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La marcha del 22: presionada, la CGT se moviliza pero lejos de llamar a un paro

19. 08. 2017

El próximo martes la central obrera volverá a protestar contra el modelo económico nacional, una medida que en algún momento estuvo en duda. Los sectores internos acordaron mantener la jornada, y “enfriar” la idea de un paro nacional. Se sumarán las dos CTA, pero no la izquierda. La seguridad, un tema que preocupa luego del robo del atril de marzo pasado.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

Pese a las versiones previas, el clima de la última cumbre de la CGT fue más bien tranquilo. La dirigencia se reunió para ratificar la marcha del próximo 22, que en algún momento estuvo en duda, en especial por estar en medio del proceso electoral. La presión que ejercieron los sectores más radicales –de dentro y de afuera de la estructura cegetista –terminaron siendo más fuertes que los intentos de los sectores dialoguistas de buscar otra formas de protesta, y la movida se confirmó. Será el martes, en Plaza de Mayo, cuando se cumpla un año del triunvirato, que llega a esta instancia en un momento de cuestionamiento. Puertas adentro, la central ya piensa en unificar la conducción, pero todavía no está el nombre de quien pueda concentrar el manejo de una estructura compleja, con muchos matices e intereses. Lo que está claro es que más allá de los discursos belicosos, en el horizonte de la CGT no hay un paro nacional. La seguridad, un tema sensible que se discute para evitar imágenes como la del atril robado en marzo de este año.

Luego del debate, Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña confirmaron la marcha de este 22, que buscará copar nuevamente Plaza de Mayo. Además, se adelantó que el próximo confederal será el 20 de septiembre, y allí se evaluará la situación del país. Lo que está claro es que hasta ese momento, la central se mantendrá quieta. “No se habló en ningún momento el tema de una medida de fuerza”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente que participo de la cumbre de la semana pasada. De esta forma, desactivó cualquier posibilidad de que en la jornada del próximo martes e anuncie un paro nacional. “Se considera que no es momento, hay que esperar que pasen las elecciones, ver qué diputados quedan, y hablar con ellos”, ratificó el mismo dirigente. Sobre el encuentro de Azopardo, explicó que la discusión fue “como la de todo consejo directivo, donde unos tienen una idea, otros otra, en general fue tranquila”.

Uno de los sectores que más presionó para que no se abandone la marcha del 22 fue la Corriente Federal de Trabajadores, que en la previa difundió un documento donde aseguró que “las decisiones orgánicas están para cumplirse”. Una vez confirmada la jornada, trabajan para conseguir un lugar entre los oradores, pero por el momento nada de eso está confirmado. “El indudable mensaje político será los miles y miles de trabajadores en las calles, que son parte del 65 por ciento de la población que reprobó las medidas que ha tomado el gobierno en las recientes elecciones legislativas. Lejos del triunfalismo mostrado días atrás por parte del oficialismo y de un aparato comunicacional buscando imponer ese mensaje”, sostuvo el espacio, mediante un documento público.

En tanto, como parte de su acercamiento a la CGT, el Movimiento de acción Sindical Argentino (MASA) analizaba al cierre de esta edición su adhesión o no a la movida. Según le adelantó a Gestión Sindical el titular de la Unión Ferroviaria Sergio Sasia, dentro de este sector, las opiniones “están divididas”. “hay compañeros que quieren participar, otros que no, vamos a discutir el tema, nosotros siempre bregamos por la unidad del movimiento obrero, pero detrás de una conducción, de una agenda que atienda los temas centrales de los trabajadores. Queremos una CGT fuerte, que defienda los intereses de todos”, recalcó.

Mapa de los apoyos

Una vez confirmada la marcha para este martes, los distintos espacios sindicales y sociales se fueron sumando. En una reunión de su mesa nacional, la CTA de los Trabajadores ratificó su participación, algo que se descontaba, por la cercanía de la central con la Corriente Federal de Sergio Palazzo, entre otros aspectos. “Creemos que esa convocatoria tiene que ser multitudinaria, tiene que encontrar al conjunto de las centrales y movimientos sociales, siendo parte de una convocatoria conjunta para reclamar contra los despidos, la caída del poder adquisitivo de los asalariados”, explicó la central mediante un comunicado. El espacio que conduce Hugo Yasky explicó que marcharán “contra “este escenario de penuria social que hoy estamos sufriendo tanto los que tenemos trabajo formal, como los trabajadores informales, los jubilados, los que dependen de planes cooperativos”. En el encuentro ya se habló de un paro nacional, que según la dirigencia debe ser convocado luego de la jornada de protesta de la semana que viene. “El paro debe ser contundente, no debe dejar dudas, y para eso necesitamos de todos los sectores. Si no hay unidad de criterio, puede ser contraproducente”, admitió una fuente de esa CTA consultada por Gestión Sindical. En este sentido, admiten que una protesta nacional sin la CGT “no tiene sentido”.

