12 de Diciembre
de 2024
Fuera de Megáfono.

Barrionuevo siente el sol de la «primavera» de Milei y se mueve para volver a hacerse amigo

30. 11. 2024

Tras la renuncia de Pablo Moyano a la conducción de la CGT, Luis Barrionuevo reunió a 40 dirigentes sindicales para impulsar un espacio que dialogue con el Gobierno.

Luis Barrionuevo volvió a la acción. Luego de una internación por problemas de salud, el secretario general de los Gastronómicos (UTHGRA) reunió en un asado a 40 dirigentes sindicales. Para el veterano dirigente sindical, la salida de Pablo Moyano de la conducción de la CGT suena a oportunidad para crear un espacio que, en sintonía con el sector dominante de la central obrera, dialogue con el Gobierno y consensúe reformas y beneficios para ambas partes.

Para esto, el ex presidente de Chacarita deberá también recomponer una relación con Javier Milei que se rompió en el camino al balotaje presidencial de 2023.

En la larga mesa en U, Barrionuevo pidió crear un espacio político que pueda meterse en la interna del PJ y ganar espacio, algo que no logró anteriormente a través del Movimiento Nacional Sindical Peronista. Sugestivamente, después del encuentro, la UTHGRA lo difundió en sus redes directamente anunciando «la creación de un partido propio».

Quiénes fueron a comer

En total, se sumaron a la convocatoria unos 40 gremios en la sede del Sindicato de Obreros de Maestranza de la República Argentina (SOMRA), que pertenecen al Movimiento Nacional Sindical Peronista, un armado político-gremial que buscó, sin éxito, conseguir lugares en las listas del peronismo.

En aquellas nóminas de la coalición peronistas terminaron dirigentes aliados a Cristina Kirchner, como Mario Manrique (de SMATA) y Sergio Palazzo (La Bancaria).

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Ahora Barrionuevo redobla la apuesta y reunió a varios integrantes de esos sindicatos que quedaron afuera, entre los que se encontraron primeras y segundas líneas de La Fraternidad, UTHGRA, UTA, UOCRA, Comercio, UTEDYC, Químicos, Guincheros Textiles, Panaderos y Obras Sanitarias.

Barrionuevo, Movimiento Nacional Sindical Peronista
Mesa en U, asado y proyectos de Luis Barrionuevo para intentar terciar en el peronismo.

En ese contexto, el líder sindical tomó el micrófono y sin vueltas, enérgico, propuso la adhesión y el apoyo al diálogo tripartito que inició la CGT desde hace unos meses con el Gobierno y representante empresariales en busca de consensuar la reglamentación de la reforma laboral, que hasta el momento no tuvo avances.

La determinación de Barrionuevo y algunas dudas

Ante Gestión Sindical, y en estricta reserva, uno de los comensales reconoció las dudas que generan en muchos de ellos los vaivenes que tiene el experimentado dirigente al momento de vincularse con La Libertad Avanza.

Las idas y vueltas de Barrionuevo con Milei fueron varias y tuvieron distintos capítulos. Supo ser aliado al economista, bancando su proyecto presidencial y acompañando la fiscalización de LLA en las elecciones generales de octubre. Pero las cosas no salieron bien, ya que Milei de las PASO a las generales prácticamente no creció y la relación voló por el aire, con cuestionamientos mutuos.

Ahora, el hombre fuerte de UTHGRA siente que el jefe de Estado atraviesa “una primavera”, con un humor social que lo acompaña, y, fiel a sus maneras, busca plegarse y sacar provecho. En este punto, opina que no hay margen para que el sindicalismo entre en disputa.

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Por el contrario, pide conversación y que el gremialismo en su conjunto se siente en una mesa con las figuras del Gobierno para discutir cambios en el mundo del trabajo. Esa discusión, dice Barrionuevo, también se debe dar desde el Congreso.

Cristina, el enemigo

En el cónclave, entre vasos de vino y postres, Barrionuevo reclamó la creación de un partido propio del MNSP, que se anime a entablar contactos con otras fuerzas del PJ y que, de ser necesario, se anime a disputar internas dentro del peronismo que, de manera formal y sin elecciones partidarias, quedó en manos de Cristina Kirchner, quien no ve con buenos ojos el diálogo cegetista con el Gobierno.

La expresidenta, viene cuestionando a la CGT ya desde antes de la asunción de Milei, por el rol que mantuvo bajo la gestión de Mauricio Macri al señalar que no se supo si el movimiento obrero “era oficialista u opositor” y hoy mantiene un aceitado vínculo con todos aquellos sectores sindicales más hostiles al Presidente, desde SMATA hasta todos aquellos aliados a Pablo Moyano.

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