Un Macri “agrandado”, aseguró en Estados Unidos que la reforma laboral se hará igual “aunque los sindicatos no quieran”
El Presidente realizó polémicas declaraciones sobre el paquete de reformas que perjudica a los trabajadores. La CGT salió a desmentir un acuerdo.
Mauricio Macri advirtió en Nueva York frente a 150 hombres de negocios reunidos en el Consejo de las Américas que hará reformas laborales «aunque los sindicatos no quieran».
La reforma laboral que impulsa el Gobierno tuvo su día más caliente este martes, luego de que circularan versiones de un acuerdo cerrado con la CGT que incluían el envío del proyecto al Congreso la semana que viene.
Esas versiones indicaban que los gremios habían aceptado el paquete entero propuesto por el Gobierno, incluso una supuesta cláusula que bajaría el monto de las indemnizaciones en un 40% promedio.
Los rumores aseguraban que detrás del acuerdo había una presión a los sindicalistas con causas por corrupción. En el Gobierno lo negaron, aunque sí existen casos de corrupción que complican a varios de los principales dirigentes de la CGT, como Hugo Moyano y José Luis Lingeri. Al titular de Obras Sanitarias lo complica una causa por las obras que la brasileña Odebrecht hizo con Aysa, cuando la empresa estatal era presidida por Carlos Ben, un hombre puesto en ese cargo por el gremialista.
Por la fuerza con la que corrieron los rumores, la CGT debió salir a desmentir el acuerdo. Lo hizo el secretario gremial, el camionero Pablo Moyano, que reiteró que «antes de firmar una reforma en contra de los trabajadores en la CGT se cortarían las manos».
En el Gobierno también desmintieron que esté cerrado el acuerdo, aunque rescataron que ya se avanzaron en varios de los 140 puntos que se presentaron en la reforma. Entre ellos está el régimen de licencias, la creación de una agencia de evaluación de tecnologías en salud, el fomento al empleo joven y la negociación colectiva para el sistema de prácticas formativas o pasantías universitarias.
En el Gobierno aseguran que si ceden ante la CGT, podría haber acuerdo respecto de las indemnizaciones. Aunque por el momento la propuesta oficial es resistida por los gremios. Esta consiste en que quedarán excluidos de la base salarial para el cálculo de las indemnizaciones por despido el sueldo anual complementario, las horas extraordinarias, las comisiones, premios, bonificaciones y las compensaciones de gastos.
Además, ambas partes están avanzando en un pedido del Papa Francisco, que es la contención de los «trabajadores que dan trabajo». Según la CGT, hay un millón de trabajadores que ofician como ayudantes en los más diversos rubros, como plomero o quintero, y que no están incluidos en las leyes laborales. El Gobierno propone incluir hasta cuatro empleados bajo el régimen de «colaboradores», para blanquear más trabajadores. Los gremios reclaman más.
En tanto que en otros puntos de la reforma, en el Gobierno creen que no podrán llegar a un acuerdo con los gremios. Un ejemplo es el del «banco de horas» por el que el empleador deberá abonar al trabajador que preste servicios en horas suplementarias un recargo del 50% calculado sobre el salario habitual si se trata de días comunes y de 100% en domingos y feriados.
El día agitado por las versiones se complicó aún más con las fuertes declaraciones de Macri desde Nueva York.
«Tenemos una fuerte batalla con los sindicatos que por ejemplo no aceptan ni sistema de evaluación, pero los ciudadanos quieren reformas; las haremos aunque los sindicatos no estén de acuerdo»», indicó Macri según la periodista argentina Silvina Sterin Pensel, de TN, que estuvo presente en la entrevista que el presidente le ofreció al célebre presentador Charlie Rose.
Esa durísima postura de Macri choca contra la estrategia que venía llevando el Gobierno con los gremios y la oposición. De hecho, el jefe de bloque del FPV-PJ en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, le prometió a la CGT que no iba a salir nada que no fuera acordado por los gremios.
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