En tanto, en la CTA Autónoma la movilización volvió a exponer la interna brutal que vive el espacio que lidera desde lo formal Pablo Micheli, pero que tiene a la mayoría de los gremios y sus dirigentes alineados bajo la conducción de la llamada “CTA Perón”, que alinea a la conducción nacional de ATE y al ex candidato presidencial Víctor de Gennaro. Micheli fue uno de los primeros en criticar a los sectores de la CGT que insinuaron la posibilidad de suspender la actividad. Debilitado por su pelea con el sector Anusate del gremio de los estatales, prepara la unificación con el sector de Yasky, y lanzó su fallida candidatura a senador por el espacio Creo, que no pasó las PASO. La convocatoria también repercutió en el seno de ATE, dividida por esta interna. “La conducción nacional no se va a movilizar, no se suma ni formal ni informalmente”, le confirmó a Gestión Sindical una fuente del gremio estatal. En cambio, la seccional Capital Federal de ATE, que dirige Daniel Catalano, sí se movilizará. Así lo definió un plenario realizado este viernes, que respaldó la protesta y criticó el modelo económico macrista.

Además, las organizaciones sociales que forman el llamado “triunvirato social” también dirán presente en la jornada. La CTEP, Barrios de Pie y la CCC anunciaron ayer jueves su participación, para sumar “sus banderas y reclamos por la defensa del trabajo”. “La participación en la marcha se dará en el marco de las jornadas de lucha que se vienen llevando a cabo por la plena implementación de la Ley de Emergencia Social, la sanción de la Emergencia Alimentaria y la exigencia de la aparición con vida de Santiago Maldonado”, señalan las organizaciones en un comunicado.

La seguridad, un tema sensible

Una vez confirmada la marcha, y que se dejara en claro que no habrá paro hasta pasadas las elecciones, dos cuestiones sensibles comenzaron a sobrevolar la reunión del pasado miércoles. Por un lado, los oradores de la jornada, y por otro, la seguridad. En el primer de los casos, hay negociaciones para que sea uno y no los tres integrantes del triunvirato los que cierren la jornada, y darle espacio a las agrupaciones sociales, pro también reduciendo los expositores. La dirigencia no quiere que en medio de los discursos aparezca el pedido de un paro, como sucedió el 7 de marzo pasado, que terminó con el desborde en pleno escenario. “hay que cuidar el nuevo atril”, bromeó uno de los dirigentes en el encuentro de Azopardo, poniendo acento en la necesidad de cuidar la seguridad. “Cada gremio tendrá que conservar la seguridad como corresponde”, remarcó la misma fuente consultada, que acusó a los medios de incentivar “la idea de un paro”, cuando el martes próximo “no se va a anunciar nada de eso”.

En marzo, por los incidentes, la dirigencia acusó a sectores de izquierda, que coparon el escenario y produjeron los incidentes, al grito de “paro nacional”. Entre los sectores involucrados, en la CGT les apuntaron a delegados de la línea 60, integrantes de una comisión interna combativa que realizó varios paros de alto impacto, y que alguno de sus integrantes fue visto sobre el escenario desbordado. Incluso alguno hondeó alguna manera con una inscripción de esa empresa. Desde el cuerpo de delegados, le confirmaron a Gestión Sindical que “no participaremos orgánicamente de la jornada de protesta”. De forma particular, algunos delegados y trabajadores se sumarán a la columna de Choferes autoconvocados, un espacio que según explicaron “se formó para protestar contra la paritaria firmada por la conducción de la UTA, y que nuclea a comisiones internas combativas de ese gremio. El espacio debutó con una manifestación en Plaza Miserere, en el barrio de Once, hace unas semanas, cuando se firmó el acuerdo salarial 2017.

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