Despidos: la fábrica de autopartes SKF echa a sus 145 trabajadores y solo se dedicará a importar

«No encontramos alternativas», afirmaron en la centenaria empresa. También anunció más de 100 despidos la fintech Ualá.

A través de un comunicado de prensa, la autopartista SKF dio a conocer que despedirá a los 150 trabajadores de la planta industrial que tiene instalada en la localidad de Tortuguitas, en la provincia de Buenos Aires.

La firma multinacional de origen sueco, con 108 años de historia fabricando en la Argentina, indicó que cesará la producción de rodamientos en Tortuguitas puesto que avanzará hacia una reorganización de sus operaciones en Argentina para pasar a un esquema centrado exclusivamente en la importación de piezas desde Italia, China y Bulgaria.

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Según argumentó la empresa -y fue negado por los representantes sindicales de los trabajadores-, la baja demanda que impide recuperar los costos de producción fue determinante. “Tras evaluar exhaustivamente diversas alternativas, lamentablemente no hemos encontrado una viable al cierre de la planta de Tortuguitas. Sin duda, se trata de una decisión difícil, pero necesaria para garantizar nuestra competitividad global a largo plazo”, expresaron.

Acerca de los empleados, que se enteraron de la decisión casi en simultáneo con la difusión del comunicado, indicaron: “La planta de Tortuguitas emplea actualmente aproximadamente 145 personas. SKF mantiene un compromiso total y dialoga con los empleados y sus representantes para apoyarlos durante todo el proceso”.

UOM: «Cierran porque pueden»

Desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) denunciaron que la empresa no es deficitaria y que cierra por conveniencia. «Cierra porque puede, porque le resulta más rentable importar desde Brasil y despedir”, dijeron, y remarcaron que el Gobierno nacional avala un proceso de “desindustrialización”.

“Mientras el oficialismo se llena la boca hablando de orden, de reconversión productiva y modernización, la industria nacional se cae a pedazos”, lamentaron.

No solo desde el sindicalismo surgieron voces críticas. La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) también se metió en el conflicto para remarcar la amenaza que representa para la actividad una invasión de autopartes chinas y criticar la política de apertura comercial del Gobierno.

“Lo que se exporta como un vehículo del Mercosur es, en un número creciente de casos, un Frankenstein automotriz con un corazón asiático y con un futuro principalmente chino”, advirtió AFAC.

Esta situación “revela una paradoja que sangra miles de millones de dólares de las arcas aduaneras y socava la base profunda de la producción local de autopartes”, explicó.

“La consecuencia más alarmante de esta ingeniería de la manipulación de las reglas de origen es el debilitamiento progresivo y el riesgo inminente de desaparición de decenas de empresas autopartistas en Argentina y Brasil”, sostuvo AFAC.

Despidos en Ualá

La fintech Ualá también anunció inmediatamente después de las elecciones una tanda de despidos masivos en la Argentina. La firma fundada por Pierpaolo Barbieri informó que se trata de un recorte general en los países donde opera la empresa. Sin embargo, más del 80% de los despidos son en la Argentina, donde el número de despedidos es de 110 trabajadores.

La medida “se enmarca en un ajuste regional que también incluye 25 despidos en otras oficinas de la compañía en el exterior”, indicaron desde Ualá.

“En total, el achique representa un 8% del total de la plantilla de la empresa”, precisaron. Desde la firma de Barbieri justificaron la decisión en la «búsqueda de una mayor eficiencia regional» para lograr un «mejor posicionamiento en un mercado cada vez más dinámico y competitivo», y reconocieron que también decidieron tomar provecho «de la automatización de tareas».

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Desde la fintech, que en mayo de 2024 ya había despedido a 140 trabajadores, aseguraron que a los afectados les ofrecieron «acuerdos de salida que superan los requisitos legales».