La CTA Autónoma pide “medidas urgentes” para proteger a los trabajadores durante la pandemia

El Observatorio del Derecho Social de la central obrera elaboró una serie de recomendaciones que se le giraron al Ministerio de trabajo, para proteger el empleo y la salud durante la emergencia por coronavirus. Además, recopilaron denuncias de violaciones de la cuarentena. Piden comités de emergencia por distrito para monitorear el impacto social y económico de la crisis.

Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical

La extensión de la cuarentena obligatoria, que llegará la 12 de abril según el último decreto presidencia, implica varios desafíos además de los sanitarios. Las restricciones en muchos rubros de la economía hacer que se comience a pensar en las consecuencias inmediatas, en especial luego de la tensión que generó los despidos masivos en Techint, que el propio presidente Alberto Fernández criticó. Para evitar que la crisis que se avecina por el coronavirus recaiga sobre los trabajadores, la CTA Autónoma elaboró una serie de propuestas, para defender los derechos de los asalariados y evitar costos mayores por la emergencia. Elaborado por su Observatorio del Derecho Social, el trabajo fue remitido al Ministerio de Trabajo nacional, para ser analizado por sus autoridades.

La entidad sindical basó su propuesta en cuatro ejes, para mantener la actividad en diversos sectores críticos, sin descuidar la salud y seguridad de los empleados. Junto con esto, la central obrera pide que se formen comités de emergencia en las distintas jurisdicciones, para monitorear junto a organizaciones sociales, sindicales y barriales la marcha de la crisis, que se tema afecte a los sectores más vulnerables y pueda generar algunos desbordes.

El informe de la CTA Autónoma apunta a generar propuestas y medidas para proteger a las y los trabajadores en este contexto de pandemia, y evitar abusos en los derechos conquistados. El trabajo fue elaborado por los integrantes del Observatorio del Derecho Social, y apunta a la cuestión laboral como sanitaria.

En este sentido, el informe al que tuvo acceso Gestión Sindical apunta a cuatro ejes centrales: “determinar con la mayor precisión posible las áreas de la producción que deben continuar funcionando y fortalecerlas con la redistribución de los recursos; garantizar las máximas condiciones de salud y seguridad en el trabajo, principalmente aquellas que hacen a la consecución de los objetivos de las políticas sanitarias; adoptar medidas para proteger los puestos de trabajo y los salarios durante la cuarentena, incluyendo la suspensión de los despidos; y garantizar la actividad sindical, la libertad de circulación de dirigentes y abogados gremiales, y fortalecer los mecanismos oficiales para la presentación de denuncias como protección principal de quienes están desarrollando actividades”.

Además de las propuestas, el trabajo del Observatorio de la CTA recopiló “más de 70 denuncias y reclamos colectivos de trabajadores de diferentes actividades de todo el país que han señalado, de una u otra forma, un conjunto de cuestiones que requieren ser abordadas con carácter de urgente a fin de poder transitar la emergencia”. En particular, agregó la entidad, “han denunciado la falta de delimitación clara entre las líneas de producción que deben seguir funcionando y otras que claramente no son esenciales y que incluso podrían fortalecer la producción de aquellos bienes que son imprescindibles para la subsistencia del conjunto de la población”. Como ejemplos, se nombró a Refinerías Quilmes, Ingenios Azucareros, Actividad Vitivinícola de Mendoza, entre otras, como firmas que “presiona a sus trabajadores para asistir sin clarificar razones que puedan ser confrontadas”. Algo similar se detectó el Fate, la fábrica de neumático, que como contó hace unos días Gestión Sindical convocó a un grupo de trabajadores para romper con la cuarentena. Además, otras empresas afirman que son parte de las actividades esenciales, pero esa pertenencia está en duda.

“En la industria manufacturera también se registraron reclamos, puntualmente en empresas de fabricación de alimentos (Cafés La Virginia y Felfort), en empresas de fabricación de papel (Celulosa Argentina y Papelera Paysandú) así como en empresas de fabricación de jabón (Procter & Gamble). En estos casos, les trabajadores reclaman medidas de seguridad, que las empresas respeten el distanciamiento social, haciendo las modificaciones necesarias sobre las líneas de producción”, destacó el informe.

El informe de la CTA es parte de las actividades que se vienen realizando los gremios de la central en el marco de la pandemia. Además, la entidad sindical propuso que se formen comités de emergencia en las jurisdicciones y en las propias empresas, “con el fin de determinar el carácter esencial de líneas de producción, puestos y tareas”. Sobre los primeros espacios, la idea es tratar temas como la contención de los sectores más vulnerables, y analizar los abusos que puedan surgir.

Uno de los primeros pedidos para dar este paso se dio en Capital Federal, donde la dirigencia sindical le pidió al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta que convoque a de la sociedad civil como sindicatos, organizaciones sociales, clubes sociales, mutuales, entidades religiosas, para monitorear el avance de la emergencia. “Hace unos días se creó un comité de crisis convocado por el Ministerio de Desarrollo Social porteño, para seguir cómo viene el tema en las barriadas, lo que pedimos es hacer extensivo ese comité a la mayor esfera de decisión política del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, confirmó Pablo Sparato, titular de la CTA Autónoma de Capital Federal.

El objetivo, le dijo el dirigente a Gestión Sindical, es “además de direccionar donaciones y otro tipo de ayuda, convocar a otras entidades que nos parecen son importantes para paliar esta crisis, y tener políticas comunes que ayuden a tomar medidas concretas”.

La CTA porteña pidió al gobierno de Rodríguez Larreta que se trate en este comité la emergencia sanitaria, que incluya protocolos de cuidado y protección para los trabajadores de la salud; la emergencia educativa y la emergencia habitacional, para garantizar la accesibilidad a los servicios públicos en barrios populares. “La falta de trabajo y las restricciones que impone la cuarentena se puede transformar en una crisis social, en eso coincidimos con el gobierno, pero si queda suscripto al tema de desarrollo social tiene un alcance limitado, por eso queremos un comité con la mayor representación de la sociedad posible”, concluyó Spataro.