Hugo Moyano, con frente interno tras haber firmado paritarias a la baja.
El veterano dirigente camionero fue uno de los más firmes en la negativa a que la CGT movilizara por Cristina.
La postura prescindente de la CGT en la masiva movilización contra la detención y proscripción de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner generó un terremoto interno en la central obrera. El pensamiento de la conducción, lejos de la idea de confraternizar con el kirchnerismo, quedó expresado por el camionero Hugo Moyano en una reunión previa a la marcha cuyo contenido trascendió posteriormente.
En la central obrera crece el tono de los cuestionamientos entre quienes exigen no solo un respaldo más claro a Cristina sino también un pase a la acción contra las políticas de ajuste de Javier Milei -personalizados principalmente en Abel Furlán, de la UOM, y Sergio Palazzo, de la Asociación Bancaria- y el equilibrio que intentan hacer los mandamases como Moyano quien, si bien no tiene firma en el triunvirato de secretarios generales de la CGT, está representado allí por el camionero Octavio Argüello.
Con Daer como anfitrión
La ausencia de la CGT en la Plaza de Mayo donde cientos de miles de mililtantes se reunieron para escuchar un mensaje grabado por Cristina Kirchner se definió en una reunión previa realizada en la sede de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) que lidera el secretario general de la CGT Héctor Daer.
Los médicos del sector privado se suman a los reclamos contra el Gobierno por la caída salarial
Ese encuentro fue previo al que estaba pautado con las autoridades del PJ en la sede del peronismo porteño, que los líderes de la CGT finalmente declinaron con el argumento de que su presencia o no en la movilización no formaba parte de una discusión política.
En FATSA, además de Daer y Argüello estuvieron José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Julio Piumato (judiciales), Juan Pablo Brey (aeronavegantes), Jorge Sola (seguro), Omar Plaini (canillitas), Miguel Paniagua (espectáculos públicos) y dos dirigentes que forman parte del Consejo Nacional del PJ, Víctor Santa María (encargados de edificios) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza).
Moyano, Cristina y los «infiltrados»
Moyano fue quien con más énfasis defendió la idea de no involucrarse, y expresó que desde el kirchnerismo “siempre relegaron al peronismo y al movimiento sindical», contrariando a su hijo Pablo, que el viernes visitó a Cristina en el departamento de San José 1111 y allí avisó que estaría en la manifestación y stambién ugirió la necesidad de un paro de la CGT.
El mayor de los Moyano, en cambio, insistió en dividir las aguas entre el sindicalismo peronista y la línea más cercana a la expresidenta y llegó a plantear que el kirchnerismo y La Cámpora -a los que acusó de «egoistas»- más de una vez intentaron «infiltrar a los sindicatos y dividir a la CGT», como razón para no tomar parte activa en una movilización de respaldo.
El «superávit fiscal» de Caputo en duda: calculan que el Banco Central tiene más déficit que en 2023
Más allá de contrapuntos posteriores, la postura del camionero encontró el eco suficiente como para que la CGT se despegara del acto y solo se expresara a través de un lavado comunicado formal mientras, en off, algunos dirigentes gremiales simplemente decían que “no estaban dadas las condiciones” para una participación activa de la central de Azopardo en la Plaza de Mayo.
«Aquellos sindicatos que hayan dispuesto acciones sindicales para manifestarse quedan liberados para realizar todas las medidas que estimen conducentes en función de cada una de las actividades que representen», señaló el mensaje difundido casi al mismo tiempo en que quedaba en la nada la prevista reunión con las autoridades del PJ.
Hacé tu comentario