gutiérrez, ex intendente de Quilmes y actual secretario del Interior de la CGT, quien encabezó la columna de la seccional de su distrito. “Vamos a volver”, fue el canto elegido por los trabajadores que acompañaron a ambos dirigentes, que entre risas se sumaron al grito premonitorio. Además, se pudo ver al jefe de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Héctor Recalde, quien acompañó el reclamo de los metalúrgicos.

Lugo de transitar Avenida de Mayo y llegar a la sede del Ministerio de Trabajo, una delegación se entrevistó con funcionarios de la cartera, un compromiso asumido previo a la movilización. La delegación de los trabajadores estuvo encabezada por el titular del gremio, Antonio Caló, que se reunió con Triaca y su equipo. La prioridad fue la situación de los despedidos de Banghó. Una de las medidas acordadas, según le dijo una fuente del encuentro a Gestión Sindical, fue mantener a los empleados “como suspendidos”, con el pago del 70 por ciento de los salarios. La medida se mantendrá por dos meses. Muchos trabajadores de esta firma de tablet y notebook aseguraron que los telegramas de despidos, por lo menos en la planta de Vicente López, llegaron cuando estaban de vacaciones.

La manifestación metalúrgica logró el apoyo de la Corriente Federal, que lidera Sergio Palazzo, y que esta semana se mostrará en la calle dos veces: primero en la jornada de la UOM y luego el próximo viernes, cuando respalde el paro bancario. El diagnóstico de este espacio, que viene exigiendo un paro nacional a la conducción de la CGT, es cada vez más sombrío. “Una sensible baja en el consumo interno, la apertura indiscriminada de importaciones y tarifazos de los servicios básicos generan un combo que está provocando un daño muy profundo, con un impacto social inevitable al perderse miles de puestos de trabajo”, denunciaron mediante un documento de apoyo a la movilización metalúrgica.

Las protestas se dan en el marco de un desplome de la industria, que afecta a dos sectores en especial: el metalúrgico y la construcción. En este sentido, un trabajo de la Federación Económica de Buenos Aires (FEBA) alertó que la producción industrial tuvo una retracción de 2,3 por ciento interanual en diciembre del año pasado, y cerró el 2016 con un retroceso acumulado del 4,6 por ciento interanual. La institución detectó “desempeños interanuales bajos en ocho de las doce ramas” de actividad relevadas por el denominado Estimador Mensual Industrial durante el último mes del año, sobre la base de un informe realizado con datos propios y oficiales. “2016 cierra con caídas acumuladas en la totalidad de los bloques industriales, que prolongaron la fase recesiva en la mayoría de los sectores”, concluyó la FEBA.

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