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de 2024
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En su camino a la unificación, a la CGT le nació un “ala dura” y un sector pro gobierno

15. 07. 2016

Esta semana se lanzaron al ruedo dos nuevos espacios, que buscan imponer criterios en la futura central unificada. Con Sergio Palazzo como candidato, la Corriente Federal se mostró como el sector más crítico, y reclamó enfrentar las políticas del gobierno. De la otra vereda, Gerónimo Venegas reunió a la dirigencia más cercana al macrismo, se autopostuló y ratificó que si hay triunvirato se bajan de la unidad.

El mismo día, a poca distancia uno de otro, dos actos marcaron la aparición de dos nuevos grupos dentro del proceso de unidad de la CGT, que vuelven más complejo el proceso de negociación de la futura central. Antagónicos entre sí, estos espacios reclamaron, tácitamente, lugares en la conducción cegetista, y blanqueaban su mirada respecto al momento que se vive en el país. Por un lado, el espacio que postula a Sergio Palazzo, el radical que conduce La Bancaria, y que se mostró muy crítico de las políticas gubernamentales. Por el otro, el grupo de dirigentes que autopostuló a Gerónimo “momo” Venegas, el principal dirigente sindical aliado al macrismo, que no quiere un triunvirato, y que amenaza con bajarse de la unidad si se eligen tres dirigentes para la conducción. Por su parte, Hugo Moyano no se baja de la conducción de Azopardo, y abre dudas sobre su postura final.

Los dos nuevos espacios se fueron confirmando en las últimas semanas, en medio de las negociaciones para lograr la unidad. Los mismos se suman al moyanismo –nucleado en la CGT Azopardo y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) –los que apoyan a Héctor Daer –como los “gordos” e “independientes” –o el barrionuevismo. Además, se posicionaron los gremios del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que quieren incorporar a Sergio Sasia a la conducción. En este mosaico tan variado, se suman los integrantes de la denominada Corriente Federal Sindical y esta especie de “sindicalismo PRO”.

La Corriente decidió, en su acto realizado esta semana en Ferro, proponer al bancario Palazzo como integrante de la conducción. Para eso, eligió mostrarse como el “ala dura” de la central. Luego del video donde insultaba al ministro de Energía Juan José Aranguren, el titular de La Bancaria mostró otra vez su perfil más crítico. Así terminó de configurar la imagen de este espacio, que se ubica en la vereda de enfrente de las políticas macristas, y aumentó el perfil durante la presentación de la candidatura. “Este gobierno de derecha tomó una decisión clara en materia política, que es quien pagaba el ajuste en la sociedad. En lugar de subsidiar a trabajadores y PyMES, decidió subsidiar a los sistemas económicos concentrados cuando les levantó todas las retenciones a granos y ganadería y le bajó los impuestos a mineras y tabacaleras”, remarcó Palazzo en su discurso de esta semana en Ferro.

La corriente la forman grupos de gremio de diversa variable, como los gráficos bonaerenses (el primer candidato del sector era su titular Héctor Amichetti), SADOP, FEDUN, curtidores, el gremio de la televisión, entre otros. En su interior, además de posicionarse como opositores, quieren ser “herederos del mítico Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA)”, espacio que condujo Moyano en los 90 con el que se enfrentó al menemismo. Esto parece ser el eje de este nuevo espacio: fomentar la unidad como forma de enfrentarse al gobierno. Como lo anticipó el titular de FEDUN, Daniel Ricci, más allá de la unidad “lo que queda por discutir es lo más importante: la unidad para qué”. Para nosotros ese ‘para qué’ es para enfrentar este modelo de ajuste y concentración de la riqueza, y defender los derechos logrados por los trabajadores durante todos estos años”, aseguró Ricci consultado por Gestión sindical.

Esta postura crítica es compartida por los integrantes de La Corriente, que vieron en Palazzo en mejor exponente de esta tendencia. “El deber de la hora es definir si se desea el pueblo o el antipueblo, la democracia o la plutocracia, la justicia o la injusticia social”, aseguró el bacario en la cancha de Ferro. Por su parte, Amichetti calificó al de Macri como “un gobierno de derecha, que ganó con un discurso de derecha”. “Aquellos que reclamaban un cambio no entendieron. Siempre las tarifas y los subsidios son una decisión política. Pero el Ejecutivo determinó ahora quién debe pagar el ajuste (los trabajadores), mientras subsidia a los grupos concentrados”, dijo.

Suena raro que este grupo logre mantenerse mucho tiempo bajo el mismo paraguas con el sector que representa Venegas. El titular del UATRE sumó a su partido FE a Cambiemos, y no ahorra elogios al gobierno. Casi al mismo tiempo que Palazzo, Venegas se lanzó como posible conductor, en un encuentro de las 62 organizaciones Peronistas, el que supo ser el “brazo político” de la CGT, pero que ahora quedó a la deriva, y el dirigente pretende recuperar. Para esto, juntó a un grupo de dirigentes con buena llegada al gobierno y los convocó para apoyar su candidatura.

Durante el encuentro, realizado en la escuela Política Sindical Lorenzo Miguel, Venegas confirmó que no aceptará un triunvirato, y menos el que incluye a Carlos Acuña (por Barrionuevo), Dar y Juan Carlos Schmid. “Así gana Sergio Massa”, le anticipó a Gestión Sindical la semana pasada una fuente del sector. Esta semana, el dirigente rural ratificó esta idea. “Si hablamos de la unidad en la CGT, un triunvirato no es la unidad, porque en un triunvirato cada uno va a representar a un sector y eso no sería unidad”, argumentó. Para lograr esto, dijo que está dispuesto a ser conductor, siempre y cuando “sea prenda de unidad”.

Entre este grupo que plantea un apoyo tácito al gobierno y La Corriente, que quiere unidad para enfrentar las políticas, todo el resto de la dirigencia sindical se acomoda y hace su juego. Hoy hay al menos seis candidatos, y si cobra fuerza la tendencia crítica al gobierno –la inflación no se detiene, Ganancias sigue sin resolverse y el grueso de los trabajadores sufre el tarifazo, lo que genera malestar en las bases –la balanza se irá inclinando para el sector duro. Incluso se habla de una mesa de cuatro dirigentes para aumentar la representatividad de la nueva conducción. Para muchos, si esto se logra, Moyano mantendrá en las sombras el poder, sobre todo si se incluyen dirigentes con buena llegada al camionero. Si bien anunció su retiro, en Azopardo dudan sobre qué hará de acá al 22 de agosto el actual presidente de Independiente. Mantenerse frente a su CGT hasta ese día –algo que se confirmó hoy jueves –es una señal que el renunciamiento, no será tal.

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