El paro de la CGT: tensión interna y apoyo externo en la previa a la protesta nacional
La jornada del 6 de abril abrió una fuerte discusión entre los sectores que forman la central obrera. Una buena mayoría está a favor de parar, e incluso analizan movilizarse. Pero algunos dialoguistas pusieron sus reparos. Por ahora, la medida “es inamovible”. Por fuera, el MASA se sumará, junto a sectores clasistas. La oposición política también quiere ser parte de la primera jornada de protesta contra el gobierno macrista.
Diego Lanese / Especial para Gestión Sindical
A pocos días de que la CGT anunciara la fecha del reclamado paro nacional, los distintos sectores del movimiento obrero argentino van sumando apoyo a la medida de fuerza, la primera en la gestión de Mauricio Macri. Luego de los incidentes al finalizar la movilización del 7 de marzo, la conducción cegetista decidió el día en que protestará –sin movilizarse –apurada por las bases que desbordaron la estrategia vandorista de “golpear y negociar”. Una vez confirmada la protesta, todo el arco sindical se posicionó respecto al día, la gran mayoría apoyando el plan de lucha. Incluso sectores que están por fuera de la estructura formal de la central obrera, como el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), adelantaron que se plegarán a la medida. En el triunvirato hay confianza del impacto de la medida: “no va a volar una mosca”. Pero algunos sectores minoristas hacen lobby para levantar la protesta, y se acercan a los “dialoguistas” para convencerlos de no parar.
Desde que el jueves pasado Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña confirmaron la fecha del paro nacional, cada sector se posicionó respecto a la medida de fuerza. Salvo sectores minoritarios, el consejo directivo de la CGT y sus diversos espacios se sumaron a la medida, reclamada por una multitud en la última movilización del sector. La idea de no movilizar generó algún “ruido” entre los sectores más radicalizados, pero por el momento no es un obstáculo para adherirse. Uno de los sectores que pretendía movilizar era la Corriente Federal de Trabajadores, que lidera el bancario Sergio Palazzo, no formalizó su adhesión, tal vez porque su idea es parar el 30 de marzo, al cuplirse 35 años de la marcha “Pan, paz, trabajo”, que la CGT de 1982 le hizo a la dictadura militar. Puertas adentro, el sector dice que participará, pero no oculta su enojo.
En el mapa interno de la CGT la mayoría quiere el paro, pero hay algunos dirigentes que pretenden mantener la estrategia “vandorista”, es decir, golpear para luego negociar. Este método –que debe su nombre al líder metalúrgico de los 60 Augusto Timoteo Vandor –permitió el año pasado algunos resultados, como la devolución de los fondos de las obras sociales, gracias a la llegada de un hombre de Juan Carlos Lingeri a la Superintendencia de Servicios de Salud. “Hay algunos dirigentes que no estamos de acuerdo con el paro, creemos que no vamos a lograr nada, vamos a terminar yendo de ‘paro en paro’. Pero somos minoría”, le dijo a Gestión Sindical uno de los gremialistas que no quiere parar el 6 de abril. Este grupo, cercano políticamente al gobierno, cree que la protesta “está fogoneada con el kirchnerismo”, y advierte sobre su participación de referentes de ese espacio político en los incidentes de la última marcha.
Por fuera, el apoyo al paro aumenta con el correr de los días. Desde el MASA, el sector que lidera el taxista Omar Viviani y que reúne a varios gremios de peso como SMATA o la Unión Ferroviaria, nos e pronunciaron públicamente, pero dan por un hecho que se sumarán al paro. “Vamos a estar, si bien no estamos en la CGT vemos que el movimiento obrero está en un momento complicado, por eso los gremios que forman el MASA van a llamar al paro ese día”, le adelantó al Gestión Sindical un dirigente de ese espacio. La decisión final se tomara, remarcó este dirigente, el 30 de marzo, cuando se encuentren delegados de todo el país en el predio de los trabajadores telefónicos de Ezeiza, en el sur del conurbano. Se da por un hecho que ese día se apruebe sumarse a la jornada de lucha. “Igual, creemos que el 7 de abril la cosa va a seguir igual, sin un debate en la CGT primero y un programa de acción después, no vamos a podes cambiar esta realidad”, agregó el mismo dirigente
No sólo los gremios se suman al paro del 6 de abril. Gran parte de la oposición política adhiere a la medida, como sucedió en la marcha del 7 de marzo. Con algunos reparos la izquierda, el peronismo en su gran abanico de variantes y otros espacios se mostraron a favor de la medida de fuerza. El PJ institucionalmente “acompaña y acompañará los reclamos y las reivindicaciones que hagan los trabajadores organizados”, según una comunicación firmada por su titular, el sanjuanino José Luis Gioja. En tanto, dirigentes clasistas cuestionaron la ausencia de movilización esa jornada, pero se sumaron a la protesta. En este sentido, fuentes de diversos espacios adelantaron a Gestión Sindical que ese día habrá “piquetes y movilizaciones” para acompañar el paro nacional. “No vamos a hacer un paro ‘dominguero’, vamos a estar en la calle como corresponde”, confirmó la misma fuente.
En cuanto a la actividad institucional de la CGT, esta semana recibirá a representantes de la Confederación Europea de Sindicatos (ETUC, según sus siglas en ingles), y de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS). Según informó la central obrera, el triunvirato recibirá a la delagación y la acompañará en un programa de actividades de incidencia política y sindical durante toda la semana. Además de la conducción, estará presente el secretario de Relaciones Internacionales, Gerardo Martínez (UOCRA).
Hacé tu comentario