La renovación de la CGT, entre titubeos y la necesidad de asumir un rol más combativo
Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA.
La CGT comenzó su camino hacia el 5 de noviembre, cuando deberá elegir a los sucesores de Daer, Acuña y Argüello.
La CGT empezó su recorrido hacia suselecciones de autoridades del 5 de noviembre con un par de ideas en claro. La primera, es que habrá consenso mayoritario sobre quien o quienes conducirán los destinos de la principal central obrera por los próximos cuatro años. Después, a tono con los tiempos políticos que corren, intentará plasmar un perfil más combativo al actual gobierno nacional.
Son dos premisas que surgen luego de un encuentro multitudinario en Ezeiza, en la sede del gremio de textiles, que contó con la mayoría de los sindicatos que componen la central obrera de la calle Azopardo.
No hubo presencia, sin embargo, del sindicalismo identificado con Cristina Kirchner (como la UOM de Abel Furlán, Ricardo Pignanelli de SMATA y Sergio Palazzo de La Bancaria) quienes desde hace meses, como contó Gestión Sindical, vienen impulsando una conducción ampliada de la mesa chica.
Gordos y kirchneristas
Sobre estos sectores, del lado de gordos e independientes señalan que, pese a la tensión que está a la vista, podrán contar con ellos a la hora de la conformación de la lista final.
“Ladran pero no muerden”, dice un importante dirigente cuando se pregunta por el destino de los dirigentes que están alineados con Cristina.
La UTEP de Grabois y Gramajo se mete en la pelea de los cartoneros contra Jorge Macri
Por otro lado, insisten en que la unidad es clave en la etapa que se aproxima y que una conducción de tres integrantes o una es un tema menor. Lo importante, remarcan, es que existen puntos en común entre la mesa chica.
Los nombres que se barajan siguen en pie y no se puede descartar a ninguno. Gerardo Martínez, hombre de la UOCRA y articulador del sindicalismo por excelencia, es una posibilidad como también pican en punta Cristian Jeronimo (sindicato del Vidrio), Jorge Sola (Seguros) o Maia Volconvinsky (Judiciales). Los últimos tres son un símbolo de la juventud sindical y la renovación, lo cual no es visto con malos ojos.
A su vez, la mesa chica pretende confrontar con el Gobierno libertario en los dos años que se vienen. Advierten que la situación económica será más frágil con aumento del desempleo y la CGT debe aparecer «como dique de contención».
Voces de la CGT
En Balcarce 50 tienen claro que Javier Milei quiere acelerar reformas como la tributaria, la previsional y la laboral, con ejes como el límite de los mandatos de los secretarios generales, hoy con reelección indefinida gracias a la ley de asociaciones sindicales.
José “Vasco” Minaberrigaray, anfitrión del evento, lanzó sin titubeos: “La unidad es nuestra fortaleza ante este escenario”, subrayó.
En tanto, Héctor Daer, secretario general de la CGT que deja la conducción luego de tres períodos en el triunvirato, comentó los lineamientos principales de la central para la próxima etapa. “La fuerza del movimiento obrero está en sostener los derechos y las organizaciones sindicales. La unidad está por encima de todo, eso nos da poder”.
Mientras tanto, Octavio Argüello, referente de Camioneros que también integra el triunvirato conductor, dio indicios de que no habrá problemas en sostener la unidad y que habrá resistencia ante las medidas que piensa encarar Milei.
Antes de la fecha de renovación de autoridades hay una fecha de relevancia por delante: el Comité Central Confederal se reunirá el 18 de septiembre. El Congreso electoral, que definirá la nueva conducción, está programado para el 5 de noviembre en Parque Norte.
Hacé tu comentario