El tsunami de despidos no se detiene: se perdieron 5 mil puestos de trabajo en marzo, y en 15 meses ya suman 250 mil las cesantías y suspensiones
Un estudio del CEPA detalla que la caída del empleo persiste en articulación con la baja del salario real y el impulso oficial a convenios flexibilizadores. En lo que va del año, ya hubo 9.599 despidos y 2.594 suspensiones. Industria y servicios, los más afectados.
Según el último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en marzo, 4.823 personas perdieron sus puestos de trabajo.
El análisis investigativo del CEPA explica que la industria y los servicios continúan expulsando trabajadores. Por su parte, la construcción, que llegó a los 60 mil despidos, frenó su debacle pronunciada.
Sin embargo, la sangría laboral continúa sin descanso. Los trabajadores afectados en marzo fueron más que los de febrero. Y a pesar de que el Gobierno Nacional siempre se encargó de demonizar al trabajo estatal y vanagloriar a los privados, la gran mayoría de los casos de despidos se dieron en este último sector productivo: 4008 despedidos, 560 suspendidos.
Cabe destacar entonces, que en el primer trimestre de 2017, los despidos alcanzaron a 9.599 trabajadores, además de 2.594 suspensiones, todo en el campo del empleo formal.
Si se toma en cuenta el acumulado a partir diciembre de 2015, el número de trabajadores afectados desde la asunción del gobierno macrista llega a 249.143, entre despedidos y suspendidos. Siguen siendo más entre los privados que en los estatales: 178.589 despidos y suspensiones en el área privada y 75.378 en la administración pública.
Este relevamiento viene siendo realizado por el CEPA de manera mensual, en base a datos que aportan los despedidos, las organizaciones gremiales, cámaras empresarias y publicaciones periodísticas.
Una de las polémicas ligadas al debate sobre las mediciones de despidos es que los puestos de trabajo recuperados –en el caso de que esto estuviera realmente sucediendo a escala– no son computados. Sin embargo, en el caso de la industria, son las propias estadísticas oficiales las que corroboran que la pérdida de empleo industrial no se ha detenido, y que su caída es similar a la que reflejan estos relevamientos no oficiales: así lo muestran, por caso, los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA, de la Anses), que registra los despidos de la economía formal. Y en lo mismo coincide la Encuesta de Indicadores Laborales, realizada por el Ministerio de Trabajo. Un cuadro elaborado en base a estos datos oficiales ilustra cómo, también con los números del Estado, se ve al trabajo industrial en un proceso de deterioro ininterrumpido.
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