La UTA, entre la alegría por el acuerdo salarial y los cuestionamientos internos
El gremio de los choferes acaba de cerrar su paritaria, con una suba del 40% para los próximos 18 meses. Pese a esto, el liderazgo de Roberto Fernández sigue cuestionada. La crisis de la Línea 60 y la compulsa sindical con los metrodelegados en el subte ponen en juego la conducción gremial.
Cuando parecía que el techo de las paritarias se imponía por debajo del 30 por ciento, los choferes de colectivos presionaron con un paro en plenas vacaciones de invierno, y lograron perforar ese límite. Así, acaba de firmar un acuerdo que entre subas en blanco, compensaciones y otros ítems alcanza el 40 por ciento para los próximos 18 meses. El convenio, que desactiva los conflictos en larga, media y costa distancia, fue festejado por la conducción que encabeza Roberto Fernández. Pero no todas son alegrías para el histórico dirigente. El conflicto interminable de la línea 60 pone en juego su liderazgo, ante una Comisión Interna que lo cuestiona públicamente. Además, un fallo judicial desarma su estrategia en el subte, y ahora deberá medirse con los metrodelegados para saber quién tiene más afiliados.
“En cuestiones de salarios uno nunca está conforme, siempre quiere más. Pero por las alternativas sacamos un buen convenio”, le dijo a Gestión Sindical Fernández. En concreto, la UTA logró una paritaria en larga distancia del 27,8 por ciento, con adicionales que llevan la paritaria al 40 por ciento para los próximos 18 meses, y en corta distancia del 27,8 por ciento en dos tramos a partir de enero de 2015 y diciembre de 2015. Asimismo, se estableció un incremento al salario de 10,6 por ciento para el primer semestre de 2016, lo que lleva al promedio cercano al 40 por ciento.
“El acuerdo se cerró a última hora, y el viernes pasado el gobierno tuvo que poner 30 millones de pesos más porque no cubrían el costo de explotación de larga distancia. Tuvimos momentos muy difíciles”, admitió Fernández, que viene reclamando políticas más activas para defender la larga distancia, que se ve golpeada por los vuelos baratos, en especial los de aerolíneas Argentinas. “Esto me preocupa, lo mismo del tren, un viaje a Mar del Plata sale casi lo mismo que el micro, necesitamos una política general para bien de todos”, agregó. Estos reclamos fueron realizados al Ministro de Transporte, sin mayores resultados. Para la UTA es necesaria una ley nacional del transporte que regule la actividad de trenes, aviones y micros, entre otras funciones.
Pero la alegría por el acuerdo salarial no duró demasiado. Es que desde hace un tiempo algunos conflictos ponen en juego la conducción del gremio. Con casi un mes sin servicio, la crisis de la Línea 60 amenaza con volverse una problema sin solución, y a esta altura expone el liderazgo de Fernández, que en este momento apuesta a una salida rápida del conflicto, aceptando la conciliación obligatoria. Pero la intervención de la justicia hizo que el gremio un poco “se corriera” de escena, dejando a los delegados aislados en la disputa.
En la cabecera Constitución, los choferes siguen manteniendo la toma, resistiendo la medida de la jueza Servini de Cubría, que quiere inspeccionar las unidades. Según afirmaron fuentes cercanas a los delegados, creen que esta maniobra busca ayudar a “vaciar la empresa”. En este momento, lo que más preocupa a los trabajadores es la cuestión financiera, ya que los salarios caídos ponen en juego la continuidad de la huelga. En este sentido, se preparan festivales y colectas, que ya están en campaña gracias a la colaboración de diversos grupos y gremios de bases. La peor parte se la llevan los delegados, a quienes se les debe hasta 10 meses de salario. Por esto, los trabajadores fueron a ver a Fernández, a quien le reclamaron que la UTA pague esos sueldos caídos. El resultado no fue el mejor. “No aceptaron la conciliación obligatoria, cortaron los canales de diálogo y ahora quieren que el gremio les pague. Fernández los sacó corriendo”, se confesó a Gestión Sindical alguien que estuvo presente en el encuentro.
Para tratar de suavizar las críticas al gremio, desde la UTA denunciaron que en medio de las protestas hubo agresiones a trabajadores que intentaron prestar servicio. Pero mediante un comunicado, los delegados de la Línea 60 negaron cualquier tipo de acto de violencia. “Todo lo que circula en contra de nosotros son palabras, sin embargo, la realidad no son las palabras sino los hechos concretos. Vengan a ver ustedes mismos lo que sucede, la realidad de las cosas”, afirmaron los trabajadores. “Que la UTA deje de mirar para otro lado y se ponga al frente de nuestra pelea”, reclamaron.
Además, la UTA tuvo esta semana un revés judicial, ya que la Sala II de la Cámara del Trabajo rechazó el recurso de amparo para no realizar en el subte la compulsa salarial, que busca determinar si es el gremio de los choferes o los llamados metrodelegados tienen más afiliados. Hasta el momento, la UTA mantiene la histórica personería gremial, pero la Asociación Gremial de los Trabajadores de Subterráneos y Premetro (AGTSyP) viene reclamando su reconocimiento, ya que afirman tienen la representación mayoritaria de los empleados del sector.
Según las versiones recogidas, la UTA recurriría a la Corte Suprema de Justicia como último recursos para frenar esta compulsa, la cual perdería y lo dejaría sin la personería. Es que incluso cerca del gremio admiten que la relación entre los afiliados de ambas entidades, existe una relación “de dos a uno” a favor de los metrodelegados.
Hacé tu comentario