«Con los aumentos que hubo en los últimos días es imposible”, indicó el líder gremial de la CGT oficialista. Además adelantó que su gremio, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), pedirá un bonus de fin de año -se calcula superior a 3 mil pesos- para «compensar la disparada que hubo en la inflación» después del balotaje.
Un acuerdo de precios y salarios como el que impulsará el Gobierno de Mauricio Macri «es imposible» en el contexto de subas sostenidas de los precios de la canasta básica de los últimos días, advirtió el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló. El dirigente adelantó que su gremio, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), pedirá un bonus de fin de año -se calcula superior a 3 mil pesos- para «compensar la disparada que hubo en la inflación» después del balotaje.
«Con los aumentos que hubo en los últimos días es imposible pensar en un acuerdo de precios y salarios. Que primero bajen esos valores y luego en todo caso veremos cómo articular nuestras paritarias», le dijo ayer a este diario el jefe de central obrera reconocida por el Ejecutivo. De paso, se quejó de no haber tenido contacto alguno con las nuevas autoridades. «Nadie del equipo me llamó todavía», dijo. Marcó así el trato diferencial que Macri le dispensó a su rival en la interna sindical, Hugo Moyano, a quien agasajó la semana pasada con un almuerzo en aparente retribución por los guiños favorables que le dedicó el camionero durante la campaña electoral.
Caló dijo haber escuchado la preocupación de los afiliados metalúrgicos por la disparada de los precios: «Me dicen que antes, para comprar un kilo de asado alcanzaba con una hora de trabajo y ahora demanda una hora y media; y que una docena de facturas, que antes era equivalente a media hora, ya sale una hora».
Los incrementos al parecer en previsión de una devaluación constatados en las últimas semanas son motivo de preocupación creciente entre los gremios y también en el próximo Gobierno, que avisó su intención de llevar adelante un entendimiento con sindicatos y empresarios pero con la referencia de los precios de noviembre, antes de la última escalada. Fueron las aclaraciones de los futuros ministros de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y de Trabajo, Jorge Triaca.
Caló, que al igual que el grueso de su CGT apoyó en las elecciones a Daniel Scioli, añadió: «Ya no hay forma de llegar a fin de mes. Nosotros cerramos en marzo una paritaria de 27,8 por ciento con el último aumento que llegó en junio, y dábamos por hecho que la inflación iba a estar por debajo de ese nivel. Pero lo que pasó en los últimos días se salió de toda medida».
Con esa preocupación en vista el dirigente advirtió que su gremio se sumará al pelotón de organizaciones que ya inició negociaciones por un plus de fin de año. En 2014 la UOM discutió con las cámaras metalúrgicas y logró, trabajosamente, que la mayoría de ellas aceptara pagar $ 2.000 en dos cuotas de mil pesos cada una con los sueldos de enero y febrero de este año. De hecho, una de las organizaciones patronales, la de autopartistas (AFAC) se negó a firmar y a abonar el resultado de ese acuerdo parcial.
Como había informado este diario, otras organizaciones apuraron las negociaciones por un bonus de fin de año. Camioneros reclamó $ 8.000; el gremio de Alimentación pidió en función del tamaño de las fábricas un adicional que va de $ 2.500 a 5 mil pesos, y el de Peajes pactó con las concesionarias $ 6.800 en dos pagos de 3.400 pesos.
En el caso de la UOM, Caló reunirá el próximo lunes al Consejo Directivo para discutir el planteo. Si el criterio fuese -como en otros gremios- aplicarle al bonus del año pasado el mismo aumento pactado en paritarias el reclamo debería ser de cerca de 2.500 pesos. Pero en el sindicato metalúrgico avisaron que la escalada de precios de los últimos días los llevará a exigir un pago extraordinario de $ 3.000 o más.
En tanto, el líder sindical confirmó que el martes que viene se reunirá también el Consejo Directivo de la CGT que encabeza pero aclaró que no asistirá, ese viernes, a un plenario organizado por algunos dirigentes de su central obrera junto a los de Moyano y los de Luis Barrionuevo. Ese plenario fue dispuesto con vistas a la reunificación de la CGT. «Yo no voy a ir porque tengo que hacer equilibrio entre los intereses de cada sector. Me parece bien que vayan hacia la unidad. No veo plazos pero en algún momento va a llegar», sostuvo.
Fuente: Ámbito Financiero
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