La intervención de la CGT Córdoba apura los tiempos para la normalización de las regionales
La decisión generó fuerte impacto en las seccionales donde no se consiguió unidad de criterio. Sigue la polémica en la provincia mediterránea.
La intervención de la CGT de Córdoba por parte de la conducción nacional de la central obrera generó una fuerte controversia en todo el país, en especial en la provincia implicada, donde la dirigencia rechazó la decisión y reclamó en estos días que se dé marcha atrás con la medida.
Además del malestar entre la dirigencia cordobesa, la intervención despertó dudas en todo el país respecto con las regionales que todavía no lograron la normalización. Ante un posible «efecto contagio», las dirigencias locales trabajan contrarreloj para garantizar la unidad, y evitar situaciones como la cordobesa.
En estos días, varias seccionales confirmaron acuerdos para renovar autoridades, y en muchos casos se alcanzó la inclusión de todos los sectores, luego de años de diferencias, como pasó en Lomas de Zamora, una de las más grandes regionales del país.
La decisión de la secretaría del Interior de intervenir la regional Córdoba sigue generando polémica. Esta semana, varios gremios publicaron solicitadas y documentos donde rechazan la medida nacional, y respaldaron al actual secretario general, José Pihen (Sindicato de Empleados Públicos).
En este sentido, unas 50 organizaciones firmaron una carta abierta dirigida a los conductores nacionales de la CGT, donde si bien dijeron que respetan «la organicidad y las normas vigentes», ratificaron su voluntad de «participar en el proceso que determine una nueva conducción de la delegación regional Córdoba».
«Atento a la realidad de lo ocurrido y la falta de consensos habida, solicitamos se convoque a elecciones en un plazo no mayor a 15 días de conformidad a la reglamentación vigente, para lograr la normalización pretendida por las autoridades nacionales», destacaron los gremios.
En la regional cordobesa, Pihen buscaba su reelección, y cuenta con el respaldo de unos 70 gremios, según sus propias palabras. En tanto, el Movimiento de Trabajadores de Córdoba (MTC) proponen a Rubén Urbano (UOM) y Pablo Chacón (Empleados de Comercio) para una posible conducción, que puede ser compartida.
Un tercer sector referenciado en los dirigentes Gabriel Suárez (Luz y Fuerza) y Mauricio Saillén (SURRBAC), que no son parte de la regional pero piden un espacio. Ante la falta de acuerdo, Abel Furlán, con respaldo de la conducción de la CGT, decidió la intervención, bajo el mando de Horacio Otero.
«Hubo desprolijidades locales, no se logró un diálogo real que permita pensar en la unidad», le dijo a Gestión Sindical una fuente de la secretaría del Interior, respecto a la decisión. Una de las cuestiones que terminó decidiendo la intervención fue que se realizaron «convocatorias sin aval nacional, desconociendo las reglas del estatuto».
Negociaciones
Ante lo sucedido en Córdoba, en varias regionales apuraron la discusión para lograr una normalización, y así evitar posibles medidas como la tomada en esa provincia. En estos días, varias seccionales adelantaron que presentarán los avales ante Furlán para dar cumplimiento con la normativa interna.
Una de las más grandes del país, como la de Lomas de Zamora, está a horas de lograr una conducción consensuada luego de años de diferencia. El aval para lograr la unidad se alcanzó esta semana en una nueva compre de dirigentes, que acordó que un triunvirato asuma el próximo viernes 5 de agosto. De esta forma, Sergio Oyhamburú (ASTA), Juan Vanati (camioneros) y Laura Sasprizza (gastronómicos) serán los co-conductores de la central.
«Las charlas van muy bien, si todo sale bien el jueves vamos a presentar los avales en la CGT y asumiremos el viernes», confirmó Sasprizza ante la consulta de Gestión Sindical. Para lograr la unidad, se acordó tener tres secretarios adjuntos, que contengan a todos los sectores. Así, Jorge Torres (Luz y Fuerza), Carlos Sosa (UOM) y Guido Vaccaro (UPCN) secundarán al triunvirato. «Es un paso muy importante, luego de años sin unidad», agregó la dirigente gastronómica.
En esta regional, que contiene a trabajadores que residen en Lomas de Zamora, Almirante Brown, San Vicente, Ezeiza, Esteban Echeverría y Presidente Perón, la unidad lograda esta semana no se conseguía desde el 2011, cuando se fracturó a nivel nacional la central obrera.
En 2016, el espacio mayoritario eligió a Oyhamburú como secretario general, pero un grupo se estructuró detrás del metalúrgico Carlos Costello, disconforme con el armado oficial. Esa fractura se mantuvo hasta hoy. El primer obstáculo es que el sector de Costello –fallecido hace unos años –quería incluir en el triunvirato a Torres, que al final ira al trío de adjuntos.
Confirmaciones
En tanto, en otras zonas del país las regionales apuran el tiempo para evitar conflictos como el que sucedió en Córdoba, hasta ahora el más importante de su tipo. Las normalizaciones se vienen dando a buen ritmo, no sin algunas críticas a la conducción nacional.
Hace unos días, por ejemplo, asumieron las autoridades de la CGT Morón, bajo otro triunvirato formado por Alfonso Martínez (Gastronómicos), Marcelo Notario (Camioneros) y Jorge D’Andrea (Sanidad).
GREMIOS CORDOBESES RESISTEN LA INTERVENCIÓN DE LA REGIONAL DE LA CGT: «ES INSÓLITO»
En tanto, la semana pasada se hizo un plenario con la participación de dirigentes de 33 gremios que eligieron a Luis Cionfrini, de SUTERyH, al frente de la CGT Regional Andina, junto con la representante de UPCN Río Negro, Sandra Urra. Ambas medidas contaron con el aval de la Secretaría del Interior de la CGT, según informaron los dirigentes.
Además, quedan pendientes varias de las más de 55 regionales, como sucede en San Luis con la CGT Regional Villa Mercedes. Allí, los esfuerzos no lograron concretar la unificación de los sectores, y según versiones periodísticas la dirigencia local acusa a Furlán y Otero por la falta de unidad. Por eso, algunos aventuran que podría ser la próxima intervención.
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